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—Tn, Emily.—les habló—este será el hotel en donde nos quedaremos por dos días. Luego, como ya saben, volveremos a Washington, al menos que alguna quiera quedarse, ya son mayores de edad, son responsables de su vida. ¡Ah! casi lo olvido—agregó antes de irse— compartirán cuartos por estas dos noches, ahora así, nos vemos mañana por la mañana en el desayuno, pequeñas.

Las dos hermanas afirmaron con la cabeza y al segundo se escuchó el sonido de la puerta cerrarse.

—Bien, ahora que se fue, dime todo.—dijo tomando asiento en la cama.—Ven, siéntate.

—¿Todo? ¿todo de qué?—preguntó confundida tomando asiento a su lado.

—Pues de quien más va a ser, de Taehyung, se que estas así por el ¿es porqué no lo has visto aún? Si quieres puedo llevarte con el yo...

—Emily, no.—la detuvo.—Si no lo he visto por algo ha sido.

—Pero...—hizo una mueca.

—Pero nada, lamento romper tu esperanzas pero entre ese tipo y yo no existe nada. Ha sido una noche larga, creo que ambas deberías descansar.—Dijo poniéndose de pie para ir a buscar su pijama entre su maleta, al encontrarlo, camino hasta el baño.

—De tal Smith tal Smith—dijo mirando a su hermana—digo, de tal palo tan astilla.

—¿Mh?

—¡Nada, nada! tienes razón, mejor va  ser dormir. —Mintió y se fue a la cama con la gran duda de lo que su hermana pensaba sobre ese muchacho, se sentía culpable así que de alguna forma quería arreglar las cosas, aunque, también temía entrometerse y arruinar todo.

Las hermanas Smith se durmieron casi al mismo tiempo, si algo que tenían era sueño. No obstante, una de ellas, Emily, antes de cerrar sus ojos, espero a que su hermana lo haga primero, para luego cubrirse con la bata, tomar su teléfono e ir hacia el balcón, en donde, debía hacer una llamada importante y así luego podría volver a la cama tranquila.

Mañana seria el ante ultimo día en Daegu. Por su lado, Tn quería organizar con sus amigos y pasar un lindo momento juntos, en especial con Hoseok, sabiendo que las esperanzas de verlo nuevamente serían pocas. Además, allí, otra vez, no iba a volver. Su vida con Seonghwa ya estaba en Washington y encima, ya lo ha ignorado mucho estos días cuando el lo único que hacía era acompañarla, apoyarla, cuidarla y brindarle felicidad.

Mientras que Emily, aprovecharía a pedirle disculpas a todos los que engañó, luego iría por un café y se concentraría en investigar más sobre su familia biológica, le daba un poco de miedo tener que volver a Washington y empezar un tratamiento, pero después de todo, era por su bienestar, porque esa locura podía volver cuando menos se lo esperaba.

Luego de siete horas de un sueño pesado, la alarma de Emily sonó, o bien, su odiosa alarma. Apagó el ruido proveniente de su móvil, se estiró para aliviar todas sus tensiones y se sentó en la cama para encontrase con la imagen de su hermana mayor en la cama de enfrente. Sin embargo, una cara de confusión se adueñó de su rostro al ver que la cama estaba completamente vacía, y armada correctamente. Se puso de pie pisando el suelo frio, tomó su móvil, ningún mensaje ni llamada de Tn. Quiso pensar que estaba desayunando y aquí el oso dormilón no era su hermana sino ella. Siguió con su rutina yendo a tomar una ducha y luego vestir algo casual y fresco. Después de una hora, bajo por el ascensor y tal como le había dicho su madre, los encontró desayunando. Pero otra vez, su hermana no estaba allí.

—Buenos días.—saludó sonriente.—Mm, esto huele delicioso—tomó asiento.

—Así es, esta maravilloso, Jin lo pidió por nosotros.—afirmó el padre.—¿Como dormiste, cariño?

HUG ME | KIM Donde viven las historias. Descúbrelo ahora