HUG ME | KIM

5

Entré al aula, nada nuevo, es lo mismo de siempre, el profesor aún no venía así que todos estaban con su grupo de amigos. Tomé asiento junto a Jimin, quien, estaba rodeado por sus amigos mientras conversaban entretenidamente, estaba Taehyung. Mientras tanto yo, estaba muerta del sueño con mi cabeza pegada a la mesa.

—¿Cómo vas con Abbie?

—Bien, mañana iremos al cine, la invite.

—Ese es mi amigo.

Escuche esas palabras provenientes de Jimin y Taehyung. Cuando habla de Abbie su rostro se ilumina. Ni siquiera notaron que había entrado al aula o estaba ahí sentada

(...)

—¡No entiendo!

—Pero si es super fácil, es cuestión de pensar nomas.

—Suena fácil, pero no lo es.

—Prueba una vez má.

—¡No! Me rindo, es imposible.

—Si sigues así nunca aprenderás matemáticas, Park—Jimin me imitó
pero con una voz más chillona.

—Yo no hablo así —Dije disgustada.

—¿Que es eso que tienes ahí?

—N-nada.—Lo escondí más entre mis cosas.

—Vamos déjame ver —Con su mano trato de sacar mi cuaderno para ver que había debajo de este.

—¡Dije que nada!

—En que andaras metida, Smith—Dijo tratando de imitar mi actitud de antes.

Lo que quería ver Jimin era una carta, si exacto. Lo haré, le dire todo a Tae.

Como dije antes, hoy es el día en que planeaba decirle todo a Tae, no obstante, los nervios me juegan en contra como siempre, además de que Jimin no paraba de hablar en toda la clase interrumpiendo mis pensamientos sobre la decisión que estaba por tomar.

—Mira, tengo una teoría en mente, si al nacer nos entregan a otra familia y no a la verdadera ¡Pondríamos ser hermanos!

—¿De qué estás hablando?

—Teorias...

—Y dime, que tiene que ver eso con las matemáticas.

–Los integrantes de la familia.

—¿Que?

–No nada, solo quería contestar como inteligente.—Soltó una carcajada baja.

Al cabo de unas horas, la clase terminó. Salude a Jimin y luego trate de salir rápido del aula, sin embargo, una voz conocida me detuvo.

—¡Tn!

Me doy vuelta, era Taehyung.

—¿Si?—El se acerca a mi.

—¿Lo harás?

—Hablas de lo que yo creo que hablas ¿cierto?

—Si

–S-si de hecho me dirigía a su casillero.

–Te acompaño.—Propuso sonriente.

—¡No! —Por mi grito medio pasillo se fijo en mi. Que vergüenza, nunca me suele pasar esto.

—Bien—Dijo algo confundido por mi actitud.

—¡No vemos, adiós! —Salí rápido del aula.

Iba caminando por el pasillo con la carta en mi mano. Vamos Tn, eres valiente, tu puedes hacerlo, esperen ¿valiente? Lo menos que tengo en esta vida es valentía y coraje ¡Que voy a hacer! Okey, relájate, respira y solo pega esa maldita carta, que digo maldita, hermosa carta en su casillero. Suena fácil pero créanme que no lo es.