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Un día soleado con fuertes rayos del sol, los cuales, entraban desde las pequeñas ventanas de la casa de madera, en donde, dos jóvenes dormían tiernamente. Parecían tener un poco de frío, pero sus cuerpos y manos juntas fortalezian la calidez entre ambos.

Se encontraban en un sueño profundo. Era domingo asique no había tareas ni escuela, era un día para descansar, aunque, no pensaban amanecer en ese lugar.

De repente, una niña de unos 6 años, entra al lugar junto a una gran paleta de helado.

Largó un bostezo—Que linda e incómoda noche—Decía mientras estiraba sus brazos hacia arriba.

Sus ojos aún estaban cerrados. El recién despertarse era algo muy flojo para ella, y ni hablemos para Taehyung.

—Antes de bostezar, tambien estiro partes de su cuerpo: Como sus brazos y piernas.—Mi espalda—Dijo mientras esta largó un crujido—Duele...—soltó Tae.

—¿Son novios?—Preguntó un voz chillona y femenina.

Mientras que, los recién despertados, abrieron sus ojos como platos al escuchar aquella voz, ellos pensaban que estaban totalmente solos.

Voltearon a mirarse entre sí, ninguno comprendía nada. Amagaban a hablar pero solo se  confundían con sus propias palabras.

—¿Son mudos? ¡Oh, está bien! Se hablar lenguaje de seña—Dijo la niña para comenzar a mover sus manos.

—No, esta bien, no somos mudos—Mencionó Tn.

—Ohhh—Se quejó—Bueno, ya será hora de utilizarlo.—Volvió a sonreír.

—Por cierto, eres muy buena—Habla el pelo oscuro.

—¡Gracias!—Respondió alegre.—Pero...aún no me han dicho que hacen aquí—Cuestionó.

—Pasamos la noche en esta casita.—Hablaron al unísono.

La pequeña se quedó totalmente en shook.

—Mamá dice que cuando uno llega a una cierta edad no puede entrar a estos juegos—Hablo inofensiva.

—Déjame decirte niña que tu madre está equivocada, mirarme, soy casi un viejo y estoy aquí—Menciona Taehyung.

—Pero eres bajito, mi hermano Soobin seguro no entraría en esta casita—Dice entre pequeñas y tiernas carcajadas.

Taehyung frunció su ceño y con sus labios imitó un puchero al sentirse ofensivo por el simple hecho de que lo tomaran como enano. Ni que fuera su mejor amigo Jimin, eso pensó pero no lo dijo.

—¡Kim Hyiren, donde estas!—Se escucha desde afuera.

—¡Estoy aquí con una pareja que durmió toda la noche en esta casita, mami!—Contestó entre gritos la pequeña.

—Bueno, mejor ya nos vamos—Comenta rápidamente Tn para empezar a pararse, eso si, con cuidado de no golpearse la cabeza con el techo.

—Si, ella tiene razón. Debemos irnos niña, fue un justo conocerte—Saludó Tae.

–¡Adiós, fue un gusto hacer nuevos amigos, y por cierto, son una hermosa pareja!

—Tragó grueso—G-gracias—Respondió el.

HUG ME | KIM Donde viven las historias. Descúbrelo ahora