𝕮𝖔𝖓𝖏𝖚𝖗𝖔 𝖁.

252 22 8
                                    

⁺˚⋆。°✩₊✩°。⋆˚⁺


El ambiente era pesado, triste y quejumbroso. Todo asemejaba pasar en cámara lenta para todos los habitantes y estudiantes del sitio. Estaban en estado de shock, no parecía que se creyeran lo que habían visto u oído de personas ajenas a ellos y de la televisión. Karma y Alice paseaban por el campus en dirección al edificio donde tendrían lugar las clases.

—¿Por qué siento que estamos en una especie de funeral lúgubre?

—Pues quizá porque prácticamente es lo que es, Alice. No han sido las mejores noticias que le podía pasar a Yellowknife.

—¿Crees que cancelarán las clases?

—Si el miedo empieza a esparcirse puede que sí. No es agradable salir de casa después de saber lo que pasó ayer.

Alice dejó escapar un pesado suspiro de sus labios.

—Será mejor que entremos, cuanto antes pasemos el mal trago de hoy, mejor.

Karma asintió secundando la idea de la chica rubia y enredó su brazo derecho en el zurdo de su mejor amiga para así caminar entre las fúnebres y desoladoras vibras de la gente. Nada más entrar a la antigua construcción se encontraron con decenas de carteles con los rostros de los adolescentes que sufrieron el ataque, todos apoyaban a las familias y tenían bonitos mensajes de despedida. Karma arrugó su nariz, estaba más que claro para ella que era algo melancólico, no se lo deseaba a nadie, pero no le gustaba la hipocresía de la muchedumbre. ¿Por qué todos eran las mejores personas del mundo cuando fallecían? No parecían apreciarles en vida, pero sí para mandarles flores a sus tumbas y cantar sus penas a los cuatro vientos. El megáfono de los pasillos rechinó durante unos segundos, dando a entender que lo habían encendido para avisar de algo.

—Todos los alumnos diríjanse a la sala de actos.

La voz del director resonó por toda la instalación y la multitud se comenzó a observar con detenimiento.

—Vamos —mencionó la voz de Alice.

Arrastró con ella a Karma, seguramente iban a dar un mensaje importante, no querían llegar tarde. Todos los alumnos parecían consternados y confusos, escudriñaban su alrededor en busca de respuestas que todavía no les serían dadas. Karma y Alice miraron a ambos lados de sus cuerpos y se sentaron en los primeros asientos que vieron libres. La gente allí se encontraba igual, se miraban entre todos, cuchicheaban, pero de un momento a otro, el silencio bañó la habitación. El rector de la institución subió al escenario de la sala de actos con pasos firmes y fuertes y observó a la muchedumbre delante de él.

—Bueno, como sabéis, vamos a tratar un tema delicado. Es un tema que ha sacudido de la noche a la mañana al pueblo de Yellowknife y es algo que nunca imaginamos que podría suceder. Hemos perdido a tres valiosos estudiantes que siempre lo dieron todo para tener las mejores calificaciones, para estudiar y para convertirse en personas de provecho en un futuro. Los vimos crecer el efímero tiempo que pisaron nuestro centro, los vimos reír, socializar, ser competitivos y lo más importante, los vimos ayudar a otros sin esperar nada a cambio. Quisiera dar mi pésame con estas a palabras a las familias que el día de ayer perdieron a alguien tan valioso y a la vez, tan joven. Es realmente triste.

Algunos chicos y chicas lagrimeaban oyendo hablar al canoso señor, otros tantos simplemente miraban a las musarañas y los restantes hacían malas caras queriendo salir de allí corriendo sin mirar atrás.

𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃𝐘 𝐌𝐎𝐎𝐍 ⸻ 𝐌𝐈𝐍 𝐘𝐎𝐎𝐍𝐆𝐈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora