Los tres hermanos

Capitulo 15/15

Lamento la demora por actualizar, XD pero aquí esta. El ultimo capitulo ;v; de este fic

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Antioch rio con fuerza mientras bebía en la taberna, ya llevaban tres semanas en el valle del Godric, tenía que admitir que era un lugar agradable para vivir. Habia hablado con su padre, le habia contado lo que les habia sucedido, que la misma muerte les habia obsequiado algo pero... tanto su padre como Ignotus sospechaban de aquello, la muerte no te obsequia regalos tan fácil... Aun así, correría el riesgo.

Termino de beber la última "copa" y regreso a casa, un elfo lo recibió, se dio un lavada en el rostro y tomo algo para eliminar el olor del Wiskey de su boca, el matrimonio de Ignotus y Cadmus estaba en proceso de anulación y dentro de poco su pequeño hermano, seria completamente suyo.

¿Qué más podía pedirle a la vida?

Solo una cosa.

Que Cadmus, muriera. Pero ya él se encargaría de eso.

Entro a la habitación en la que ahora dormía con Ignotus, se colocó sus ropas de dormir y se recostó junto este, acariciando el vientre donde se desarrollaba su hijo.

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Cadmus soltó un sollozo, no entendía. No lograba entender que sucedía. ¡Cadence estaba allí! ¡Con el! pero no le hablaba... ese extraño velo la rodeaba, y las veces que le miraba siempre estaba triste.

— ¿Cadence?—Le llamo nuevamente, pero está aún se encontraba en la esquina de su habitación, con la mirada triste y perdida—Cadence... háblame, por favor...—Suplico acercándosele, pero ella le miro, y lágrimas comenzaron a brotar sus ojos. —No, no, no llores, mi amor, no llores...—Cadmus ahogo un sollozo al obsérvala—Te amo, no sabes cuánto te amo, Cadence.

Pero esta no respondió a ninguna de sus palabras.

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— ¿Viajar?—Adley enarco una ceja al escuchar a Antioch decir aquello—¿y para que quieres viajar, hijo mío?—Pregunto, se habia sentido sorprendido cuando Antioch le habia propuesto hacerse cargo del bebé que Ignotus tendría, se sentía profundamente decepcionado de su hijo Cadmus pero ya no quería pensar en el.—Pensé que Ignotus y tu...

—todo está bien entre nosotros, papá—Le confirmo viéndole, estaba sentado frente al. —Pero... quiero comprar cosas peculiares para nuestro hijo—Le dijo—además, ahora que tengo la varita más poderosa he de cumplir algunas promesas que me impuse.

—Estas buscando el peligro, hijo—Insistió el hombre—realmente me... siento orgulloso de ti, de lo que estás haciendo por tu hermano menor pero... ¿Quieres dejarle solo? ¿Y si todo sale mal y terminas muriendo? Ya te lo dicho, debes de andar con cuidado, la muerte...

—Padre, he vencido la mismísima muerte, así que ahora no le temo a nada—Antioch rio con fuerza, y se colocó de pie—Ignotus ya sabe sobre esto, y he logrado convencerlo, regresare—le prometió,

Adley suspiro con resignación— ¿Cuándo partirás?—preguntó.

—Hoy al anochecer.

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Nevaba, y el frio era infernal.

Pero Antioch no sentía frio en absoluto, sin dificultad alguna camino a zancadas sobre la nieve, entrecerró los ojos y observo la figura que desde hace años deseaba ver. — ¿Dejaste de esconderte, imbécil?—pregunto con burla, a su oponente.

— ¿Esconderme?—el hombre de ojos dorados rio—No soy tu, Peverell.

Antioch rodo los ojos y saco su varita—Las cosas no serán la última vez, Calixto—aseguro con burla—Si derrote a la muerte, soy capaz de derrotarte a ti. —Murmuró—hoy uno de nosotros, morirá.