Había decidido no crearse ideas erróneas, sus conclusiones llevaban a que Hinata era ni más ni menos la chica de las cartas.
Claro, había más adolescentes con la misma tonalidad de cabello que ella, pero no conocía a ninguna que tuviera la misma inteligencia como esta tenía. No dudaba en que fuera una chica excepcional; Kurenai alardeaba de allá a acá sobre los buenos alumnos que tenía.
Que los mejores de su clase se trataba de un chico de cabello castaño, que aveces podía comportarse con un humor de perros, era leal y se mantenía recto acordé al área que se encontraba.
Por otro lado, del que había escuchado un poco más, era de un chico algo introvertido, usaba unas gafas que parecían de Sol y aunque estuviera prohibido que caminara por los pasillos con estos, no recibía ninguna reprimenda porque su madre era la Directora.
Y por último, de la que más hablaba -pero nunca presto atención- se trataba de Hyuga. Una chica de padres adinerados, aunque su padre nunca asistía a las juntas, solamente donaba dinero al Instituto para que su hija obtuviera un buen estatus.
Nunca había sido alguien que prestara mucha atención a sus alrededores, enrealidad, se consideraba una persona muy ajena a la vida de los demás, que, entre más lejos se encontrara mejor. Las únicas personas que podría hablar sobre sus acontecimientos era con Yamato y Gai.
Y así era de viceversa.
Solían reunirse cada Martes por las mañanas, o como lo llamaba Gai "Juntas mañaneras" para poder entablar una conversación tranquila sin que sean interrumpidos por el timbre entre clases.
El Martes pasado, habían sido reunidos en casa de Yamato, y ahora tocaba en la del peli plateado.
—¡Yama, cambia el canal! ¡Pasaran Bob Esponja!— Gai camino desde los gabinetes de la cocina, trayendo consigo una caja de cereales Cheerios y tomando asiento alado del castaño.
—¿Cada Martes no veremos otra cosa que no sean esas caricaturas?— suspiró. — Dile algo, Kakashi. Córrelo, o que se yo.—
—No puede correrme, sabe que si lo hace me tendrá de vuelta como cada fin de semana—
Y bien lo hacía. Gai tenía problemas con su antena de cable, por lo que los canales que más le gustaban no se reproducían en la televisora. Y desde hace tres semanas, iba cada fin de semana a mirar sus shows favoritos.
—Oye Kakashi— habló el peli negro. Asintió, en forma de haberlo escuchado, para que continuara con lo que decía.— Hablé con Lee el Viernes pasado—
—¿Le contaste que descubriste que hizo trampa?— Gai rascó su nuca, nervioso.
—Bueno, eh hecho algo más—
—Ya dilo, Gai—
—Me contó de quiénes lo vieron haciendo trampa el día del examen. Pues, deduje por la carta que aquella chica lo había visto y si lo vió, es porque lo ayudó. Reuní a los chicos que lo ayudaron, y ninguno me pareció extraño para que te escribiera cartas...—
Yamato, quien tenía su vista cansada en el televisor, volteó a mirar sus compañeros con duda. Aquello le interesaba más que un esponja parlanchín.
—¿Interrogaste a los alumnos?—
—Cuando lo dices tú suena como si fuera algo grave, pero bueno, sí. Quería ayudarte y...—
Kakashi se levantó, y caminó hacia un pequeño cajón, sacando sobres blancos de este.
—¿Porqué lo hiciste?— preguntó.
—Quería que supieras quién es la chica de las cartas. Somos amigos después de todo y...—
—Gai, no me estoy dando a entender. Lo que quiero saber es ¿Sabes quién es la chica?— como si de un imán se tratara, camino hacia el peli negro con los sobres en sus manos.
Gai, miró aquellas hojas, regresando la mirada a su compañero, asintió.
—Creo saberlo, no pienso que los chicos me mintieran y menos si los amenazé con reprobarlos este año—
—Gai, sueltalo de una vez pedazo de mierda. ¡Yo también quiero saber!— gritó Yamato, acercándose más aquel par. Deverdad que su madre siempre le dijo que era un entrometido pero, que mas daba. La noticia estaba hecha para comerse las uñas.
—Estoy en un 95% de que se trata de...— suspiró, y sonrió mirando al peli plateado— de Hinata Hyuga.
Y se hizo el silencio. Hasta que el castaño decidió romperlo.
—Caso cerrado. Ve y búscala tigre— palmó su hombro, mientras este miraba fijo al suelo.
—Gai ¿Ella sabe que tú investigaste con sus amigos?— comentó Kakashi.
—No, me hicieron prometer que no te comentara nada. Hinata Hyuga es una chica muy tímida, y algo mencionaron de que ella nunca te lo diría—
Yamato suspiró.
—Búscala tú, hombre—
—No lo haré—
—¿Qué? ¡Menudo nenita! ¿Tantas vueltas le diste al asunto, buscaste entre tantas chiquillas, te masturbaste con esas cartas y dices que no lo harás? Si no lo haces tú, lo haré yo carajo—
—No me refería a eso, idiota. No la buscaré cuando estaría defraudando a sus amigos, si ella no quiere que yo sepa su identidad, no la puedo obligar. Y no buscarás a nadie, Yama—
—¡Lo decía jugando! Ya te había dicho que a mi me gustan las rubias— Yamato comento, cruzándose de brazos y recargandose totalmente en el sillón.
—¿Qué harás, Kakashi?— habló serio la tercer persona.
—Solo esperaré las cartas—
. . .
El Martes estaba por terminar, y no había rastro de ningún sobre. Ni el día de ayer, ni hoy. La persona desconocida no había mostrado ni siquiera su apariencia, y por si fuera poco, no había visualizado a Hinata Hyuga en todo el día.
Al parecer Gai se había equivocado. No habia ninguna muestra que fuera ella quien escribiera las cartas, nisiquiera cuando había un pequeño rastro de que encontraran las respuestas.
Finalizando la última matrícula, tedioso por tantas clases, camino fuera del salón para encaminarse a su carro. Veía a los estudiantes dialogar entusiasmados, planeando una despedida del último grado.
Recordó los últimos años en su Instituto, llenándose de nostalgia. Era algo impresionante que el tiempo no esperaba, que parecía que entre cerraba sus ojos, y aumentaba año por año.
No sé sentía adulto, porque aún mantenía ese toque divertido de su adolescencia, pero sabía que había madurado. Las experiencias que había pasado a lo largo de su vida hicieron lo que era ahora.
El suicidio de su padre, el fallecimiento de su madre, la soledad. Todo era base a un aprendizaje, y entendía que era un proceso por el que tenía que pasar.
Cuando menos lo esperó, sintió un toque en su hombro derecho, girando sobre sus talones, encontrándose un adolescente rubio.
—Kakashi sensei— saludó.
—Naruto, hola. ¿Te puedo ayudar en algo?— el nombrado al escucharlo hablar, soltó una risa nerviosa, subiendo un brazo a su nuca.
—Sí, bueno a mi no— el peli plateado frunció el ceño.
—¿Qué sucede?—
El rubio, al saber que no había vuelta atrás, suspiró ya listo para soltar lo que tenía que decir. La ayudaría, haría por ella lo que sea.
—La chica de las cartas, es mi amiga. Se llama Hinata Hyuga—
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Sin Remitente || KakaHina
FanfictionHinata sabe que sus oportunidades son nulas, y describe las últimas dos semanas donde muestra sus sentimientos por uno de los profesores de Historia, Hatake Kakashi. En cartas, una al día, las deja en el escritorio de su profesor, sin remitente. #1...