Extra ¡Nemi, Feliz Cumpleaños!

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Todo tenía que salir bien, el cumpleaños de su hermano mayor es hoy y conociéndolo, seguro lo había olvidado, como siempre. Su plan era simple: esperarlo con una cena sorpresa en casa. Para ello le había pedido a Uzui y Rengoku que lo mantuvieran entretenido sin levantar sospecha, mientras él volvería rápido a casa luego de la escuela, le diría que se quedaría en casa de Sabito para estudiar y así podría irse solo.

Era realmente un milagro que su hermano fuera reservado y que nadie más aparte de ellos tres supiera que día estaba de cumpleaños. Se mantuvieron actuando con normalidad todo el día, sin siquiera felicitarlo. Rengoku y Uzui le habían dado un regalo que tenían para Sanemi con anticipación a Genya para que él pudiera esconderlo en casa y dárselo después. Ya había hablado con su madre y hermanos para que no llamaran al mayor durante el día, también enviaron un regalo para este por correo, lo guardó junto al regalo de sus amigos.

Todo estaba saliendo bien, Sanemi hacia todo como en un día normal sin sospechar nada. Cuando era la hora de salir, Genya se fue a toda prisa, debía comprar algunas cosas e ir rápido a casa para preparar todo. Uzui y Rengoku se quedaron conversando con Sanemi y luego lo invitaron a beber algo, tenían que esperar hasta que Genya les dijera que podían dejarlo ir, Sanemi aceptó sin muchas protestas ya que pensaba que su hermano menor se había ido con su amigo y que nadie lo esperaba en casa.

Sabito sí estaba con Genya, pero ayudándolo a terminar todo más rápido, no se pudo negar al tierno pedido de ayuda que su mejor amigo le había hecho. Lo acompañó a comprar y ya en su casa, a ordenar y cocinar. Cuando fuera cumpleaños de Giyuu definitivamente tendría que devolverle el favor.

-No vi que compraras algo aparte de comida ¿ya tienes un regalo para Sanemi? - dijo terminando de acomodar algunas cosas.

-¡Por supuesto! Lo compré hace tiempo - afirmó feliz.

-¿Y que le darás? - preguntó curioso.

-¡Es una sorpresa!

Sabito suspiró cansado, se dio cuenta que Genya no le diría que cosa es por ahora, mañana le preguntaría de nuevo que cosa le regaló.

-¡Terminamos! - dijeron ambos al mismo tiempo, sentándose en el sillón mientras Genya tomaba su teléfono.

-Le avisaré a Uzui y Rengoku que pueden dejar ir a mi hermano - rió.

-Yo me voy - se puso de pie y todo sus cosas - si necesitas algo más, llámame.

-Muchas gracias por tu ayuda, Sabito - le sonrió y camino con él a la puerta.

-No agradezcas, tu tendrás que ayudarme con el cumpleaños de Tomioka después.

-Será un placer - respondió en medio de dulces carcajadas.

-Mucha suerte con todo - sonrió y apoyó su mano en el hombro del más alto, dándole ánimos.

-Gracias - sonrió.

Después de devolverle el gesto, Sabito se fue. Genya se quedó un momento siguiéndolo con la mirada para asegurarse que estuviera bien, por suerte no vivía lejos de ahí así que no sería demasiado peligroso. Mientras estaba perdido mirando por la puerta, su celular vibró en su bolsillo, rápido lo vio y se encontró con un mensaje de Uzui: "el amor de tu vida llegará en 5 minutos". Luego de cerrar la puerta se dirigió al sillón y escondió su cara en uno de los cojines, intentando calmar la vergüenza que el mensaje del amigo de su hermano le había dado ¿¡como podía soltar algo así tan a la ligera!? De inmediato se enfocó en su respiración, inhalando y exhalando de manera constante para poder tranquilizarse, debía estar en su mejor estado para cuando Sanemi llegara.

Después de unos minutos escuchó el auto de su hermano llegar y apagando todo, se escondió detrás de la corta pared que estaba al lado de la puerta principal, quedando fuera del rango de visión de cualquiera que atravesara la entrada. Escuchó la puerta abrirse y agazapado entre la media luz del atardecer vio a su hermano tirar su bolso al sillón y soltar su corbata junto con los primeros botones de su camisa. Apenas le dio definitivamente la espalda, salió silencioso de su escondite y con sigilo se acercó a Sanemi, abrazando con fuerza su cintura, desde atrás. Lo sintió dar un salto debido al susto y voltear rápido su vista hacia él.

Tiempo Perdido [SaneGen] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora