Capitulo 1
-o-
"Ahí está de nuevo"
Draco reprimió el impulso de estirar la mano y jalar con premura la túnica de su compañero Blaise. Pero se contuvo, más de una vez su viejo amigo había desestimado sus pesquisas sobre Potter. La cual era solo una forma amable de decirle que estaba equivocado y recordarle sutilmente lo obsesionado que estaba por él Gryffindor.
Suspiro. Y continuo comiendo, viendo de reojo como el elegido comía una ensalada en su mesa. A Draco nadie le sacaba de la cabeza que aquello era raro y estaba determinado a conseguir alguna prueba plausible, ya estaba harto de los ojos que rodaban cada vez que hablan del Gryffindor y sus cambios de personalidad.
¡Era tan obvio! ¿Cómo no lo notaban?
Draco clavo su tenedor en su filete con fuerza. Ya se enterarían todos.
Esa noche, como muchas de insomnio, Draco salió de las mazmorras en silencio, sabía que el elegido recorría los pasillos aun después del toque de queda, seguramente gozando de sus injustos beneficios.
Con cuidado se escondió en una esquina y espero, con los pies congelándose y una gorra de lana.
¡Pero que rabia sentía!
Se puso firme, justo cuando lo vio pasar de camino a la biblioteca. Lo siguió a hurtadillas y lo observo tomando varios libros de grueso volumen subido en una vieja escalinata que nadie nunca usaba.
Draco aborrecía esas costumbres Muggles.
Esta vez Draco se acercó lo suficiente para leer los títulos, pociones, transformaciones y magia médica. Cuando acabo de recolectarlos, se dirigió a la zona prohibida que se abrió para el silenciosamente.
Y allí estaba la oportunidad que esperaba, Harry Potter iba a caer. Draco se aproximó listo para descubrirlo, pero su pie choco torpemente con un estante haciendo un chirrido leve, pero en el duro silencio sonó atronadoramente.
Draco sintió que su corazón se detenía, levanto la vista y unos duros ojos azules le devolvieron la vista, jadeando de sorpresa se giró y empezó a correr, de alguna forma aquella imagen le había causado una dura impresión.
Draco tardo un par de días para volver a planear una escapada nocturna, regañándose internamente por tal actuación convenciéndose a si mismo de que había sido su imaginación. Vio a Potter carcajear y dar golpes amistosos a sus amiguitos a la distancia, todo con absoluta normalidad, sin dar señales de preocupación o de siquiera haberlo visto.
En pociones lo estudio con detalle, comparándolo con sus memorias del curso anterior. Cada movimiento torpemente forzado al mezclar y cortar los ingredientes, hasta le parecía que lo hiciera apropósito para molestarle. Pero eso no era posible. Cuando el caldero estallo miro a su padrino que no había cambiado de gesto en toda la clase, quito veinte puntos Gryffindor y siguió como si nada.
Eso era raro, no hubo comentarios hirientes, ni agudas observaciones, Draco lo observo y noto que el oscuro profesor miró un segundo a Potter y esbozaba una pequeña sonrisilla que desapareció enseguida.
No. Seguro lo imagino.
Quizá fue mala suerte que se encontrara sin querer con Potter aquella noche, en la cancha de Quidditch, con escoba en mano. Draco sabía que desde inicios del año el elegido había desistido de practicar aquel deporte, lo que había sorprendido a más de uno y a él mismo. Porque a los ojos del mundo Potter amaba el Quidditch y aún más ser el capitán león.
Draco lo observaba desde las sombras arrastrando su vieja saeta de fuego. Eso no era nada incriminador, Draco lo había hecho incontables veces cuando necesitaba pensar. Tal vez podría acusarlo por saltarse el toque de queda, pero sabía que sus denuncias quedarían en oídos sordos.
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Corazón de Mago
RomanceDraco lo mira comer, caminar y reírse, siendo todo lo Gryffindor valiente y torpe que debe ser. Pero entonces ¿porque su corazón le dice que aquello no es correcto? Potter tiene algo que no encaja, lo sabe y piensa averiguarlo.