Capítulo 19

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Edward.

El rostro del tío de Aleck parece más pálido de lo normal, las ojeras y el cabello canoso le dan un aspecto andrajoso, y lo pixelado de la imagen no ayuda en gran manera a mejorar su imagen. Parece un fantasma que en vez de tener puesta la piel la lleva colgada.

Mas temprano de lo que había llegado imaginar, la alarma de emergencia sonó por todo Capricornio, y el megáfono anunció una reunión importante donde el general nos daría una importante información. Uní a mi patético equipo y nos dirigimos allá lo más rápido que pudimos, pero por los pasillos ya se rumoreaba lo que había acontecido. La frase "la hija del general está bien" me calmó más de lo que esperaba, por suerte mi equipo y yo ya habíamos llegado Capricornio cuando atacaron a Emma.

Al llegar, la pantalla ya estaba desplegada, y la imagen del general apareció en ella.

— Se está transmitiendo en todas las arcas al mismo tiempo — Me dice la chica regordeta de mi equipo, Lúa. Con el paso de los días me he dado cuenta de que sirve para retener mucha información innecesaria.

— Hoy es un día lamentable para nuestra historia — comienza a decir el general, el audio tampoco es el mejor — Emma ha caído, y con ella decenas de ciudadanos que han perdido la vida, incluido nuestro presidente — Se ve bastante afectado.

— Es muy grave - dice de nuevo Lúa — esto comenzará una guerra sin precedentes.

— ¿Por qué sigues hablando? — le interrumpo, pero no dice nada, solo se calla. El general sigue con su discurso.

— Todos merecen saber la verdad, como el dirigente de la comunidad ahora, es mi obligación decirlo. El mito de que la ciudad de Oz desapareció, que se extinguió y que no sobrevivió, es falso, la ciudad aún vive, y hace un par de meses se comunicaron con nosotros después de más de veinte años. Lo que dijeron fue perturbador; sus recursos se agotaron, las enfermedades sofocaron a la población y la ciudad muere lentamente, así que pidieron nuestra ayuda — hace una pausa que se me hace eterna — pero no pudimos ayudarlos. Como todos saben, no pasamos por nuestro mejor momento... tenderles la mano significaría el fin de ambas ciudades.

— Egoísmo — dice Lirae a mi espalda — ¿qué eso no fue lo que mató a casi toda la humanidad? — la miro, tiene la misma expresión de desagrado, y los labios pintados de negro.

— ¿Con qué te pintaste los labios? — le pregunto, y vuelca los ojos.

— ¿A quién le importa, señor? — al principio su irreverencia me provocaba ganas de golpearla en la cara, pero ahora solo me parece curiosa. El general levanta un poco más la voz, y los parlantes se oyen con estática.

— El no aceptar ayudarlos provocó una gran ira, y prometieron no quedarse de manos cruzadas, desde entonces comenzaron a hacer atentados en pequeña escala; interceptando algunas naves, secuestrando ciudadanos, pero se hicieron más osados al atacar la planta purificadora de agua, donde perdimos a más de quince de los mejores soldados, El virus en Curiara, luego atacaron la nave de investigación con todos los científicos más brillantes... incluido mi sobrino que iba como guardia — la voz le falla un poco, y tengo que respirar profundo para evitar que el nudo en mi garganta me haga flaquear, varias personas bajan la cabeza. Una guerra se hace más cercana cuando ya no existe esa sensación de indiferencia, la muerte de Aleck, de ese chico misterioso y silencioso que todos veían pasear por los pasillos les hace saber que la guerra es tan real como el aire que respiran, es el pensar de "me pudo haber pasado a mi" lo que hace que todos sientan esa sensación ácida en el estómago cuando se habla de él — pensamos que podíamos aguantar, resistir cada envite — continúa, esta vez su voz adquiere una entonación grave y fría — Pero el atentado contra Emma será lo último que aguantaremos. Ahora estamos en guerra, una guerra que terminará bien solo para uno de los dos bandos, y tenemos que asegurar que sea el nuestro, el destino de nuestra existencia está en nuestras manos, en sus manos, y este es el momento en que decidimos si tomarlo o no. hoy nos levantaremos hacia Oz, y cada ciudadano peleará y vengará a nuestros muertos, por ellos, que no tuvieron oportunidad. Es momento de demostrar porqué seguimos vivos y de qué estamos hechos, el futuro se acerca, lo veo, y veo nuestra victoria. Escribiremos otro gran capitulo en el mundo — La transmisión se corta, y la audiencia explota en vítores y llanto, y la algarabía es tan grande que no permite escuchar el himno que suena retumbando por todas partes.

La Última GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora