Cerezo Marchito

No lo arruines, Sasuke

Sasuke estaba atónito, no sabía que pasaba pero eso si, le estaba gustando más que mil tomates en su mejor punto; esos labios rosados y húmedos siendo poseídos por él y sólo por él. Increíblemente ambos lo sabían hacer muy bien aún cuando ambos eran unos completos novatos en el tema de los besos, era patético si lo poníamos de esa forma pero era verdad, sin embargo, justo en ese momento eran como los número uno besando, se sentía como cada músculo de ese cuerpo tan fogoso se movía aprovechándose del pelinegro.

Ese beso no se sentía como uno lleno de puro deseo, era una gran combinación de amor y tristeza, se necesitaban tanto el uno al otro que la única forma de poder expresarlo era así, reclamándose mutuamente por besos y caricias.

-Sasuke... -Soltó la pelirosa en un segundo al despegarse del hombre frente a ella, estaba totalmente sonrojada, sudada y mareada. 

El azabache se relamió los labios al escuchar su nombre, cuando ella lo decía no podía evitar sentirse genial y lleno de deseo por que ella lo dijera de nuevo, más lento y más provocador. 

-Necesito más de ti- Susurró Sasuke sin pensar provocando que Sakura sonriera buscando las manos del azabache y colocándolas en su trasero, el Uchiha apretó un poco el terreno al que la chica le dio pase libre. -¿Estás segura de esto?

-No lo arruines, Sasuke...-Sakura lo beso de nuevo, más intensamente que antes, metiendo agresivamente sus manos entre la prenda del chico, poco a poco lo fue despojando de esa molesta playera que traía para dormir y de repente, la temperatura comenzó a bajar, ambos se separaron un poco mientras respiraban agitadamente observando como se podía ver el vapor saliendo de sus bocas -Lo siento- Se disculpó apenada la rosada -Es mucho poder el que tengo y es algo difícil contenerlo cuando estoy así...- Sasuke sonrió y la beso de nuevo, fue rápido pero tierno.

-Poco a poco iremos calentando el ambiente- Al terminar su frase desabrochó el brasier de la chica, ésta salto sorprendida pues no se dio cuenta de cuando Sasuke le voló la blusa, él se dio cuenta de la confusión por parte de la rosa -Que puedo decir, soy un Uchiha- Justificó arrogantemente, Sakura movió la cabeza fastidiada y lo aventó a la cama para así quedar acostado.

-Que no lo arruines, Uchiha, carajo...-

-Uy si, ¿ya nos estamos poniendo rudos?-

-Agh...- Sakura se levantó de la cama, buscó su blusa y se la puso rápidamente -No creí que pudieras arruinarlo- Estaba a punto de irse pero Sasuke en un hábil movimiento la acorraló contra la pared y le susurro lentamente -¿En serio me dejarás así?

Sakura no pensó, ni siquiera pudo plantearse la idea de irse en serio, todo pasó muy rápido y de nuevo se encontraba besando los labios de su amor eterno.

Ambos estaban en su punto máximo, se necesitaban más de lo que parecía y por alguna razón el que ella estuviese acorralada y él siendo el dominante los entusiasmaba aún más que estando en esa cama, sentían que ardían cada vez más entre cada roce y caricia pero...

-¿En verdad lo haremos? Si seguimos avanzando... en serio no podré parar.

-¿Es que no te está gustando? -Empujó al Uchiha y se cruzó de brazos

-No, tu estás bien ¡Bueno! es decir, no eres fea... lo que trato de decir es que eres... Uff, ¡eres Sakura!

-¿Eso que quiere decir?

Sasuke apretó sus labios, ¿será este el fin del hombre araña?

-Tomaré eso como un "vete", si de verdad querías esto, no me hubieses preguntado nada, ni siquiera estoy tan ebria como para no saber lo que estoy haciendo -Salio de aquel cuarto azotando la puerta dejando a Sasuke como un completo idiota.

-Al final... Si lo arruine.