#11

3.2K 273 154
                                    

Narra Saiki Kusuo

El pitido insoportable que se escuchaba a lo lejos me estaba cabreado. Nunca me había costado levantarme por las mañanas al llamado de la alarma, pero hoy estaba tan cómodo y calentito que nisiquiera quería moverme.

A los minutos esta volvió a sonar, incluso se escuchaba más fuerte, ya bastante molesto saque mi mano derecha de las cobijas y tentie mi velador hasta agarrar mi celular, con dificultad por el brillo de este mire la hora mientras apagaba la alarma.

De un salto me senté en la cama corroborando la hora, eran las 7:45 de la mañana, solo me quedaban 15 minutos para llegar al instituto.

Quite las cobijas de un manotazo y me senté en el borde de la cama buscando con mis pies las pantuflas, pero por desgracia lo que encontré solo fue un bulto que se quejo cuando lo pise.

-no me golpees-  se quejo el bulto con la voz somnoliento mientras se sentaba en el suelo.

Reaccione recordando todo lo de ayer al ver a Reita mirándome desde abajo apuntó de volver a dormirse. Un enorme sonrojo se formó en mi cara al momento de recordar como me abrazaba hace algunas horas.

Pensaba insultarlo he incluso golpearlo por la vergüenza que estaba sintiendo en estos momentos, me sentía algo humillado al saber que había bajado tanto mi guardia como para dormir en el pecho de Reita. Aun así mis planes de mandarlo a volar hasta la escuela fueron frustrados por la alarma que volvió a sonar haciéndome recordar que era muy tarde y de seguro nos llegaría un reto.

««¡levántate ahora y arreglate un poco! ¡estamos atrasados! »»

Dije mientras me teletransportaba al baño para tomar una ducha de 5 minutos. Al salir me transforme en mujer y me puse lo más rápido que pude mi uniforme femenino y mi anillo. Volví a teletransportarme a mi habitación para recoger mi mochila. Vi a reita que estaba sentado en mi cama ya más arreglado mientras luchaba por no quedarse dormido. Tenía puesta su mochila que de seguro recogió del rincón de mi habitación que fue donde la había lanzado ayer. No llevaba su chaqueta y se había desabrochado la camisa del instituto dejando ver su camiseta azul.

Me miró de inmediato cuando aparecí en la habitación y sonrió levantándose y acercándose a mi.

Otra vez había quedado a centímetros de mi. Por algu a razón no atiné a retroceder ni empujarlo, solo lo mire hacia arriba esperando para ver que hacía.

Vi como este tomaba mi listón rojo del uniforme y lo acomodaba correctamente, luego subió sus manos hasta mi cabello y lo peinó con delicadeza mientras sonreía.

-ahora si- dijo terminando de acomodar un mechón rebelde- ¿nos vamos?- preguntó alejándose un poco de mi.

Camino hasta mi escritorio y tomó mi mochila para colgarsela en su hombro desocupado y volver donde estaba yo.

-s-si.

Fue lo único que pude decir con un leve sonrojo mientras desviaba la mirada avergonzado.

Vi como este estiraba su mano para que la tomara. Con bastante timidez la tome y nos teletransporte a una cuadra del instituto, no quería que nadie nos viera aparecer de la nada y se asustara.

Mire la hora en mi teléfono y ya eran las 7:58.

Jale de la mano a Reita para que comenzaramos a correr. Llegamos a la puerta del instituto justo antes de que cerrarán, lo habíamos logrado, aunque aún debíamos llegar a nuestra aula. Volví a jalarlo para comenzar nuevamente a correr por los pasillos de esta hasta llegar a nuestro salón.

Abrí la puerta de la sala aún agarrando de la mano de Reita mientras jadeabamos por el esfuerzo de correr.

Me sonroje al ver como todos los alumnos nos miraban fijamente por llegar tarde. De inmediato solté su mano avergonzado mientras miraba a la profesora quien estaba en frente de nosotros de brazos cruzados con el ceño fruncido a más no poder.

NUEVOS SENTIMIENTOS (SAIKI KUSUO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora