Capítulo 8

5.5K 401 341
                                    

"Un inservible trozo de mierda como tú, no puede ser mi hermano"

Genya se despertó sobresaltado sin saber muy bien la razón, su cuerpo sudaba frío y habían lágrimas en sus ojos, era como si hubiera tenido una pesadilla y a pesar de no recordar nada sobre ella no podía calmar su respiración ni sus latidos.

-Genya, levántate ya - Sanemi entró a la habitación - sabes que hoy tenemos que a... ¿¡Que pasó!? - se acercó rápido y preocupado hacia él - ¿por qué lloras? ¿Te duele algo? Dime, por favor - sonaba angustiado y desesperado por entender la razón por la cual su hermano menor lloraba sin consuelo.

-No lo sé - dejó que el mayor limpiara las lágrimas en su rostro sin poner resistencia - creo que fue una pesadilla, pero no esto seguro.

-¿Una pesadilla?

-Pero no recuerdo nada, cuando desperté ya estaba así - explicó.

A Sanemi esto no le gustaba en lo más mínimo, se parecía demasiado a las primeras veces que comenzó a soñar con su vida anterior, él realmente no quería que Genya tuviera conocimiento sobre ella, no fue una buena vida, no son lindos recuerdos con los cuales vivir, prefería ser solo él quien cargara con los errores y penas del pasado... Genya merecía ser feliz y vivir en paz.

-¿Que decías antes, Aniki? - preguntó cuando ya estaba un poco más calmado.

-Venía a decirte que se nos iba a hacer tarde - suspiró - recuerda que las vacaciones de verano ya terminaron.

-¡Cierto! Lamento dormir de más y obligarte a hacer las cosas solo, Nemi - agachó la cabeza.

-No te preocupes - sonrió y despeinó aún más el alborotado cabello del menor - siempre eres tu quien lo hace, no me cuesta nada ayudarte de vez en cuando.

Genya sonrió y le dio un tierno beso de buenos días antes de ponerse en pie.

-Iré a darme una ducha, estaré listo enseguida.

Y sin esperar respuesta salió de la habitación dejando solo a Sanemi. Quería pensar que solo era su imaginación, que tal vez solo fue un sueño ocasionada por uno de los tontos videojuegos de terror que su hermano solía jugar o que fue solo una pesadilla aislada y completamente normal. De todas formas no podía hacer nada... Sanemi no podía proteger a Genya de sus propios sueños.

Se puso en pie y fue a la cocina a terminar de preparar el desayuno, sería un día largo y era mejor estar preparado con algo delicioso en el estómago.

Genya estuvo listo un par de minutos después y fue a comer junto a su hermano. Ante los ojos de Sanemi, el menor seguía actuando como lo hacía habitualmente, de manera amable y amorosa, tal vez se había preocupado de más y había sido un sueño sin sentido ¿sería mejor olvidarlo? Si Genya no recordaba nada, no iba al caso permanecer alerta. Sanemi lo dejaría pasar mientras su hermano menor se viera bien.

-Es hora de irnos - Sanemi se puso en pie al terminar de comer y tomó sus cosas para ir al auto.

-¡Nemi! ¡Espera!

-¿Que pasa? - dijo volteando a ver, pero antes de poder decir algo más fue interrumpido por un beso apasionado. Genya lo abrazaba fuerte por los hombros, rodeando su cuello e impidiéndole separarse. Sus labios húmedos le provocaban escalofríos y su lengua jugaba a recorrer cada rincón de su boca - ¿eso por qué fue? - cuestionó mientras trataba de recuperar el aliento.

Tiempo Perdido [SaneGen] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora