Corazón de Mago

Capitulo 3

Draco se sostuvo de donde pudo, por suerte la piedra de la pared estaba lo suficientemente irregular para sostenerla.

-¡Déjame maldita sea!- le grito a su opresor

Harry lo jalo más fuerte, logrando sacar un gemido de dolor de parte del rubio, aflojo su agarre, muchas veces olvidaba que las personas a su alrededor frágiles y podía hacerles daño si no tenía cuidado.

-Suéltate Malfoy, para la hora de la cena no va a importarte. Así que...-

Draco forcejeo de nuevo sin resultados, los brazos le empezaron a doler pero, lo más importante era buscar una manera de zafarse de la situación y Potter. Si el viejo director le borraba su memoria, Draco olvidaría la información más valiosa de la historia del colegio.

¡No!

¡Del mundo mágico! Harry Potter no era Harry Potter

¡Su padre iba a tener un ataque cuando se enterara!

Harry volvió a jalar de él y Draco cedió, perdiendo un espacio que no podía recuperar. ¿Rayos que iba a hacer? Otro centímetro cedió y casi se soltó sacrificando agarre de sus uñas recién pulidas. Otro centímetro.

Cuando un sonido de quiebre se escuchó Draco ahogo un gemido y se soltó al mismo tiempo que Harry jalaba. El resultado. Una maraña de enredos de extremidades en medio de un corredor. Draco se elevó sobre sus brazos, revisando rápidamente las uñas de su mano derecha, donde había una gran grieta.

Gimió de angustia.

-¿Estas bien?- escucho la pregunta desde abajo. Draco lo miro con recelo, estudiando a su nuevo adversario, aquel desconocido de rostro familiar, era igual en casi todos los aspectos, pero Draco noto pronto y así de cerca, un par de defectos.

La sonrisa petulante fue la más evidente, seguida de cerca del hecho, que en la vida Potter lo sostendría de la cintura. Generalmente el elegido repelía su contacto, hasta el punto de empujarlo y sacudirse.

Y era mutuo.

Draco elevo un puño destinado a chocar con el rostro ajeno. Pero un suspiro soñador lo detuvo en seco, cuando volteo vio a unos alumnos de segundo de Hufflepuff, que lo miraban con las manos ocultando sus bocas o sus ojos, con la mitad de las personas con mejillas rojas.

Un maestro asomo la cabeza entre la multitud

-Señores Malfoy y Potter ¿Qué están haciendo?-

Draco se levantó tan rápido que casi tropezó, con sangre en las mejillas se giró al espacio del pasillo que de a poco mostraba a más alumnos que salían de sus aulas.

-¡Oh Merlín es Harry Potter y Draco Malfoy!- la voz chillona llama su atención. El falso elegido se puso de pie, con una mueca apenada se disculpó con el profesor.

-Solo íbamos a la enfermería profesor. Malfoy se cayó y se rompió una uña-

Draco enrojeció cuando estallaron las risas, rápidamente se lanzó hacia Harry para golpearlo en la cara. Con facilidad el pelinegro lo tomo al vuelo y lo puso en su hombro, escucho un par de ruidos secos y gritillos a su paso.

-Lo llevare ahora profesor- se despidió.

Harry no lo soltó hasta estar frente a la estatua que servía de entrada principal al despacho del director.

-Vamos-

-No-

-Malfoy- Harry lo tomo del brazo adelantándose a sus planes de huida-Palomitas de dulce y...-

-¡Aceitunas negras!- grito Draco

-Palomitas de...-

-¡Camarones saltarines!-