Desconocido:- Vaya veo que ya despertaste ¿Cómo te sientes?
Un hombre apuesto había entrado al cuarto, su forma de vestir era muy diferente a la de la tierra pero tenía un estilo único y la elegancia con la que caminaba lo hacían parecer un dios, me quedé atónita ante su belleza que no supe que responder a su pregunta, hasta que esté volvió a insistir en ella.
Desconocido:- ¿Hay algún problema? ¿Te sientes mal? Puedo llamar a la enfermera si es así.
Su reacción era muy graciosa que no pude aguantar las ganas de reírme.
Erika:- Jajaja, hay lo siento mucho, estoy bien, tu cara de preocupación me dio mucha risa, de verdad lo siento mucho jajaja
Estaba segura que el desconocido se enojaría por una reacción tan infantil de mi parte, pero en vez de enojarse se comenzó a reír conmigo.
Desconocido:- Jajaja tienes razón, tal vez exagere un poco. Mi nombre es Leiftan soy como el subjefe de este cuartel y ¿tú eres?
Erika:- Mi nombre es Erika y soy...
No podía ser, había estado apunto de decirle mi identidad, quizás era por que sentía mucha confianza estando con Leiftan pero no entendía el porque, así que decidí quedarme callada para no liarla más de lo que ya lo había hecho. Leiftan se me quedó mirando y yo baje la mirada al suelo.
Leiftan:- No te esfuerces en recordar, Miiko me dijo que cuando llegaste aquí no recordabas nada, así que no te voy a presionar.
Erika:- o si Miiko, lo siento de verdad pero no recuerdo nada más...
Leiftan:- Tranquila hasta que recuperes la memoria puedes quedarte aquí, ya hablé con Miiko y dijo que estaba de acuerdo.
Erika:- ¿Estás hablando enserio? ¿Puedo quedarme aquí?
Leiftan:- Claro no hay problema. ¿Quieres que te enseñe el lugar?
Erika:- Me encantaría gracias.
Leiftan:- Bueno primero que nada debes cambiarte de ropa, la que tienes está algo rota, toma creo que está te quedará bien, cuando estés lista sal de la habitación te estaré esperando en frente.
Erika:- Gracias Leiftan.
Cuando Leiftan salió de la habitación comencé a cambiarme, e de decir que la ropa es algo rara pero muy linda.
una vez lista salí al pasillo para reunirme con Leiftan.
Erika:- Ya estoy lista, ¿nos vamos?
Leiftan:- Claro, después de usted señorita.
Al escuchar la formalidad con la que me hablaba Leiftan y ver su forma de comportarse no pude evitar pensar en Ashkore cuando entro en la habitación, y comencé a reírme de muy buen gusto el sentimiento de estar sola y no encajar que había sentido antes, había desaparecido gracias a Leiftan.
Se veía que Leiftan era buena persona y se notaba que hacia su esfuerzo por hacerme sentir bien, caminamos uno alado del otro mientras que el me iba enseñando los diversos lugares del cuartel general y finalmente me llevo a un jardín donde lo único que había en el, aparte de un pequeño banco, era un inmenso y hermoso cerezo.
Leiftan:- Este es uno de mis lugares preferidos, suelo venir aquí cuando necesito pensar o simplemente despejarme de los problemas.
Erika:- Te entiendo, mola mucho el lugar y este pequeño jardín inspira una tranquilidad que me encanta.
Leiftan:- Bueno pues así termina nuestro recorrido.
Erika:- Gracias por enseñarme el lugar Leiftan, espero que no te moleste pero... podrías decirme que se supone que voy a hacer todo el tiempo que este aquí, al menos hasta que pueda encontrar una manera de regresar a mi mundo o de recuperar mi memoria.
Leiftan:- Ya que Miiko estuvo de acuerdo en darte asilo, preguntemos le a ella, ven vamos.
Leiftan me extendió su mano y yo la tome, sin embargo cuando íbamos caminando de vuelta, pude sentir como que alguien me observaba, pero no preste atención, Ashkore me había dicho que nunca me encontrarían aquí y yo confiaba en el, aunque formara parte del grupo de los hombres que habían matado a mis padres.
Caminando cogida de la mano de Leiftan el calor que esta desprendía se me hacia conocido, era como un calor con un toque familiar y de repente recordé a mis padres, los aldeanos y a todas las personas que me querían, las había abandonado para salvar mi propia vida, era una egoísta, siendo la princesa no pude proteger a mi pueblo, mis padres estarían tan decepcionados de mi, pensando esto las lagrimas comenzaron a caer de mis ojos y Leiftan se dio cuenta, este se voltio hacia mi y las limpio.
Leiftan:- Erika... ¿Qué pasa? ¿Porqué estas llorando?
Erika:- Yo... No lo se, el calor de tu mano me recuerda al de alguien pero no se al de quien.
Mis lagrimas caían una tras otra, claro que sabia al calor de quien me recordaban, pero como decirle a alguien que cree que e perdido mis recuerdos que le estuve mintiendo, que le mentí solo para que me dejaran quedarme aquí porque en mi mundo unos hombres querían asesinarme, como decirle que su calor me recordaba al de mi madre.
Y mientras yo lloraba Leiftan me atrajo hacía el y me en volvió con sus brazos.
Leiftan:- No llores Erika, te prometo que te ayudare a que recuperes tu memoria, yo cuidare de ti, lo juro. No tienes porque sentirte sola.
Erika:- Gra...Gracias Leiftan, gracias.
Continué llorando un rato mas acurrucada entre sus brazos, esos brazos que me recordaban que no estaba sola, lo tenia a el y a Ashkore. Tenia que encontrar la manera de decirle a Leiftan la verdad sin que este se enojara conmigo por haberle mentido. Mientras pensaba en esto mi mente se formulo una nueva pregunta ¿Porqué me pareces tan familiar Leiftan? Eso era algo que no entendía y que quería descubrir.
CONTINUARA...
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Me enamore del enemigo
RandomErika es una princesa de una isla llamada fortuna, una noche antes de su coronación sus padres son asesinados por un completo desconocido y ella es salvada por un hombre enmascarado que la lleva a otro mundo, pero ¿cómo confiar en este hombre? si es...