𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃𝐘 𝐌𝐎𝐎𝐍 ⸻ 𝐌𝐈𝐍 𝐘𝐎𝐎𝐍𝐆𝐈

𝕮𝖔𝖓𝖏𝖚𝖗𝖔 𝖃𝕴𝕴𝕴.

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Salem, Massachusetts - año 1692.

ꟷNo me creo que hayamos podido burlarlos ꟷdijo Betty suspirando algo más calmada.

ꟷNo cantes victoria, la voz se está corriendo en condados cercanos y hasta en el país entero. Tenemos que ir con ojos en la nuca ꟷcontestó Abigail algo cansada de tanto caminar.

Poco después, llegaron a un pueblo algo alejado de donde ellas vivían.

ꟷCon cuidado ꟷle recordó la pelinegra.

Una vez pisaron las calles empedradas, transitadas por ermitaños y carruajes tirados por caballos en los cuales se llevaban víveres para las malas fechas que se acercaban, se pusieron tensas.

ꟷTenemos que buscar un sitio donde cobijarnos, donde alguien pueda ayudarnos ꟷcomentó Betty una vez se internaron por las calles llenas de gente, más que un pueblo parecía la gran ciudad.

ꟷTengo un amigo que puede ayudarnos ꟷsusurró en confidencialidad a su amiga, tomando así rumbo en primera cabeza, mostrándole el camino a su acompañante. 

Se comenzaron a encaminar por barrios algo deshabitados y de mala muerte, llenos de vagabundos y yonquis borrachos tirados en el suelo, hasta acabar en un callejón completamente vacío. Siguieron andando hasta llegar al final donde se veía una pequeña hilera de casas haciendo esquina cerca de la plaza, donde se encontraba el ayuntamiento.

ꟷNo me puedo creer que gente se siga drogando hasta quedarse sin conocimiento con los alucinógenos LDS y a ellos no les condenen por supuesta brujería.

ꟷNo es lo mismo, Betty. Se ve que son unos pobres viciados a esa sustancia fuera de hacer algo con ella para curas ꟷcontestó su amiga, parando en seco en frente de la puerta de una casa decorada con colores rojos y detalles dorados.

ꟷ¿Es aquí? ꟷpreguntó la pelirroja, haciendo asentir a su amiga, quien tocó varias veces con sus delgados nudillos la puerta de gruesa madera.

Se escuchó como abrían con cautela los candados de la puerta y segundos más tarde, se abrió por completo dejando ver a un anciano de un alrededor de ochenta años y vista cansada.

ꟷ¿Qué haces aquí? ¿Te han seguido? ꟷcomenzó a preguntar el bajo hombre, sacando su cabeza por la puerta para mirar exaltado a su alrededorꟷ. Entrad, entrad ya, deprisa ꟷañadió haciéndose a un lado para cerrar todo, una vez estuvieron dentro.

ꟷNos han allanado la casa, Víctor. Nos quieren colgar, eras la única opción que teníamos para escondernos ꟷmencionó Abigail, traspirando ligeramente debido a los nervios.

El señor dirigió su mirada a la bebé que ahora tenía los ojos abiertos, mirándole atento.

ꟷNo podéis dejar que la cojan, la matarían. Tienes que llevarla a la iglesia, nadie sabrá quién es y allí la cuidarán, al menos hasta que todo esto pase ꟷle aconsejó a Bettyꟷ. La Iglesia está detrás del ayuntamiento que veis a través de mi ventana.

ꟷTienes que ayudarnos con eso, Víctor. Nadie puede vernos o nos descubrirán ꟷsusurró Abigail, bajando su mirada al suelo.

ꟷYo la llevaré, me encargaré de todo. Mientras, quiero que os deis un baño y os relajéis ꟷdijo él viendo como la pelirroja se despedía tristemente de la bebé.