005.

3.1K 171 8
                                    

Twitter

Amanecí sintiendo algo pesado impidiéndome moverme, sonreí cuando vi a Myke profundamente dormido, se le veía cansado así que opté por quedarme con mi teléfono, viendo las notificaciones y demás, mi hermano me había un mensaje regañándome por no a...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Amanecí sintiendo algo pesado impidiéndome moverme, sonreí cuando vi a Myke profundamente dormido, se le veía cansado así que opté por quedarme con mi teléfono, viendo las notificaciones y demás, mi hermano me había un mensaje regañándome por no avisarle y otro diciéndome que no estarían en casa en todo el día, que si me apetecía, podía pasarme por el apartamento de Karol.

—Diablo, tu si que madrugas,¿no?.—susurró con la voz ronca, se tapó hasta la barbilla.—¿Llevas mucho despierta?.

—Como una media hora.—bloqueé el teléfono, sentí como me atrajo más hacia él y sonreí de forma breve.

—Vamos, Mykie, hace un día genial.—gruñó en bajo.—Levántese.—dejé un beso cerca de sus labios.—Mire que pienso seguir..

—No me molesta...—por fin abrió los ojos,me miró unos segundos.—A ver...—deshizo su agarre muy despacio.—Mierda.—soltó molesto cuando su celular comenzó a sonar.—¿De qué estás hablando?.

Salí de la cama, salí a la terraza para tomar un poco de aire, tenía unas vistas maravillosas de esta gran ciudad, miré a través del cristal, el chico seguía hablando por teléfono mientras recogía el cuarto, finalmente colgó y tiró el aparato.

—Emma.—volví a la habitación.—¿Quieres desayunar algo?.—negué repetidas veces con mi cabeza.

—¿Tienes cepillos de dientes sin usar?.

—En el baño de invitados, en el piso de abajo.—seguí sus indicaciones, me metí en la estancia de la casa y lo cogí, me lavé los dientes y la cara para finalmente salir de allí.—Voy para el estudio, ¿quieres venir o te dejo en tu casa?.

—Me gustaría acompañarte pero necesito darme un baño.—sonrió.—¿Por qué sonríes de esa manera?.

—Nada, dale te llevo a tu casa.

Narra Myke.

Cerró la puerta cuando estuvimos en el interior de la vivienda, tiró de mi hasta que llegamos al baño de su habitación.

—Ahorremos agua pues.—dijo con una sonrisa, se deshizo de sus prendas y se metió en el baño,imité su acción.Sentí sus manos viajando por desde mis hombros hasta mi abdomen, el agua caía en su cuerpo provocando pequeños destellos en su cuerpo que le hacían ver como una auténtica diosa.—¿Hoy grabas con Casper?.

—Sí, Em.—cerré el grifo y la acorralé en las paredes cristalizadas de la ducha, enredó sus piernas en mi cintura y me besó sin dudarlo, mordió mi labio antes de separarse.

Bajé por su cuerpo hasta llegar a su fruta prohibida y sentí como se tensó, más bien, se incomodó, me alejé despacio.

—¿Te encuentras bien?.—pregunté preocupado.

—Si, es solo...—la bajé de mi cintura.—Lo siento.

—No te preocupes...—bajó la mirada.—Estás temblando.

DIOSA.[MYKE TOWERS] ; editando Donde viven las historias. Descúbrelo ahora