Miré la pantalla de mi Ds. En ella podía ver al Gardevoir apodado DANCER que acababa de recibir.
Qué pokémon más bonito. Mientras admiraba al Gardevoir, Alejandra empezó a contarme sobre cómo lo consiguió.
Como si me importara. A mí lo único que me importaba era ganar al líder de los pokémon de tipo lucha.
Fingí escucharla mientras curioseaba sus estadísticas. También busqué la descripción de Gardevoir en la pokedex.
"Para proteger a su entrenador emplea todo su poder psíquico en crear un pequeño agujero negro"
¿Agujero negro? Investigué sus ataques. No había ningún ataque con ese nombre. Qué decepción. Durante todo ese tiempo Ale no paró de hablar.
De vez en cuando nombraba algo sobre un huevo malo, pero ciertamente no me interesaba. Me apetecía ir a jugar a casa, así que me despedí asegurándole que le devolvería su pokémon al día siguiente sin falta.
Había anochecido, pero como Alejandra y yo somos vecinas tampoco me preocupé demasiado. Crucé la calle y toqué el timbre.
Cuando entré en casa me fui directamente a la cocina en busca de mi cena, pero antes de llegar a sentarme recibí una inesperada llamada.
¡Era Sara!
Estaba muy contenta, llevaba mucho tiempo sin saber de ella, pero me alegré todavía más cuando me preguntó si me apetecía ir a su casa. Y por supuesto que fui, estuve con ella todo el día.
No recodaba habérmelo pasado tan bien en tanto tiempo, pero como es normal alguien tiene que arruinar esos pequeños momentos de felicidad. Ése día le tocó a mi madre.
Se me había olvidado completamente que Ale se iba por la noche de viaje y ya no volvería hasta pasadas las navidades. Tampoco le di mucha importancia, al fin y al cabo era sólo un pokémon más, o eso era lo que pensé en ese momento.
Encendí la DS, subí el volumen y esperé a que se cargara el juego. Mi personaje se encontraba en el centro pokémon, así que aproveché y revisé a mis seis pokémon...bueno, cinco más uno.
Luxio (nv 20), pachirisu (nv 23), Prinplup (nv 25), Beautifly (24), Drifloon (nv 24) y Gardevoir (nv 50).
Estaban todos en perfecto estado. Salí del centro pokémon y me dirigí al Gimnasio dispuesta a darle una paliza a Brega, la líder de Ciudad Rocavelo. Una vez dentro, me puse delante de ella y presioné A.
"Hola. Encantada de conocerte. Soy Brega, la líder de este gimnasio. No sabría decirte que es la fortaleza ni por qué he llegado a convertirme en líder... Aunque lo hago lo mejor que puedo. Para mí los combates son cosa seria. Cuando quieras, empezamos."
Apareció la pantalla de combate y Brega sacó a Meditite (nv 28), mientras que yo saqué a...DANCER.
Se suponía que estaba al final, pero no le di demasiada importancia, así podría acabar antes. El primer ataque que quería que utilizara era psíquico, sin embargo y para mi sorpresa el ataque que utilizó fue Frustración.
¿Cómo era posible?
Los ataques que había visto que tenía eran Psíquico, Hoja mágica, Paz mental y Mismodestino.
Frustración dejó KO al Meditite. Pasó lo mismo con el resto de sus pokémon. Pero es que además de utilizar un ataque que en un principio no tenía hacía otra cosa aún más rara.
Nada mas desaparecer el Meditite DANCER utilizó Mismodestino, sin ningún motivo. Y no sólo eso. Con machoke y lucario pasó lo mismo, derrotó a los pokémon de Brega con frustración y usó mismodestino, haciendo cada vez que uno de mis pokémon se debilitara.
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