C14

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Porque acepte esa horrible cena, ahora tengo un gran dilema con respecto a todo incluyendo mi ropa, es la primera vez que iré a un evento con él y debemos combinar, pero tampoco quiero llamarlo porque debe parecer coincidencia, entonces está el otro problema Liam vio el anuncio de lencería y solo gruño que mostraba bastante piel y que para la próxima no acepte el trabajo, como si a él le importa lo que pase en mi vida. Pero él debe comprender para ser modelo o te adaptas o mueres en el intento y yo me he adaptado bastante bien.

- ¡Mama! ayúdame - grito como si estuviera poseída - ¿cuál me queda mejor? - le muestro cuando entra por mi puerta.

- Por esto gritabas tanto, solo escoge uno que cubre tu desnudez -dice antes de salir de mi habitación.

- ¿Por qué tantos gritos? - dice Bryan fastidiado entrando a la habitación - ¡cúbrete! muestras mucha piel -grita tapándose sus ojos.

- Llevo ropa interior niño - exploto de la risa al ver su lindo puchero -no sé qué ponerme - le informo mostrando le los vestidos.

- Liam se encuentra en la sala y escucho todo tu desorden - dice sacándome la lengua, me controlo para no darle un sopetón en la cabeza.

- Te daré 10 dólares si me dices como va vestido - digo agarrando mi monedero.

- Agrégale otro cero y lo pensare - afirma estirando sus manos.

- Cuando creciste tanto - digo antes de entregarle un billete de 100 dólares.

- Desde que papá quiso arruinar esta familia - veo tristeza en su mirada, me acerco para abrazarlo - su traje es negro con rojo -agrega antes de soltarse de mi agarre y salir de la estancias.

Comienzo a buscar en mi maleta y veo un vestido totalmente rojo con una abertura en la pierna derecha dejando mis largas piernas a la vista y con un muy pronunciado escote en forma de v con unos tacones de agujas negros y un maquillaje natural y recojo mi cabello en una coleta alta para que se vean mis desnudos hombros, tomo mi bolso de mano para comenzar a bajar las escaleras.

Lo veo hablando amigablemente con las gemelas mientras el pequeño demonio tiene barra de chocolates en la manos, cuando se gira puedo apreciar su saco color rojo y un traje negro, esta hermoso, me sonrojo cuando veo como me sonríe.

- Estas hermosa Lana - afirma Liam antes de darme un casto beso.

- Esto se volvió costumbre -susurro para que me escuche, el se gira para sonreír - familia nos veremos más tarde -informo antes de tocar su mano y salir por la puerta.

Él no dice nada solo sonríe como si se hubiera ganado la lotería, su chófer nos abre la puerta para que podamos entrar en los asientos de atrás, no charlamos en todo el trayecto, cuando llegamos a el hotel donde se estará celebrando la cena, caminamos agarrados de las manos hasta el restaurante donde tiene su reserva.

Ingresamos al salón saludando a todos los presentes y uno que otro abrazo de parte de esos hombres, me siento incomoda al ver como miran mi cuerpo, no respetan a sus esposas que se encuentran a su lado, le hago seña a Liam para sentarnos.

- Es un honor que tan hermosa señorita nos acompañe esta noche - dice el director mientras me señala con su copa de vino.

- El honor es mío - afirmo antes de tomar de mi copa, pero Liam me la quita para tomársela.

- A mi prometida no le gusta esta marca de vinos - afirma mientras lo huele - su vino favorito es el Screaming Eagle Cabernet Sauvignon del 1992 - informa y asiento cuando traen la botella.

- Esa es tu favorita - le reclamo y el ríe mientras bebé de mi copa.

La velada transcurre sin ningún inconveniente, solo por un pequeño detalle, esa idiota me está arruinando la noche y Liam no ayuda para nada ya que solo sonríe haciéndose notar.

Al rato los llaman para posar como pareja que son en sus papeles y la muy idiota se cuelga en su cuello, eso no hace nada en mí y ni siquiera me importa como ella lo mira. Yo termino mi copa de vino y el antagonista me invita a posar con él, lo cual hago para enseñar mis costazas prendas.

- Disculpa, me presta a mi prometida - escucho que dicen a mi espalda y me giro sonriendo hacia él.

- Hola amor - lo saludo antes de colgarme en su cuello - dime ya me quieres hacer caso, después de dejar a la estirada esa - susurro molesta.

- Amor deja los celos - me reclama y le doy un pequeño codazo.

- De ti nunca - afirmó mostrando mis pendientes de oro blanco.

- Deja de vender esas joyas con tus miradas - dice antes de besarme y que pierda momentáneamente el control de mi cuerpo.

Me sonrojo instantáneamente haciendo que el me cubra con su cuerpo.

- Soy la modelo de la marca - es lo único que digo hasta llegar a la casa.

Cuando llegamos a la entrada de mi casa, salgo tomando mis cosas y sin mirar atrás no sé qué me sucede, pero no quiero estar cerca de él y que mi corazón siga latiendo como loco, como si nunca lo había dejado de amar.

- Lana, solo quedan días para que seas totalmente mía - susurra siguiéndome.

- Soy la única que no gana nada de este maldito trato, no debo pagar las deudas de mi padre y sé que es por mi bien que lo hacen - grito enfrentando lo - pero no te amo y nunca lo haré maldito idiota egoísta - agregó para seguir hacia adelante.

Siento como me mira hasta que entro a la casa, todo el lugar está oscuro así que decido subir directamente a mi habitación y poder quitarme todo esto, el maquillaje, los pesados tacones y las caras joyas. Sentirme bien conmigo misma antes de caer en la realidad de que no escapare de este matrimonio.

Estaré atada a una persona que siempre me considero su hermana pequeña, nunca fui nada a su lado, mi amor no fue suficiente para que el olvidara eso.

Siempre Fuiste TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora