C9

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Estoy soñando que estoy en una hermosa playa mientras el me regala dulces besos y reímos de cualquier tontería, pero al rato siento como me remueve de manera violenta y yo trato de aferrarme a este hermoso mundo de sueño.

- Es hermosa parecida a mamá - escucho un suave murmullo - es de verdad que somos hermanos - afirma la voz chillona de un niño.

- Bryan ya déjala dormir, pareces un pervertido - dice una hermosa voz angelical.

- ¡Quiero ser como ella cuando crezca! - afirma otra suave voz en manera de admiración.

- Tienen que elegir lo que deseen hacer con su vida ustedes mismos - me levanto agarrando mi cabeza y poder sonar mi estómago por el hambre que se hizo presente - son tan ruidosos, yo no los recordaba de esa manera - afirmó riendo para estirar mis brazos - abrazo de monstruos, pequeños - agrega antes de besar sus cabezas.

Ellos llegan hasta mí y me regalan muchos besos y nos damos un fuerte abrazo, de verdad que los extrañe a cada uno, ya las gemelas están más altas que la última vez y ya tienen más cuerpo que yo, aunque les ganó en estatura crecieron hermosas y son unas pequeñas versión de mi madre, pero con diferentes color de ojos unas saco el color azulado de mi padre.

Bryan está más alto y dejo de ser regordete y es casi igual a nuestro padre.

- Tengo hambre - murmuró riendo y ellos se unen a mi risa - me doy un baño y bajo a comer con ustedes - les informo antes de entrar al baño.

- Es temprano, no despertaste ayer a sí que mamá te dejó dormir hasta ahora - me informa una de las gemelas.

- Entonces debo ir a correr un rato cuando salgo - informó y no escucho nada de afuera.

Cuando termino me visto con un chándal negro y una polera gris con unos tenis del mismo color para combinar, me hago una coleta alta y coloco un poco de crema corporal, cuando salgo voy directo a la cocina para tomar un poco de tocino con huevos revueltos y jugo de manzanas, no veo a mi madre y así es mejor la verdad. Salgo de la casa para recorrer todo el lugar, comienzo a correr cuando me canso de estar tan tranquila, cuando estoy lo bastante cansada regreso a casa para poder subir a mi habitación y tomar otra ducha para colocarme unos jeans con una blusa morada y unos botines.

- Buenas tardes -saludo bajando las escaleras al ver la hora desde mi teléfono y darme cuenta de que es demasiado tarde -te extrañe -murmuro al ver a mi madre sentada en la mesa, ella se levanta para ir a acariciar mi cabello y besar mi frente.

- Gracias a dios por dejar que vuelvas a casa después de cinco largos años -murmura llevándome hasta la que será mi silla en la velada -tengo que hacer una gran cena de bienvenida -dice más que feliz y mis hermanos hacen señas con sus manos.

- ¿Vendrá la familia Larouss? -pregunto al recordar a mi segunda madre y la mejor amiga de mi madre.

- Si vendrán todos, Liam llega esta tarde y se pondrá feliz al ver que regresaste -afirma mientras va sirviendo la comida -ponte hermosa para que Liam te vea -agrega feliz y asiento no viéndole la importancia. 

Cuando termino más de la mitad de lo que está en el plato, que consiste el pollo frito y papas con ensalada, tomo un poco de vino para irme a ver una película con las gemelas, nos pasamos el resto de la tarde enseñándoles a maquillarse y como combinar toda su ropa, me molesta que con la edad que tienen todavía no tengas muchos pares de tacones, salimos al centro comercial y les compro a cada uno ocho pares de las mejores marcas, no he visto a mi padre en toda la mañana y resto de la tarde no deseo preguntar por él, regresamos a casa con helado en manos.

Llego a mi habitación para poder revisar los mensajes y mis redes sociales para ver como Víctor ha manejado ese asunto, parece que al final todo salió bien con la imagen del señor Biachi, son las 6 de la tarde decido dormir un rato hasta que llegue la hora de tomar una ducha y vestirme.

- Despierta Lana, llegaremos tarde - me mueve de la cama mi madre.

- La cena no sería en casa, ¿qué hora es? -pregunto dormitada y tratando de incorporarme de la cama.

- Se hará donde tu madrina y ya son las 7:30 y la cena es a las 8 -me informa y yo me despabilo para ir a tomar una ducha.

Cuando salgo me coloco una ropa interior de encaje rojo, para que no se note con el vestido rojo que me podre esta noche, el cual es agua lluvia y tiene unas pequeños vuelos al final que lo hace parecer de princesa que me queda por las rodillas y el cual acompaño con unos tacones de tacón grueso negro con adornos en rojos, me coloco la cadena que me regalo hace años, la cual contiene nuestras iniciales, me coloco un poco de perfume y un maquillaje ligero.

recojo mi cabello en una coleta alta, me veo en el espejo y me fascina el resultado, tomo mi bolso de manos y coloco todas mis cosas, salgo buscando a mi madre y veo como me mira admirando lo que me puse.

Siempre Fuiste TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora