Kardia bostezó. Los minutos pasaban, y ya no quedaba duda de que llegarían tarde a la lección. Dégel no podía encontrar el libro que se suponía que tendrían que usar como referencia durante la clase. Llevaba ya un buen tiempo revolviendo cada rincón de la zona residencial de la Casa de Acuario en su búsqueda, mientras Kardia jugueteaba con la cola de su casco y se divertía al ver a Dégel ir de un lado a otro.
Dégel estaba seguro de que lo había dejado sobre la mesa de la biblioteca, y en realidad tenía razón. Allí lo había encontrado Kardia, y de allí lo había hecho desaparecer. Tenía la certeza de que Dégel no descansaría hasta hallar el condenado libro, y estaba convencido de que la búsqueda hubiera continuado eternamente, de no haber sido porque luego de un rato a Kardia se le escapó una risita que hizo a Dégel sospechar que él estaba detrás de aquello. Así que, después de tener que soportar un pequeño sermón, Kardia devolvió el libro de mala gana, y juntos se pusieron en camino hacia Star Hill.
Apenas puso un pie dentro de la habitación donde habían acordado reunirse con el patriarca, Kardia supo que esta vez algo era diferente. Usualmente el lugar olía a libros viejos, pero hoy no era así. Al principio, el sutil aroma le hizo pensar en comida, una de esas pequeñas delicias dulces de color pastel que muy cada tanto tenía la oportunidad de probar, y se le hizo agua a la boca.
¿Podría ser que por una vez el patriarca se hubiera apiadado y hubiera preparado algo especial como compensación por tener aguantar sus soporíferas clases? Dégel también notó el cambio en el aire, y se esforzó en identificar el origen del perfume, que resultó no ser producto de ningún dulce, sino de la persona que los esperaba junto al patriarca Sage en la sala de estudio. A Kardia le sorprendió verlo allí. Vestía ropas de aprendiz, sencillas y holgadas, y los rumores decían que pronto se convertiría en el nuevo santo de Piscis. Su nombre era Albafica.
Lugonis, el actual portador de la armadura, solía guardar distancia del resto de los habitantes del santuario, y por eso tampoco era común cruzarse con su discípulo, a quien Lugonis protegía como si fuera un tesoro. Tenía que admitir que Albafica se veía ciertamente precioso. No era solamente su belleza física, sino la elegancia innata que irradiaba cada uno de sus movimientos. En eso le recordaba un poco a Dégel, con la diferencia de que Albafica era tan delicado que era fácil confundirlo a primera vista con una muchacha.
—Disculpe la tardanza —dijo Dégel, escondiendo la sorpresa que le causaba ver allí al invitado.
El patriarca sonrió, y señaló las sillas colocadas alrededor de una mesa sobre la cual había algunos libros y distintos tipos de flores.
—Está bien, tomen asiento. Albafica nos acompañará hoy. Ya que es una lección de botánica, sus experiencias serán de utilidad. Su maestro, Lugonis de Piscis, está fuera del santuario en una misión.
El rostro de Dégel se iluminó con ese brillo especial que usualmente surgía en momentos en los que alguien hablaba sobre ciencia o historia, o una teoría novedosa, o algún libro realmente antiguo.
—Ah, es cierto que los santos de Piscis son famosos por sus conocimientos de botánica.
Kardia se cruzó de brazos. ¿Botánica? ¿Qué clase de utilidad podría llegar a tener eso para el futuro? Miró al techo y resopló con toda la intención de hacer público su fastidio. Dégel se mordió la lengua para no hablar, simplemente porque no quería comenzar a discutir frente al patriarca, pero su molestia se exteriorizó a través de un aura helada que hizo que a Kardia se le pusiera la piel de gallina.
Albafica, en cambio, no parecía demasiado ofendido, e incluso le dedicó una suave sonrisa a Kardia, cuando este se sentó a su lado. La lección comenzó con una lista de ejemplos de venenos encontrados en plantas. O algo así. Kardia tenía la impresión de que en otro contexto, esto podría haber llegado a ser interesante, pero lo único que lo mantenía despierto eran los codazos disimulados que recibía de parte de Dégel cada vez que comenzaba a cabecear de sueño. Mientras dormitaba soñó con pasteles decorados con flores de azúcar. "No comas eso", decía Dégel en su sueño. "Es venenoso".
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Oneshots BL de Saint Seiya (Lost Canvas+G+clásico)
FanficArchivo de los fics de Saint Seiya (LC, G, etc) que hice bajo mi username starsdust. Cada parte es una historia autoconclusiva. Muchas contienen romance BL, pero no todas. Parejas y/o personajes en el título de cada oneshot. Mis favoritos son Acuari...