Capitulo XXV: Furia

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-Dejame encargarme de las fuerzas militares, Jota.

Dije acercándome, esa mañana previa a la inauguración del muro. Ya estaba completamente construido, una muralla que rodeaba por completo aquellos 4 Kilometros de largo y mas de 5 km de ancho. Tiempo record la verdad, y era todo un orgullo para Jonny. Las puertas estaban colocadas, habían dos entradas, una al este y la otra, al oeste. La fiesta principal se llevaría a cabo en la cabecera este, donde allí estaba el edificio principal. Se esperaban miles de personas, y Joanna estaba a cargo de la vigilancia y protección del pueblo. Poco mas de 3000 soldados rodeando el pueblo. Y se esperaba un festejo enorme. Con fuegos artificiales, luces, y todo el colorido. Yo lo sentía algo asi como un festejo de independencia.

-En realidad, estaba pensando otra cosa- Dijo, mientras se sentaba alrededor de una mesa con un computador, y tomaba una taza de café. Estabamos en una habitación, desayunando junto con Zeta.

-Dime- Dije algo apresurado. Queria pasar a estar un rato con Hércules y Joanna, antes de que todo se revolucionara. Y realmente se revolucionaria aquella noche.

-Joanna esta haciendo un excelente trabajo, esta comandando cada entrenamiento, cada fuerza aquí dentro. Es una locura la capacidad que tiene para su edad. Y creo que debería darle todas las fuerzas militares a ella. Y se de tu necesidad de vengarte de lo que paso en el sur, pero no será esta vez Tomas. Seras su consejero principal, asi como su informante, pero te mantendrás lejos del campo de batalla, honestamente no quiero que mueras.

-Nadie morirá mientras yo lo proteja- Dijo Zeta, guiñándome un ojo.

-¿ Y quien te protege a ti?- Pregunte, en un tono mas serio a Zeta.

-Pues mi padre, ¿quien mas?

Algo extraño, quede vacilando.

-Mi padre es Uve, aunque no lo parezca

Jota sonrio, y Zeta, se enorgullecio. Se veía en sus ojos.

-Debes contarme la historia de tu familia algún dia, Zeta. De verdad.

El asintió, y termino su taza de café. El reloj marco las 10 de la mañana, y decidi ir al hospital a ver al pequeño Hércules. Joanna tomo un descanso y me acompaño a verlo. Cuando la vi teniéndolo en brazos, algo se me ilumino en los ojos. Lagrimas de felicidad.

-Podriamos sacarlo de aquí, Tomas. Podemos darle una vida normal a este niño.

-¿y que es normal en estos tiempos?

Ella quedo vacilando. Pero vi que en realidad lo amaba y quería lo mejor para el. Yo también lo amaba, y recordar todo lo que vivíamos me angustiaba.

-Oí la noticia de Jota- Dijo, mirándome algo preocupada- ¿No era lo que querías verdad?

-No es por ti, Joanna. En realidad Jota tiene razón, es mi deseo de venganza. Aun me tiene muy golpeado lo de Cooper, necesitare tiempo para procesarlo y entender que el nosotros aquí y ahora es lo que mas importa.

-Comandare las fuerzas lo mejor que pueda y lo sabes, quizá pida tu consejo, pero déjame manejarlo a mi. Yo puedo

-Jamas dude de tu capacidad amor mio- Dije, y me acerque a besarla.

-Deberias hablar con Santiago, se que no te has acercado a el y creo que es por temes la charla. Estuve con el mas temprano, me trajo las cartas de su padre, cree que ayudaran. Esta cambiándose para ayudarme con la seguridad mas tarde, pasa por el cuartel.

-¿Te quedaras con el un rato mas?- Pregunte, acariciando a Hércules su suave cabeza.

-Me quedaría en este momento para siempre- Beso mis labios, y me susurro- Anda, no puedes evitar lo inevitable.

¿Hay Mañana?// INCOMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora