Cap. 16 | Uno de estos días.

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En el capítulo anterior me sorprendí mucho porque en cuanto actualicé comenzaron a llegarme notificaciones de que ya estaban comentando, ¡Fui tan feliz! Muchas gracias por el apoyo, los amo. 💞

Peeero lamento decirles que ya falta muy poco para que termine la historia. :(

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—A lo mejor y sólo se fue unos cuantos días de vacaciones, ¿Sabes lo que estudiaba? Si era turismo lo más obvio es que lo hayan mandado fuera. No te precipites, él está bien -tenía la mejilla pegada a la mesa cuando estaba escuchando a Polnareff decir tales cosas.

Kakyoin llevaba varios días sin aparecer por Morioh y empezaba a preocuparme. No he ido a casa de su madre a preguntar porque tengo miedo de que me diga lo mismo que los demás, lo mismo que Jolyne, Okuyasu, Josuke y Koichi; que no saben a dónde ha ido. No sé si ellos estén igual de preocupados que yo pero si han estado buscando a Kakyoin por dónde sabían que podría estar, encontrándose con nada.

—No lo entiendes, Polnareff, ya son muchos días... Nueve para ser exacto, ¿Qué clase de viaje universitario dura nueve días y por qué sólo se lo llevaron a él? No tiene mucho sentido... -El albino suspiró dejando caer su cabeza hacia atrás estando sentado en la silla al lado mío.

—No eres el único que perdió a alguien... -comenzó a hablar en voz baja que fue subiendo de volumen conforme decía aquella oración. —¿Recuerdas a Bucciarati? El vecino que venía a tomar café cuando te ibas por las tardes con Kakyoin.

—Lo recuerdo, ¿Se fue? -asintió tomando la postura recta nuevamente.

—Abbacchio me dijo que un compañero suyo en Italia está en el hospital y tuvo que irse. Abbacchio dijo que no sabía de eso hasta dos días después de su partida, Bucciarati se encargó de mandarle un mail. -me quedé callado. Parecía esperar una respuesta mía pero no entendía sus indirectas para nada.

—¿Y eso que tiene que ver con Kakyoin? -volvió a suspirar aunque ahora agachó la cabeza unos cuantos segundos.

—Dos cosas; la primera es que tanto como Kakyoin como Bucciarati se fueron el mismo día y la segunda que puede que Kakyoin se haya ido por una razón similar, ¿Has intentado llamarle o enviarle un mensaje? -tenía razón, Kakyoin pudo haber salido de imprevisto por alguna emergencia y por eso no me dijo nada... Pero esa razón no me convence del todo. Digo, sus padres se quedaron pero él se fue.

—No creo que sea por eso. Le he llamado pero no responde y no sé su mail... Podría pedírselo a Josuke o alguno otro que tal vez pueda tenerlo pero no tengo muchas esperanzas en eso, ¿Sabes? Si no responde sus llamadas no creo que vaya a responder sus correos -y nuevamente escuché otro suspiro. Lo entiendo, llevo siendo negativo un día y medio, debe de estar cansado de mí.

—Es cierto, ¿Qué pasó con Josuke? ¿Qué cosas te dijo tu abuelo que nunca me terminaste de contar? -es verdad, el mismo día que Kakyoin se fue llegó mi abuelo acompañado con un amigo suyo de piel color canela. Me dijeron, técnicamente, que Josuke es un hijo perdido de mi abuelo y por lo tanto es... Mi tío.

—Me dijo que Josuke es mi tío, ya te lo había contado. -levanté al fin la cabeza y lo miré más tranquilo, si bien no me había olvidado de Kakyoin, Polnareff se esforzaba por no hacerme preocuparme más por él y lo aprecio. Es un buen amigo. —Mi abuelo estuvo de aventurero hace algunos años... Ya ves cuál fue el resultado, un hijo ilegítimo perdido en Japón. Es mi tío, medio hermano de mi madre, ya verás como se puso ella, destilaba felicidad por todos lados, tanto así que en cuanto lo supo fue a buscarlo y a llenarlo de cariño. Josuke parecía confundido, feliz e irritado a la vez por el cariño que le daba pero ya después se irá acostumbrando, Josuke parece soportar todo ese tipo de cosas, no como yo que soy un impaciente.

-—El mundo es muy pequeño, ¿No lo crees? Todo este tiempo estabas conviviendo con él y ahora resulta que es tu tío... Será difícil adaptarse. -rió bajo mientras yo apenas y esbozaba una sonrisa fugaz y pequeña. En serio estaba preocupado. —Jotaro, de alguna manera me duele verte así... ¡Ya sé! ¿Te parece si al rato vamos a casa de la madre de Kakyoin a preguntar? Sólo te falta preguntarle a ella si sabe algo.

—Entonces en un rato vamos... -poco a poco me fui recargando por nueva cuenta en la mesa, cerrando los ojos al estar aunque fuera un poco cómodo.

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—No te pongas nervioso, Jotaro, vamos a hacer esto rápido. -yo estaba detrás de Polnareff, mirando la puerta de la casa de la madre de Kakyoin por encima de su hombro, estaba asustado y nervioso pero no lo demostraba facialmente hablando.

Polnareff tocó el timbre dos veces y dió un paso hacia atrás, chocando con mi cuerpo. En silencio me hice a un lado y él sobó en donde me golpeó.
Se tardaron unos instantes en abrirnos la puerta pero lo hicieron, la madre de Kakyoin, con ojeras y una apariencia horrible, abrió la puerta un poco y suspiró mientras se preparaba para hablar.

—¿Necesitan algo? -Pol me dió un codazo en el brazo a lo que yo sólo me quejé, tragué saliva y hablé posteriormente.

—¿Se encuentra Kakyoin? -la señora negó delicadamente agachando la cabeza, incluso se encurvó de la espalda, lucía triste. —No está aquí tampoco, ¿Verdad? -ella negó comenzando a sollozar.

Miré a Polnareff preocupado, él sólo se mantenía callado observando a la madre de Kakyoin con una mirada que delataba un sentimiento parecido a la pena. Sentía pena por ella y yo también.
Su hijo se fue así de la nada y no le avisó ni a su sombra, como es su madre puede que ya haya ido a su departamento en busca suya, Kakyoin me dijo que visitaba a su madre todos los días por las tardes cuando salía de trabajar, ella pudo haberse preocupado e ido a buscarlo. También se encontró con nada al igual que nosotros.

Tragué saliva y me di la vuelta indispuesto a seguirla mirando, iba a llorar con este ambiente y claro que no quería derramar ni una lágrima más el día de hoy. Aunque no he llorado pero no quiero iniciar a hacerlo, parece y se siente como si hubiera muerto.

Siento pena por no saber qué hacer, ni siquiera sé si pueda hacer algo para ayudar... ¿Qué debería hacer? Esperarlo, ¿Verdad? Iba a esperarlo tanto tiempo pueda hacerlo, hasta que mi... Corazón... Si, hasta que mi corazon me diga que lo mejor será dejar de esperar.

Todo esto duele mucho y sé que dolerá más si no apareces pronto. Kakyoin, niño, ¿Dónde estás?

No Dignity [JotaKak]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora