El equipo 7 sufre la pérdida de su querida Kunoichi Sakura al integrarse con los ANBU sin ninguna explicación o aviso.
»Déjame en paz, Sasuke. Mi destino es ser más fuerte que tú y todos los demás.«
Había algo extraño en la peligrosa ANBU, algo había cambiado y por supuesto que eso no pasaría por alto para Sasuke y Naruto, la chica se veía cohibida, como un pequeño conejo escondiéndose de un lobo y el lobo era Sasuke.
-¿Qué le hiciste ahora a Sakura-chan para que te esté evitando, teme?
-Cómo si supiera, todo le molesta.
La chica escucho eso y chisto molesta, ¿de verdad estaba enamorada de aquel horrible hombre azabache sin corazón? Justo cuando pensó eso recordó algo que punzo en su corazón.
Es el amor de mi vida
Definitivamente ella no tenía derecho a siquiera pensar tal cosa del Uchiha, cargaba de igual forma con la marca de maldición aunque no la tuviese en su cuerpo. De verdad la amaba, eso la hacía muy feliz y con unas ganas enormes de besarlo y decirle cuanto lo extraño y se preocupo por él...
-Sakura. - Itachi la sacó de sus pensamientos, estaba preocupado, ella no era tan distraída. Ya estaban por llegar a la aldea, ayudaba que todos tuviesen las suficientes energías como para no tomar descansos pero ella se veía agotada.
La pelirosa lo observó dolida, tampoco podía verlo a la cara sin recordar todo lo que confesó ante Sasuke. Malditas situaciones tan cliché, de verdad odiaba el cliché. -No te preocupes por mi, estoy bien.
-Creo conocerte lo suficiente como para saber que no es verdad.
Suspiro derrotada, siempre sabía que decir. - Me siento extraña, necesito meditar algunas cosas.
-Sabes que estoy para ayudarte, cerezo.
-Lo sé, lo agradezco...
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Itachi paró en seco y abrazo a Sakura, sorprendiendo la por completo, Itachi siempre destacó por su gran inteligencia, el sabía que Sakura los había escuchado, sabía que ella no lo amaba como él a ella; al menos quería abrazarla, sentir su calor, eso calmaria su miedo por un rato.
-Te amo. - Sakura abrió sus ojos de par en par, ese sentimiento de culpa la estaba comiendo internamente. Le dolía, le dolía en lo más profundo de su ser, jamás pensó que no corresponder un sentimiento como ese sería tan complicado y triste. - No quiero perderte... - Y ahí va de nuevo, llegado a ese punto la pelirosa juraba ya no tener órganos internos, la culpa acabó con todo dentro de ella dejando escapar una lágrima.
-Itachi, yo... - el mencionado posó un dedo en los labios de la chica y negó sonriendo, no era necesario que dijera algo que era evidente, mucho menos por que dolería demasiado y aún debían llegar con la hokage y hablar sobre el plan. Sakura apretó sus labios y bajó la cabeza, ya no había vuelta atrás, Itachi lo entendió aún sin hablar de algo concreto, ella lo había rechazado.
