Sin Remitente || KakaHina

Viernes.

Acomodaba un poco el enredo de cabello que tenía. Hanabi, había decidido ayudarla por un peinado, y lo hizo increíblemente bien, sin embargo, su cabello era demasiado liso por lo que los pasadores terminaban por caerse. Pequeñas gotas de sudor se encontraban en su frente, y sus movimientos eran algo torpes.

Estaba sumamente nerviosa.

El vestido que había escogido con Neji le quedaba a la perfección, pero había decidido comer un pequeño postre antes de la hora, haciendo que su estómago se inflara, logrando que el vestido quedará más apretado.

Frustrada, caminó a los baños, comenzando a soltar su cabello.

"Lo siento, Hanabi" pensó. No logró durar ni una hora con aquel toque, pero tampoco se veía mal. Su hermana había rizado su cabello, por lo que tenía pequeñas ondas, como si no hubiera pasado nada.

Bufó, molesta consigo misma, odiándose por haber nacido con cabello tan liso.

Al salir, notó que la gente comenzaba a llegar,llenándose rápidamente.

—¡Hina, no puedo creerlo! ¡Te ves bellísima!— giró sobre sus talones, captando la figura femenina acercándose.

Ino llevaba un vestido un poco destacado, un color cerezo y su maquillaje impecable. Aveces Hinata solía menospreciarse, sabía que a comparación de sus amigas no era una mujer esbelta, sin contar sus dos grandes atributos, ya que estas siempre la alagaban respecto eso.

Siendo sincera consigo misma, no obtenía la misma atención masculina como ellas lo hacían. Nisiquiera se habían acercado a ella para pedirle bailar. Era un desastre.

—Eres perfecta, Ino— sonrió.

La rubia, bajó su mirada, sonrojada.

—No digas eso, Hina. Traté de arreglarme para que Sasuke me notara pero...— miró a una esquina. El azabache se encontraba tomando unos tragos, en compañía de Naruto. Parecían hablar de algo chistoso, ya que los dos carcajeaban sin notar las demás personas.

—Ino, es un chico más. Olvídate de él por hoy, es nuestro día. Nuestro último día en el Instituto, disfrutemoslo—

—Lo haré—

El lugar se encontraba lleno. Adolescentes se encontraban en mesas, sin tener una persona que los sacará a bailar, y otros bailaban con los ritmos modernos.

Hinata detestaba la música actual, pero sus amigas la adoraban, por lo que siempre la obligaban a escuchar lo que ellas.

Prefería alguna sintonía de música clásica, o los Beatles. Amaba los Beatles.

¿Cómo alguien podría despreciarlos? Si John Lennon era un bombón, ni que decir de Ringo, le parecía muy mono.

La ojiazul, había encontrado un chico en la pista de baile, el chico parecía muy interesado en ella. Sai, era unos años mayor que Ino, pero había sido invitado por un compañero de clases.

La sonrisa de la chica mostraba su ánimo, bailaban contentos sin sentir las presencias de los presentes.

Temari, en una mesa central sentada con el de cabellera negra despeinada. Parecían molestos, o en realidad, la rubia era la molesta. Tal vez no había querido salir a la pista, por lo que su amiga le frustraba. Ella ama bailar, y teniendo una persona que no lo haga, era un punto en contra.

Nisiquiera ella soportaría sus rabietas, y ver que aquel chico podía con toda la tranquilidad, merecía un premio.

Y ella, potrada en una silla, se sentía sola. No había persona en aquel recinto que pidiera su mano para un baile, un mínimo y corto baile. Guiaba su mirada en cada rincón, sin ubicar el cuerpo que requería.