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Lana

Este tiempo ha sido genial, me encuentro envuelta entre los brazos de Liam, comienzo a buscar a un Elijah de dos años y respiro tranquila al ver que está al lado de su padre.

Liam siempre hace eso cuando dormimos juntos, toma a su hijo y lo mueve lejos de mí para poder dormir abrazándome como si no le bastará que siempre dormimos juntos. Me levanto para ir a tomar una ducha, hoy es el gran día después de tanto esperar.

Primero estábamos esperando acabar con nuestros trabajos, pero mientras más lo aplazaba más trabajo nos llegaba, cuando terminó de bañarme salgo envuelta en una bata de baño, veo como ellos se despiertan.

- Liam la ceremonia es a las 1 y tu madre y la mía están por llegar - digo y el asiente antes de robarme un beso y caminar hasta el baño.

Yo tomo a Elijah en brazos para ayudarlo a cepillar sus dientes y que tome un baño, cuando terminó lo dejó en mi habitación en compañía de su padre.

- ¿Mam? - me llama con ese tono tan suave y único, él es un niño muy tranquilo, aunque siempre pelea con su padre por mi atención.

- Mi príncipe estaré en la otra habitación, ahora papi se encargará de ti - digo besando su mejilla y el asiente.

- ¿Lista para el gran día? - pregunta tocando mi cintura.

- Si y ¿tu? - digo y el asiente besando mis labios, siento como se queja de dolor, cuando veo hacia abajo me encuentro con que Elijah le ha dado una patada a su padre.

- Él quiere acabar conmigo - gruñe y niego.

- Querías un hijo y ahora te aguantas - rio saliendo de la habitación.

Al rato llega mi madre, mis hermanas y mi suegra las cuales se encargan de que este todo perfecto conmigo, veo el movimiento en el jardín desde la ventana, me coloco una fina lencería blanca, las encargadas de mi cara y peinado para este día se encargan de realizar las opiniones de las presentes.

Veo mis uñas pintadas de un color crema, veo mi maquillaje color carne junto a un peinado recogido dejando en evidencia mis hombros, veo el hermoso vestido de encajes, arriba tiene un escote en forma de corazón y sus hombros son traslucidos, el vestido va pegado hasta mis muslos después cae suelto en una tela trasparente de encaje.

Me coloco los tacones blancos mientras las gemelas me colocan mis joyas de oro blanco para que combine con mi anillo, veo como entra Víctor él será el que me entregue junto a Sisco mi suegro.

- ¿Como estoy? - pregunto mirando el resultado.

- Hermosa, ahora si resplandeces para tu boda - dice mi madre mientras tomamos un poco se vino.

- La primera vez no portaba el brillo que estás demostrando hoy, espero que mi hijo siga llenando tu vida de amor y felicidad - susurra Victoria mientras abraza mi cuerpo.

- El me hace muy feliz - afirmó y los hombre que me van a entregar hoy y los que me han ayudado a crecer como persona me dicen que ya es hora de ir a mi boda.

Me colocan el velo y tomo un ramo de gardenias en honor a mi mejor amiga, ella está presente este día, mientras camino veo a la familia de Víctor, a los padres de Emma junto a su hermano pequeño que tiene al menos seis años, a algunas modelos con las cuales me llevó bien, a amigos de mi esposo junto a sus familias y toda mi familia.

Debo de prestarle atención a todos cuando veo la cara sonriente de Liam junto a mi nene, los dos tienen trajes azul marino, cuando llego a su lado su padre le da una advertencia y el asiente para tomar mi mano y subir mi velo. Puedo jurar que sus ojos me decían cuanto me aman. El pastor que está llevando a cabo nuestra renovación de votos cuando dice sus palabras nos da el turno a nosotros.

- Yo Liam Larouss siempre amaré a la pequeña Lana Evans, aquella chica que siempre estuvo en mi corazón y que jamás se fue, en la riqueza y la pobreza, en la salud y la enfermedad hasta que la muerte nos separe y volvamos a encontrarnos porque siempre seré tuyo - dice acariciando mi mano mientras nos miramos a los ojos.

- Yo Lana Evans de Larouss, juro siempre amarte y protegerte, eres lo mejor que le ha pasado a mi vida, tú me llenas de dicha y me vuelves la mejor mujer del mundo, me has dado por lo que luchar - murmuró mirando a mi pequeño al lado de su padre - yo siempre estaré contigo en la riqueza y la pobreza, en la salud y la enfermedad hasta que la muerte nos separe y cuando volvamos en la siguiente, porque siempre volveremos a encontrarnos y volveremos a amarnos - digo mirando sus hermosos ojos marrones.

- Los declaró marido y mujer, ya puede besar a la novia - dice el pastor y Liam no duda mucho en besar mis labios.

La recepción de la boda fue estupenda, veo como Elijah corre jugando con los demás niños que se encuentran en la fiesta, para ser un nene que casi no socialice me alegra que se divierta. Me excuso con las personas que estoy saludando cuando veo como un camarero llama mi atención.

- ¿Podría acompañarme? - me pregunta.

- Hay problemas con los platos - digo mientras camino siguiéndolo.

Veo que estoy afuera de la casa y que aparece una camioneta negra, por inercia comienzo a caminar de regreso a la casa, pero el chico no me deja moverme a sí que le regalo una patada en sus partes bajas.

- Alto hay gatita - afirma aquella voz que algunas veces me seguía en pesadillas.

- Albert, viniste a buscar lo que mi padre te prometió - preguntó y el niega dándome un regalo.

- Se cuando rendirme Lana, tu luchaste para que no te tocará, me disparaste y casi acabas con tu vida por ese hombre que se encuentra haya adentro - dice de manera extraña.

- Si es un truco te digo que no me podrás llevar contigo - gruñó molesta y el ríe ignorando me.

- Se dice gracias, Lana, ya no volveré a molestarte, solo vine a decir eso y espero que el regalo sea de tu agrado - camina alejándose de mi para volver a su auto - Lana eres una belleza - grita arrancando su motor para irse de mi vista.

Regreso a la recepción y sin pensarlo tomó a mi hijo en brazos para caminar hasta donde su padre, Elijah recuesta su cabeza en mi hombro, cuando tengo a Liam delante de mí tocó su pecho, sintiendo como su corazón late deprisa.

- Ese es el sonido más hermoso que he escuchado - digo antes de inclinarme a besar sus labios - que opina señor Larouss si ya le damos un hermano a Elijah - agregó coqueta, él toma mi cintura entre sus manos.

- Eso es lo que más deseo - dice besando la cabeza de su hijo.

- Que vivan los novios - gritan nuestros invitados en conjunto.

Se que nuestra relación no comenzó con buen pie, pero me alegra que al final terminará así, yo totalmente enamorada de un hombre que me demuestra que le importo todos los días, de una gran familia que siempre estuvo hay para mí, de amigos que siempre me apoyaron en todos mis sueños y de la gran familia que forme, soy una mujer afortunada, tengo amor en mi vida.

Fin.

Díganme que no soy la única, estoy llorando de la emoción, me siento feliz de poder culminar otro de mis libros.

Muchas gracias a mis queridos lectores que siempre me han apoyado y son fieles a mis historias.

Con esto se despide Mel.

22/may/2020.

Siempre Fuiste TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora