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Espejos rotos, vidrios esparcidos por todos lados.

El pobre chico corría, las gotas de sudor caían por su frente y cuello. Sus manos temblaban y él las frotaba entre ellas para de alguna manera poder calmar sus nervios.

Estaba preocupando, molesto consigo mismo y con las demás personas que trabajaban con él. Estaba asustado pero claro que el enojo podía más, o eso trataba de pensar para así ignorar su miedo.

Pensaba en cuán estúpidos fueron al no darse cuenta de lo que pasaba antes. Su jefe lo mataría, no literalmente, o eso espera.

También es molesto que su jefe ponga tanta carga sobre sus hombros, teniendo más personas que pueden ayudar. No cree que sea por confianza, lleva menos de un año trabajando ahí. Pero tomando en cuenta que él tiene algo que los demás no.

Aún así no se podría llamar "confianza".

Ahora caminaba, sabía que no faltaba mucho para llegar. Cuando finalmente llegó, pensó por un momento en darse la vuelta y correr a algún lugar donde no lo encuentren. No obstante, correr y huir lo haría quedar como una vergüenza. Así que con todo el valor que le quedaba dio un fuerte suspiro y con la mirada perdida en el suelo abrió la puerta.

-Jongsuk.

Al otro lado del cuarto se encontraba un hombre, en sus manos se encontraban unas hojas que robaban toda su atención y en sus labios un cigarrillo que pronto ya no serviría.

-¿Que quieres Soobin?-respondió observando las hojas.

Soobin agradecía en silencio que no haya levantando la mirada porque de no ser así, el hombre hubiera visto todo el sudor que caía por su frente y de inmediato intuir que no pasaba nada bueno.

-Es sobre Soomin-rápidamente después de decir eso limpio toda su frente ya que Jongsuk levantó, por fin, la mirada.-paso hace unos cuantos días, no están lejos.

-¿Que quieres decir con "no están lejos"?.-Soobin maldijo mentalmente cuando se percató de como solo las palabras.

-Ella y Yooyung ya no están en Ulsan.-bajo la cabeza, no queriendo ver la reacción del mayor.

El hombre se paró de la silla claramente molesto, tiro todo lo que tenía en la mesa y tomo por los hombros al pobre chico que a este punto ya estaba temblando. Ese trabajo no era el indicado para Soobin y claro que lo sabía.

-¡Sabes mejor que nadie que necesitamos a esa niña! ¡Es exactamente lo que buscamos, no podemos perderla!-gritó sacudiendo por los hombros al chico que aún su mirada se encontraba en el suelo.

-Lo sabemos.

-Soobin, sabes que no puedo hacer nada contigo...-soltó un fuerte suspiro para seguidamente apoyarse en la mesa-...no me sirves.

-Lo sé.-susurró, levantando la mirada.

-¿Saben dónde se fueron?.-dijo con una mirada sería que hizo temblar al Soobin.

-Ahora están en Daegu.

-Entonces iremos a Daegu.-dijo, ahora volviendo a su silla.-No será muy difícil hijo.

--¿Y que hará con Yooyung?.-preguntó, jugando con sus manos.

-Le pedí a Soomin de una buena manera una vez y sabes lo que pasó.-Soobin asintió rápidamente-Si lo hace otra vez, nos veremos obligados a hacerlo de la manera difícil.-la voz de Jongsuk sonaba apagada, como si algo se rompiera dentro de él. Poco a poco destrozándolo por completo.

-¿La manera difícil?.-preguntó dudoso y nervioso por la voz que había usado.

-Muy difícil.

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⏰ Última actualización: Mar 18, 2020 ⏰

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