𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃𝐘 𝐌𝐎𝐎𝐍 ⸻ 𝐌𝐈𝐍 𝐘𝐎𝐎𝐍𝐆𝐈

𝕮𝖔𝖓𝖏𝖚𝖗𝖔 𝖃𝕴𝕴.

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Salem, Massachusetts - año 1692.

ꟷNo puede ser ꟷmencionó temblando la joven muchacha pelinegra, mirando por la ventana con barrotes de la casa baja donde se encontraba.

La puerta se abrió de repente haciendo un gran estruendo, dejando ver a otra chica con una capa de terciopelo color rubí, la cual sujetaba en sus brazos a una pequeña bebé de unos días.

ꟷCierra, por dios, cierra la puerta ꟷdijo exaltada la última chica, logrando que la expectante de la ventana corriera a cerrar la entrada poniéndole el máximo de candados posibles para asegurar que nadie más irrumpiera en el lugar.

ꟷ¿Qué está pasando? ꟷpreguntó la pelinegra temblando de manera casi imperceptible.

ꟷLos colonos ingleses están condenando a mujeres de todas las aldeas posibles. Parece ser que alguien se fue de la lengua y están causando una revuelta quemando casas para sacar a todas las mujeres y llevárselas a Gallows Hill. Nos quieren colgar, Abigail ꟷsusurró atemorizada la pelirroja.

ꟷTenemos que llevar lejos al bebé, antes de que nadie note su presencia, podrían dañarla a ella también ꟷrespondió rápidamente su amiga, algo exaltada.

Corrió hacia las ventanas y cerró bruscamente todas las cortinas, no sin antes dar un último vistazo a todo el alboroto causado en las casas cercanas a la plaza del pueblo. Hombres montados a caballo galopaban con fuerza y dureza alrededor de la gente corriendo de un lado para otro mientras sostenían un fusil springfield en sus manos, disparando a tantos como pudieran.

ꟷBetty, no nos van a dejar escapar ꟷcomentó sin aliento cerrando la última cortinaꟷ. Coge todo lo que puedas, nos escaparemos por la puerta de atrás. En el bosque será más difícil ser detectadas entre tanto árbol.

ꟷGuardaré las cosas de la niña y algo para comer ꟷmurmuró con un nudo en la garganta. Metió cosas varias en una pequeña bolsa sin fijarse mucho por los nervios y las prisas.

ꟷBuscaré algo para que podamos defendernos, no podemos arriesgarnos a que nos vean haciendo nada sospechoso ꟷcontestó Abigail cogiendo dos dagas del cajón que se encontraba debajo del fregadero desgastado por las humedades.

La puerta de madera empezó a agitarse con violencia, escuchándose fuertes gritos de hombres.

ꟷAbran, solo queremos hablar ꟷdijo uno de ellos con su voz temblando ante los golpes que propinaba a la madera de la casa, con fe de tirarlo todo abajo para atraparlas.

ꟷO quizás jugar un ratito ꟷrespondió otro riendo estruendosamente, con burla.

Betty cogió su bol y todos sus utensilios para levantar una tabla de la tarima del suelo. Escondió todo en un hueco que había en el suelo y lo colocó de nuevo como si nada hubiera pasado. Cogió una de las alfombras con mosaicos cercanas al pequeño sofá y la puso encima para tapar donde había subido el suelo.

ꟷVamos, tenemos que irnos ꟷcuchicheó Abigail bastante exaltada, era un hecho que, si seguían así no tardando, tirarían la puerta abajo y las cogerían.

ꟷVamos, vamos ꟷrunruneó Betty, colocándose el bolso cruzado con el bebé aún en sus brazos.

Abrieron la puerta de la despensa donde guardaban comida de sobra y una vez entraron, cerraron la puerta a sus espaldas.