C18

1.7K 114 1
                                    

Lana

La noche que pasamos juntos fue magnifica y los demás días que le siguieron también lo fueron y porque estoy molesta con el todavía.

Puede ser que todavía no acepte que lo deseo y lo quiero, pero su exnovia no me deja tranquila, parece una acosadora enviándome mensajes de amenazas. Se lo dije la primeras veces, deseando que el la pare, pero no me hace caso.

Hoy regresamos a casa después de tres semanas, nuestros padres nos esperan en el aeropuerto para mostrarnos nuestro departamento, decidimos vivir apartado de nuestra familia, pasamos la tarde en familia para después ir hasta nuestro pequeño pero lujoso piso.

- Lana, amor - me llama Liam mientras camino hasta el baño.

- No me molestes - grito molesta, fingir delante de nuestra familia me deja mal, estamos en buenos términos y lo quiero, pero no puedo aguantar a su ex.

- Prepararé algo de merienda para esta noche - me informa - cariño te colocó toallas femeninas con alas en la puerta, ¿estás en esos días? - pregunta y yo me doy una palmada en la cara.

- No me ha venido el periodo - grito para ignorarlo.

- Hablaremos cuando salgas - murmura alejándose.

Típico idiota nunca sabe lo que tengo, recuerdo que cuando era pequeña me torcí el tobillo y el me obligó a caminar hasta casa, solo porque no quise decirle que paso. Como le digo que me caí por estar pensando en él.

Cuando salgo ya cambiada, camino hasta la que será mi lugar, pero resulta que él me está esperando en mi cama.

- ¿Qué haces acá? - pregunto sentandome en el tocador.

- Vine a dormir con mi esposa - ríe mientras lee un libro.

- Entonces dile a tu exnovia que ya no me llame ¡sí! - exijo molesta.

- ¡¿Estas celosa?! - se sorprende haciendo que me sonroje.

- ¡No! - grito molesta - lárgate de mi habitación - agregó arrojándole una de mis cremas de mano.

- Ya tranquila, soy solo tuyo, te quiero Lana - exclama envolviendo me entre sus brazos.

- Suéltame, sabes que odio que digas algo que no sientes - susurro sonrojada y el me ignora para tomarme en brazos y llevarme a la cama.

- Ahora a dormir - susurra antes de besar mis labios.

Lo ignoro para tratar de dormir porque el vuelo fue algo estresante y mañana temprano debo volver a retomar mi agenda, Víctor se encargará de elegir mi ropa en la mañana, me despierto a las 10 de la mañana y salgo corriendo. Como no me despertaron debo entrenar para una sección de fotos que tengo dentro de un mes.

Salgo ya cambiada con un chándal deportivo y un brasier, veo como mi representante y Liam toman el desayuno sin prisa.

- Los puedo matar - susurro para mí - señor Corvero debemos irnos - agregó levantando un poco la voz para que me escuchen.

- Hoy no tienes nada en la agenda, Liam prefirió que te liberará por algunos días y así tomar todo con calma - me explica Víctor.

- Eres mi representante y ya me tomé con calma tres semanas, así que caminemos - digo molesta y Liam ríe.

- También te amo Liam - agrega el de manera arrogante.

- Se que me amas Liam, pero no debías recordármelo - afirmó para ignorarlo.

Salimos de la casa y bajamos por el ascensor hasta el parqueo, me mostró el auto y subimos para llegar a mi gimnasio.

Liam

Me molesto enterrarme que April estaba molestando a mi esposa, aunque no comenzamos este matrimonio de la mejor manera quiero que al final sea un matrimonio real, siempre quise tener mis hijos con ella. Todos los saben por algo me tuve que ir de su lado, cualquiera que me viera como la cuidaba creería que tengo una obsesión con ella.

Ella era muy pequeña para comprender porque me comportaba de esa manera con ella, quise protegerla de un demonio más grande que yo, supe desde un principio que su padre no era agua clara.

Pero ofrecer a su propia hija a un hombre viejo y obeso y sólo él ofrecerla como un trofeo me hace enfurece a tal grado que deseo matarlo, aunque eso acabe con mi carrera.

Toco a lo más sagrado para mí y debe pagar por aquello, tomo mi teléfono y decido llamar a April para ponerla en alerta de lo que sucederá si trata de tocar a mi esposa.

- Hola amor, ¿ya me extraña? - saluda preguntando.

- Sabes lo que más odio, es que toquen lo que amo o traten de hacerle daño - susurro molesto.

- ¿Ahora que te hice? - pregunta tratando de quitar su culpa.

- Vuelve a escribirle algo a mi esposa y tu amada carrera se irá al demonio, recuerda quien te puso ahí - digo antes de colgar la llamada.

Comienzo a planear que haré el día de hoy ya que había pedido otra semana libre, pero Lana ha decidido abandonarme por su trabajo. Típico de nosotros.

Siempre nos alejamos cuando estamos en nuestro mejor momento, ya no quiero pensar más en nada de eso. Me paso la tarde viendo películas y limpiando la ropa, todo porque amo hacer las cosas a mi manera.

Cuando termino, me encargo de preparar la cena, me molesto bastante la actitud del representante de Lana.

A él solo le interesa volverla famosa sin medir que eso puede arruinar su salud, antes de la boda estaba anoréxica, ahora recuperó un poco de masa muscular y ya está comiendo más de lo normal en ella. Pero tengo miedo de que vuelva a estar tan flaca y que eso pueda afectar su salud.

Me encargo de enviarle un mensaje a Víctor para saber si ella ya comió y dio un positivo enviándome una foto de un plato de pasta que ella estaba comiendo, ese simple gesto me hizo sentirme bien. Le informo que debe traerla de regreso antes de las 8 para poder tener una cena algo romántica y poder hablar sobre nuestro futuro.

Me encantaría comenzar a pensar en tener al menos un perro para que nos haga compañía cuando uno falte en la casa.

Siempre Fuiste TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora