HACKERS DE-MENTES REMAKE

CAPÍTULO 8: REZANDO AL ENEMIGO

//PERDÓN POR SER ASÍ SKJDJSSJ
.
.
.
.
JAJAJAJA creían que este capítulo tiene mucho de qué hablar o hay MUCHA "acción" POS NO >:D. El cap de la semana que viene va estar mucho mejor que este y el siguiente también UwU. Uso este estratégicamente para que se enteren de lo que sucederá luego y como tiene mucha acción casi no se van a enterar de casi nada :P//

Y entonces así ocurrió. Luego de las clases nos llevamos todo el material encontrado en el casillero a nuestras casas. Bueno, a la casa de Warren, el nuevo amigo de Ángel, que ademas de suyo se volvió mio y de mis amigas ya que su capacidad de razonamiento lo hace una persona interesante que da de qué hablar. Aunque su aspecto diera el bajo perfil de un adolescente vago y despreocupado, fue sorprendente saber que detrás de ese piercing y esas actitudes tan distintas se hallara otra persona atenta, y tal vez tan astuta y culta como Sherlock Holmes.

Luego de aquella semana de clases tan conmocionada (y apenas la décimo quinta) pudimos, los estudiantes, volver a tener un poco de paz. Esa semana fue algo especial. Muchos profesores avisaron que faltarían y apenas tuvimos cuatro clases. Casi ninguno se molestó en enviar tareas.

Solo el calor arrogante que se restregaba por la ventana de mi cuarto me acompañó por la mañana, haciendo que tuviera que enfrentarlo al salir por la tarde.

— Mamá, papá saldré con mis amigos. No vuelvo muy tarde, iremos al parque. — Avisé con antelación, abriendo la puerta.

— Bueno, Vina. Diviértete cariño. — Respondió mi mamá, seguido de sinónimos de las palabras de mi madre. Una vez escuchadas salí ansiosa. No íbamos específicamente a donde dije, solo visitaríamos un poco la zona y los alrededores.

Fui una de las primeras en llegar al pintoresco parque, el cual arruinaba un poco su aspecto que este estuviera justo a un lado del cementerio, y con un paredón dividiéndolos, el bosque al que habíamos planeado ir la tarde posterior a que encontrásemos los objetos en el casillero.

Solo estaban Kalla y Warren para ese entonces.

Transcurridos unos minutos todos los restantes cayeron casi al mismo tiempo, como gente al baile.

— ¿Tienes las cartas que estaban escondidas en el libro verdad? — Preguntó Magguie.

— Si. Pero no las quiero abrir aún. Tal vez nos sirvan para mas adelante, y si las leemos ahora, probablemente no las entendamos del todo.

— Supongo que tenemos que encontrar el tesoro para comprenderlas ¿verdad? — Analizó la de ojos verdes.

— Así es.

— Chicos, ¿no creen que esto es peligroso? O cuando mucho ¡ilegal!

Digo, piénsenlo; ¿quién dejaría todo esto con un acertijo y todos los pasos organizados para llegar aquí? Solo un maniático o un loco lo haría. Alguien que tal vez nos quiera hacer daño. No creo que esto sea seguro. — Reprochó la peliazul un poco insegura.

— Justo por esa razón, Liss — comenzó a explicar el rubio — verás, por lo que comprendemos con esto hay una persona que quiere dejarnos un mensaje, y por lo visto dejó todas esas pistas para que lo entendamos. Ademas, es la escuela. No creo que sea un mensaje peligroso.

— Cierto. El único mensaje en el que nos puede resultar de todo esto es que las profesoras nos estén advirtiendo que nos dejemos de inventar cosas y comencemos a estudiar. — Comentó Ángel echándose unas risas, y haciendo a la vez que el grupo entero se carcajeara.

— Creo que tienen razón, tranquila. No sucederá nada malo. — Me acerqué a su hombro a susurrarle esas palabras para animarla. Luego sonreí para inspirarle confianza a la vez que todo el grupo.