Reencuentro

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7 años después...

—Señor Tweak, ¿Que nuevos proyectos tiene?

—Tweek ¿Ha pensado volver al teatro?

—¿Tiene alguna pareja?

—¿Se ha enrollado con alguna de sus coestrellas?

—¿Se considera un prodigio de la actuación como lo dicen los directores que han trabajado con usted?

Y así llovían las preguntas para Tweek cada vez que terminaba de grabar algo nuevo, ya fuera serie, película o comercial de Pantene. Como siempre llegaba su parte favorita en la que veía como su asistente y amigo pelirrojo hacia lo imposible para que no lo acosaran, cada vez le decía que no era necesario, que no diría nada que perjudicara su imagen, pero como siempre lo sobre protegía.

—Malditos metiches—Decía el judío entrando en la camioneta de Tweek.

—Tranquilo Kyle, no es como si me fueran a hacer daño—Le dijo en un tono de burla

—Físicamente no, pero te aseguro que a tu carrera la pueden hacer desangrar amigo—Tweek solo negó con la cabeza aun sin borrar su sonrisa, amaba su trabajo, de verdad—Bueno, esta mañana me llegó una nueva oferta con el papel protagónico.

—¡Oh Jesús! Suéltalo—Le dijo emocionado.

—Es para una película de Netflix sobre acción y romance ubicada en el espacio, dicen que va a ser un éxito rotundo, ¿Que dices?

—Mmm, nunca hemos trabajado con Netflix... me parece genial. Pásame el guion lo leeré en la noche.

—Okay, si te gusta puedo organizar el contrato de filmación para mañana en la tarde, ¿te parece?

—Oh yess.

Realmente es sorprenderte que Kyle y Tweek terminaran encontrándose en Los Ángeles pero Tweek lo agradecía, cuando salió de la academia de actuación fue recomendado por todos sus maestros en Hollywood ya que veían gran potencial en el muchacho, se metía por completo en cualquier papel y por ello al principio se le hacía muy difícil organizar su tiempo, incluso volvió a tener sus tics en su ojo cuando por obligación tuvo que volver a tomar café muy frecuentemente, fue ahí cuando por casualidad se encontró al judío dándole golpes a una pared en un callejón cualquiera, al reconocerlo no dudó en preguntarle que hacía tan lejos de su hogar y este soltó en llanto. Kyle había ido a parar ahí por seguir a su mejor amigo Stan, ninguno de los dos quería que sus caminos se separasen y fueron a estudiar administración a Los Ángeles, sin embargo, hace dos años Wendy había ido a buscar a Stan con la idea de volver y él aceptó, poco a poco fue dejado de lado por la pareja hasta que ese día, Stan le pidió a Kyle que se fuera del apartamento donde vivían para que ellos pudieran tener más intimidad.

—Bastardo—Dijo secándose las lágrimas—Me dejó de lado por esa feminista loca.

—Eso suena algo que diría Cartman.

—Lo sé—Dio una risa irónica—Maldito gordo, que por cierto también se encuentra aquí, creo que tendré que chuparle las bolas para que me deje vivir con él porque yo solo no puedo pagar un apartamento.

—¿Y por qué no vienes conmigo? Me iría bien compartir mi casa—Le dijo sin preocupación.

—No lo sé... ¿Craig no se molestará? —El semblante de Tweek cambió a uno serio.

—Él y yo terminamos después de la graduación

—Oh, lo siento.

—Ya me vale verga... ¿Pero si quieres? Yo no te pediré que me chupes las bolas—Le dijo en tono burlón a lo que el pelirrojo dio una carcajada.

—Me parece bien.

Y así fue, Kyle no volvió a hablar con Stan luego de ello y parece que al pelinegro tampoco le importó mucho porque tampoco lo contactó, de igual modo, el pelirrojo se sorprendió del apartamento tan caro donde vivía Tweek y cuando supo de su trabajo no lo creyó, hasta que vio su rostro salir en todas partes de la ciudad como la nueva estrella del cine actual. Al principio ayudaba a Tweek a organizar su tiempo y su dinero como agradecimiento por dejarlo vivir ahí, pero con el tiempo comenzó a organizar su agenda completa y hasta lo ayudaba elegir papeles y organizaba reuniones, cuando ya fue bastante codiciado en la industria le recomendó buscar un abogado y para su mala suerte se toparon con el número de Cartman, aunque Kyle le pidió que no lo contratara Tweek lo hizo porque prefería tener gente que conocía a cualquier abogado de esa ciudad tan loca.

Al final Tweek contrató formalmente a Kyle como su asistente personal y le dio un buen sueldo, cosa que entusiasmaba mucho al pelirrojo. Ya pasado los años se volvieron inseparables llegando a ser la persona en quien el rubio más confiaba actualmente.

Volviendo al presente, Tweek había leído el guion y le había encantado, sentía que había nacido para ese papel y no esperó a que fuera de mañana para despertar al judío para decirle que quería ese papel a toda costa, al día siguiente —y con un Kyle ojeroso— se presentaron en una de las oficinas de Netflix junto con el gordo de Cartman para firmar el contrato, el rubio estaba tan entusiasmado que no le importó la mini pelea que estaban teniendo el pelirrojo y el castaño por leer la copia del contrato.

—Quien es el puto abogado aquí Khal.

—Tal vez no sea abogado, pero si necesito saber que carajo va a firmar Tweek

—Si y para eso me contrató, tu ve a lavarle la ropa maldito esclavo.

—No soy su esclavo estúpido.

—Entonces su perro faldero.

—Calla y déjame leer quien putas es el director al menos—En un momento el pelirrojo le arrancó la tableta donde tenía el PDF y buscó al director de la película, el castaño no se quedó atrás y también lo empezó a buscar como si se tratara de una carrera por quien encuentra al tipo primero, pero cuando por fin lo vieron sus caras se tornaron en una de horror y otra de burla completa, por primera vez en el viaje ese gesto si llamó la atención de Tweek.

—¿Que? No creo que sea tan malo como Anthony Ferrante.

—Tweek ¿realmente quieres este papel sin importar qué? —El rubio solo asintió con determinación. El pelirrojo estaba a punto de decirle algo cuando por fin llegaron y sin esperar nada más, el actor salió del vehículo hacia la recepción. Todo el camino hacia la sala de juntas lo iba pasando ignorando por completo al pelirrojo quien quería advertirle algo pero no sabía cómo decirle, él solo pensaba en que sin importar cual fuera el problema lo resolvería con los productores, abogados y el director, quienes eran los que iban a presentarse en la junta, sin embargo, cuando entró y lo primero que vio fueron esos ojos azules tan oscuros como el mar, esos ojos que tantos recuerdos dolorosos le traían. En ese momento para Tweek, no importaba con qué excusa, pero iba a salir de esa sala.

—Tweek Tweak—Le dijo una chica de cabellos negros, el joven actor reconoció esa voz de inmediato.

—Wendy Testaburger—Ella le sonrió y lo invitó a sentarse, su presencia le hizo volver en sí.

Ya no siento nada.

Ya no hay nada que decir.

Ya no hay nada que guardar de él.

Ya no te amo ¿Entiendes? |Creek | EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora