Me enamore del enemigo. Capitulo 13. El beso y el regalo.

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La mañana siguiente al despertarme sentí un bulto a mi lado, al abrir bien los ojos pude ver a Erika durmiendo a mi lado, tenía una cara tranquila y relajada fue ahí cuando recordé la noche anterior, ella había descubierto mi verdadera naturaleza, yo le había revelado mis intenciones y ella había aceptado ayudarme en mis planes, después de charlar un rato nos quedamos dormidos abrazados y ella no se había separado de mi lado en toda la noche, hacia años que no dormía tan tranquilo, siempre tenía pesadillas que me atormentaban en las noches pero esta vez nada había perturbado mi sueño, tal vez se debía a ella que me aportaba una paz indescriptible, al mirar hacia la entrada de la cueva me di cuenta de que casi amanecía por completo y Erika tenía que regresar al cuartel sin que nadie se diera cuenta así que a pesar de no querer hacerlo la moví suavemente para despertarla.

Ashkore:- Princesa, ey princesa despierta, es hora de que vuelvas al cuartel.

Erika:- Dejame dormir un poco más, es muy temprano.

Ashkore:- Vamos tienes que levantarte.

Erika:- No fastidies, molestas más que mi despertador.

Ashkore:- Eso es porque no soy tu despertador

Al ver qué no se despertaba, sabía que no me quedaba otra opción.

Ashkore:- ¡ERIKA! ¡AYUDAME!

Erika:- ¡¿Ashkore que pasa?!

Erika se despertó de inmediato con daga en mano al escucharme gritar y yo no pude contener más la risa al verla en modo de ataque y con el pelo despeinado.

Ashkore:-... jajaja.

Erika:- ¿De que te ríes?

Ashkore:- De tu cara y tu pelo jajaja.

Erika:- En que demonios pensabas cuando gritaste pidiendo ayuda, creí que estaba pasando algo grave y al despertarme lo primero que haces es reírte de mi, me diste un buen susto.

Ashkore:- A mi no me eches la culpa princesa que yo te dije más de tres veces que te despertarás y tú me tachaste de molesto, así que no me quedo de otra.

Erika:- Es que no entiendo porque querías que me levantará a esta hora, apenas va a salir el sol.

Ashkore:- Eso ya lo sé, pero no puedes quedarte aquí hasta que amanezca completamente, si alguien va a tu habitación a buscarte y descubre que no estás ahí estarás en problemas.

Erika:- ¿Y porque simplemente no me llevas contigo? Eso sería más fácil ¿no lo crees?

Ashkore:- El exterior es más peligroso de lo que crees primero tienes que aprender a controlar tus poderes al 100 para que pueda traerte conmigo, por lo mientras estarás bien aquí.

Erika:- Esta bieeen. Pero entonces eso quiere decir que si yo vuelvo al cuartel tu te volverás a ir ¿no?

Ashkore:- Tranquila esta vez no me ire lejos ok, vendre a verte de vez en cuando para ver como vas ganadote la confianza de los demas.

Erika:- Vale entonces me voy antes de que todos despierten, adios Ashkore.

Ashkore:- Nos vemos pronto princesa.

Mientras el sol se empezaba a notar en la lejania vi como Erika regresaba al cuartel, con suerte nadie se daria cuenta de su ausencia, en mi interior sentía algo parecido a la soledad con el simple hecho de verla alejándose de mi lado.

Ashkore:- ¿Que me esta pasando? A lo mejor aún sigo cansado.

Al darme la vuelta vi algo que brillaba en la entrada de la cueva, al acercarme pude ver qué se trataba del collar de Erika, con las prisas lo había olvidado, lo recogí y lo abrí, dentro de el había dos pequeños compartimientos para fotos, en uno había una foto de ella con sus padres, mientras que el otro estaba vacío, tal vez aún no encontraba una foto para colocarla ahí o quizás la había perdido, decidí que se lo devolvería cuando volviera a verla.

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