Tierras Salvajes.- El Parásito del Lobo

Capítulo 6.- Nombre

—¿Doki joari? —(¿cómo te llamas?) preguntó el joven mientras comía siendo observado por la joven, saber que ella entendía palabras de su lenguaje le hizo sentirse algo mal por todas las maldiciones que le había dicho desde que ella llegó de la cacería.

Lo que él no sabía, es que ella no escuchó ninguna de dichas ya que el parásito la había aislado de dichas palabras.

Escuchar al joven referirse a ella la sorprendió y le tomó por sorpresa, pero finalmente respondió con dificultad.

—Hacho nacar in joara Sashi —(mis padres me llamaron Sashi)— ¿Ki joari? —(¿tú nombre?).

—Inaki —respondió.

No hubo otro cruce de palabras entre ambos hasta el anochecer, donde la muchacha volvió a exigir que el se introdujera en ella, era simplemente que el instinto la superaba y tras hacerlo fue rápidamente a lavarse en el agua. Sentirse sucia ante él era algo que ella no soportaba, pero que iniciaba a causar curiosidad en un hombre que antes creyó que solo era una bestia.

Ella era consciente de que el joven buscaría escapar a toda costa, por lo qué ella al desplazarse lo tenía atado y cuándo salía a cazar igual, aunque ahora el pequeño lobo que la acompañaba la ayudaba.

Aunque era obvio que el lobo no comprendía sus palabras humanas, parecía poco a poco iniciar a comprender los sonidos del lenguaje del parásito y por alguna razón a pesar de mostrar una clara agresividad involuntaria hacia otros lobos, debido al parásito que estaba en él no mostraba agresividad hacia la joven.

Casi diez días habían pasado, entonces la joven se dio cuenta de que el lobo igual estaba cambiando, se veía más fuerte y ágil. Tal vez ambos no serían tan diferentes.

Pero sin importar lo que la joven hacía no lograba ganarse aquel hombre y se iniciaba a frustrar ya que sentía que no lograba lo que su cuerpo le pedía. Entonces observó su reflejo en el agua y vio un líquido salir de sus colmillos, lo cuales eran más del doble de largos que el una humana de su especie.

—¿Qué es esto? —se preguntó mentalmente.

El parásito le mostró imágenes de reflejos de ella y como había cambiado con el tiempo, luego la imagen de sus colmillos goteando y luego a aquel joven, para luego volverle a mostrar como ella cambió.

Sashi miró al joven, si entendía lo que el parásito le intentaba decir tal vez podía hacer que él fuera como ella y tal vez así la aceptaría.

Se dejó llevar por el parásito para morder al joven en la garganta y sus colmillos liberaron aquella sustancia en este. Intentó liberarse temiendo esta vez si haberse vuelto la comida de Sashi, pero tras que ella completo la inyección lo soltó y tosió.

—Jaki —(comprenderás) le dijo antes de acostarse, sabiendo que el joven ahora tenía un parásito igual que ella.

Durante los siguientes diez días ella lo vigiló, al tercero el sintió la parálisis, al parecer la transmisión por mordida era más rápida.

El décimo día escuchó voces, y supo lo que pasaba. Corrió hacía Inaki y lo desató. Tomó su jabalina y les dijo a él y al lobo.

—Ala api —(huyan rápido).

El joven quiso correr hacia las voces pero ella lo golpeó.

—Iyoti, ki gako —(idiota, te mataran), le dijo tomando su brazo.

No lo lastimó pues sabía que probablemente era el parásito y no él, quién quería atacar.

—Ki darga —(tu culpa), le dijo el molesto.

—Da darga kin, no jaki —(la culpa es tuya, no entendiste).

Finalmente el joven junto al lobo escaparon, aunque gracias al parásito serían capaces de vencer a cuál guerrero ya, solo Sashi había sufrido la transformación completa, en una pelea para ella, ellos solo la estorbarían.

—¡Kala, alo si hachi moki! —(fuera, estas son mis tierras—. ¡Kalan an das gani! —(Váyanse y piedad tendré).

Les advirtió cuándo vio la primer jabalina caer justo a un lado de ella.

—Kin a baki, dagui oco —(Eres una bestia, asesina de niños), le respondió alguien que ella no lograba ver.

—No daci nuca, kins doco non visk —(No deben recordarme, era joven sin control)—. Kinki usi, haci gani, (Esto me obligó, ellos lo tienen)—. Dus ocol moc doni —(debo cuidarlos para evitarlo).

—Agui a cas opi —(Tenemos una mejor opción) fue su respuesta.