Sin Remitente || KakaHina

Lunes.

Había sido una jornada algo pesada, la última clase del día y sentía que tendría que tomar un descanso de más de 24 horas.

Era la última semana del ciclo escolar, por lo que eran los últimos trabajos, y entregas de puntos totales.

Al saludar a los alumnos, ubicó un sobre de papel en el escritorio, dejando de lado su maletín.

Preguntando a cada estudiante si era de uno de ellos, pero parecía que todos lo negaban.

No tenia remitente, y el sobre se encontraba totalmente en blanco. Sabia que no debía husmear en cosas ajenas, pero su curiosidad lo carcomia, decidiendo abrirlo.

"Lunes 12

Buenos días, Kakashi-san. Sé que esto ha de ser totalmente extraño para usted, recibiendo tantos halagos de las estudiantes. Pero prometo que esta carta no es una más de las típicas.

En esta carta, le haré saber que es lo que más me ha atraído de usted. No le diré quién soy, y no pregunte, puesto que nadie sabe quién ha sido el que la ha dejado sobre el escritorio. Tampoco estoy en clases con usted, y no tenemos ni siquiera un amigo en común.

Así que, ya aclaradas las situaciones, comenzaré.

He de decir que lo conocí hace dos años, cuando aplicó para ser profesor de la Preparatoria. Se veía totalmente frustrado, parecía como si hubiera tenido una semana cansada. No me enamore de usted, puesto que para enamorarme necesitaba conocerlo. Pero confieso que me atraía. Y mucho.

Desde su llegada, usted fue la gota que derramó el vaso. Era el tema principal entre los adolescentes. Las mujeres cada que lo veían suspiraban, y bueno. ¿Quién no lo haría? El último profesor que había ingresado era Maito Gai, el de deportes. Y debo confesar que ha sido el mejor de estos últimos años, con aquel cabello de casco y siempre con su sonrisa.

Y que llegará usted, nos parecía que debía obtener por lo menos atención.

Sin embargo, yo no me sentí atraída por usted por ser guapo. Esa misma semana, dio una conferencia sobre "La era dorada de la Medicina" y el aula se encontraba que explotaba, todo porque querían verlo a usted.

Pero yo, al verlo mover su boca, saliendo cada palabra sobre aquel tema tan interesante, me pescó.

No me interesó su cabello plateado, ni siquiera sus ojos tan absorbibles. Fue su interés. De saber que no solo tiene conocimiento de la clase partida, si no de más allá. Y vaya, eso es algo que deverdad atrae.

No tengo intenciones de que sepa de mi existencia, pero cada día de la semana, le haré saber mis sentimientos que tengo por usted.

Después de estas dos semanas, no volverá a saber de mi, ni yo de su persona. Espero que se encuentre bien, Kakashi-San.

Anónimo".

Mantenía el ceño fruncido, no creía que aquello fuera para el. Pero al releer su nombre escrito, confirmaba sus dudas. Sabía que había varias estudiantes que andaban tras de él, incluso algunas perdían la vergüenza y se le confesaban de frente o lo invitaban a salir, pero ninguna había planeado algo como esta.

Parecía que sería una semana interesante, y esperaría esas cartas.