Capítulo 7

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-¡Al fin en casa! - gritó Genya mientras se tiraba descuidadamente sobre el sofá.

Sanemi lo miró sonriente mientras terminaba de entrar algunos bolsos, Genya parecía realmente feliz.

-¿Nemi?

-Dime.

-Aunque cuando lo dije fuera mentira ¿quieres que prepare ohagi?

Esos cuidados y cariños, Sanemi se sentía como un niño consentido siempre que Genya estaba a su lado, en todo le daba el gusto.

-Preferiría comerte a ti, pero el ohagi está bien por ahora.

Genya escondió la cara en los cojines, avergonzado, aquellas palabras lo tomaron por sorpresa, balanceaba los pies y le daba pequeñas patadas al borde del sofá, siempre lo hacía cuando estaba nervioso como un intento tonto de liberarse de la presión, Sanemi pensaba que era brutalmente tierno. Él recordaba lo que le había prometido a Sanemi cuando estaban en casa de su madre y no estaba dispuesto a faltar a su palabra, pero... ¿que debía hacer exactamente? Jamás había estado con nadie, esas cosas nunca le llamaron demasiado la atención y lo poco que conocía era por la escuela y solo aplicaba si tu pareja era una chica. En eso una idea brillante apareció: preguntarle a Tanjiro... Sabito podría saber algo también, pero dado lo estricto que era Tomioka con él, dudaba bastante que hayan tenido esa clase de encuentros y no quería echarle sal a la herida de su amigo.

Un segundo después Genya se sintió estúpido por no preguntarle a sus amigos antes.

Sanemi se había ido a su cuarto a acomodar algunas cosas así que mientras el mayor no estaba aprovecharía para hablar con Tanjiro por mensajes. La conversación empezó normal, un "hola" seguido de un "¿como estas?", su amigo era el tipo de persona que contesta enseguida, esto sería rápido, soltó la pregunta como una bomba pequeña e inocente, el mensaje fue visto y podía jurar que en esos momentos Tanjiro se moría de la vergüenza y buscaba las mejores palabras para decirlo.

Genya se acaba de dar cuenta de la cosa extremadamente vergonzosa que acababa de hacer.

-Me lleva la-

-¡No digas malas palabras! - Sanemi gritó a todo pulmón desde la habitación, haciendo que Genya saliera disparado del sofá por el susto.

¿Cómo demonios lo había oído? Genya no tenía ni la más remota idea. Intentó recomponerse del tremendo espanto que se acababa de llevar y tomó nuevamente su teléfono, tenía la respuesta de Tanjiro, con nerviosismo lo abrió y leyó... ¿¡Tenía que ser tan malditamente específico!? ¿¡Y como demonios sabía tanto!? Dejando de lado el malestar que le generaba que alguien menor estuviera más al tanto sobre el sexo que él ¡esto era demasiado! Genya no era tan fuerte, no lo soportaría, ya había visto a su hermano mayor sin ropa y definitivamente no lo aguantaría, era demasiado, era el fin.

-¡No hay forma de que eso entre ahí! - lanzó con enojo su celular contra el sillón.

-¿Que entre que cosa? - preguntó Sanemi qué acababa de llegar a la sala.

-¡Pues tu enorme p...! - se mordió la lengua y detuvo a tiempo. Sanemi lo miraba confundido, su hermano menor comenzaba a actuar extraño sin un motivo aparente - ¡No es nada! Solo era un tonto y frustrante juego en mi celular - mintió - iré a preparar algo de comer.

Sin esperar respuesta simplemente se fue a la cocina, pasando al lado de Sanemi, rápido y sin mirarlo.

Sanemi suspiro cansado.

-Continuas sin saber mentir, hermanito - murmuró por lo bajo.

Estaba preocupado, no lo negaría, Genya jamás ocultaba cosas de él y mucho menos le mentía. No estaba seguro sobre que le podía estar pasando, pero su instinto de hermano mayor le sugería dejarlo pasar de momento, más adelante le pediría una explicación directa, pero por ahora Genya ya parecía bastante agobiado consigo mismo como para que él empeorara la situación.

Tiempo Perdido [SaneGen] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora