Ya era hora de levantarse. El cuerpo de Draco remoloneo en la cama envuelto en la calidez adormecedora de las sabanas de seda, con un gemido disconforme se levantó notando el aire frio de las mazmorras.
-Draco es hora de levantarse- le aviso una voz del otro lado de las cortinas- No te había visto levantarte tan tarde desde hace años-
Quizá, pensó Draco, teniendo preocupaciones tan separadas como los asuntos de un lunático y un falso elegido, le solían causar insomnios. Se dejó caer una última vez en la suavidad en la cama y se cubrió como último capricho momentáneo. Aquello no era su sabana de seda, era la capa de invisibilidad de Potter.
Más tarde y después de ocultar de manera sutil la dichosa capa, Draco cayó en cuenta de que las risillas de los de primer año y algunas de las chicas de su casa, no sabía a que se debía por ser lunes, pero tan pronto como dio un paso fuera de las mazmorras se dio cuenta que en su letargo había empezado a nevar, la primera del invierno.
Eso le trajo a cuenta de que no recordaba del todo la noche anterior, solo que había ido a ver un eclipse con el falso elegido, pero nada más lejos que aquello, quizá se habría dormido de tanto frio o aburrimiento.
El comedor era bullicioso en las mañanas, pero aquel día lo era mucho más que de costumbre, incluso los profesores en su mesa cuchicheaban.
-Draco ¿te has enterado?-le dijo una emocionada Pansy-Potter está en la enfermería, se ha roto cada hueso del cuerpo, dicen que cayó de la escoba...-
El rubio no atendió a lo demás y busco con la mirada a su padrino que comía seriamente en su mesa, sin separar la mirada del plato. Se puso de pie con la intención de ir a la enfermería y averiguar que había pasado ¿acaso el falso Potter había tratado de volar solo de nuevo? ¿Habría sido un accidente?
-Draco, detente, si vas ahora darás más que hablar, recuerda que hay muchos ojos en la escuela- Blaise le advirtió y luego de un apretón su amigo le soltó el brazo.
Era cierto, Draco era un mortifago en ciernes, no debía dar a entender que se llevaba bien con el enemigo. Se sentó de nuevo y se obligo a poner comida en su plato y tratar de comerla, podría intentarlo cuando no hubiera ojos curiosos.
-Calma Draco...- le susurraron de nuevo.
-o-
La capa de invisibilidad era un objeto muy útil, ya entendía porque era tan preciada por el elegido, entro en la enfermería al mismo tiempo de que la enfermera dejaba su puesto para ir a descansar y dejaba a su único paciente a salvo detrás de biombos, el extraño no ver al director o encontrar rastros de el si se trataba de vaciar la mente del ojiazul de nuevo.
Cuando lo encontró estaba dormido, o aparentaba estarlo, se quitó la capa y le movió el hombro con un suave golpe.
-Hey ¿porque te trajeron esta vez? ¿Tu mente se rellenó de nuevo? Sabia que leer tanto no era bueno para ti-
Hmmm...
Los ojos verdes lo miraron y tras un segundo de duda, los ojos se volvieron hostiles y con un odio tal y repentino que a Draco se le congelaron las piernas y un frio helado le congelo el cuerpo.
-¡Malfoy! ¿Qué haces aquí? ¿No puedes esperar hasta mañana para burlarte de mí? ¡Que te has creído maldita serpiente ponzoñosa!-
Draco no respondió a la pulla y no se resistió al empujón que le dejo en el suelo.
¿No podría ser verdad? ¿Ya habían cambiado? ¿El falso Potter ya había sido desechado? ¿Era el final? ¿Qué pasaba con la nieve? Draco hecho planes para mostrársela y dejarle caer una cantidad absurda en la cabeza como venganza por aquella vez que el verdadero le había humillado.
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Corazón de Mago
RomanceDraco lo mira comer, caminar y reírse, siendo todo lo Gryffindor valiente y torpe que debe ser. Pero entonces ¿porque su corazón le dice que aquello no es correcto? Potter tiene algo que no encaja, lo sabe y piensa averiguarlo.