Silent Hill tiene un excelente soundtrack, se puede bajar de internet y está también disponible en youtube.
Un día decidí bajarlo. Aún lo tengo en mi PC ese soundtrack. Es la música de fondo del juego y como muchos sabrán, es aterradora, confusa y muy estridente.
Una vez, pensé que sería buena idea enganchar todos los temas juntos y escucharlos. Así que fui escuchando tema tras tema... Al principio andaba todo bien, pero luego de un rato me fui sintiendo mal, descomponiendo, me sentía en otro lado, fuera de mí mismo. Ya no podía pensar con claridad. La música me fue alterando cada vez más. Sentía nauseas, ligeros mareos, debilidad corporal general. Todo mientras iban pasando los temas del Soundtrack de Silent Hill sin parar.
Llegó un momento en que no lo soportaba más y quería detener la música pero algo dentro mío me decía que no lo haga. Así que, con coraje continué escuchando lo que, para ese momento, pensé que ya pasaba a ser una tortura. Cuando me levantaba, aún con todas las luces encendidas, creía que me iba a ocurrir algo extraño y sentía pavor. La sensación térmica de esa noche de verano era de unos 40 grados, muy sofocante. Pero a pesar de esto, en un momento sentí un sudor frío que corría por toda mi espalda y pensé que había sido sólo el calor, por lo que quise hacer otras actividades para despejar la mente.
Así que, para distraerme, empecé a ordenar mi cuarto, con la horrible música de fondo. Me sentía débil y confuso, pero aún así seguí ordenando mis cosas, hasta que se termine la música y me dé por satisfecho. Fue entonces que, cuando estaba abriendo mi placard, que no podía abrirlo, por lo débil que me sentía. Así que lo abrí de un golpe. Así se abrió. Guardé las cosas que debía guardar: mis queridas camperas de cuero media estación a medida que siempre me acompañaban. Sólo me faltaba cerrarlo, pero me faltaban mis fuerzas.
No podía cerrarlo. Así que puse una mano en el lado para donde debía cerrarlo y otro en la puerta del placard. Empujé con todas mis fuerzas y se cerró de un golpe. Pero, cuando me di cuenta de que hice la maniobra mal, ya era tarde. Había puesto mi pulgar derecho en dirección a donde debía cerrarse la puerta, y la puerta del placard me agarró mi pulgar. Con el movimiento rápido, no pude evitarlo y me agarré mi pulgar derecho con la puerta del placard.
Al darme cuenta de esto, casi me desmayo del dolor. Fue un dolor tan profundo y punzante que no pude sostenerme en pie. Caí a la cama y me sujetaba la mano con fuerza. Mientras tanto, la horrible música sonaba de fondo, pero con melodías nunca antes escuchadas, ruidos extraños, llantos de niños, gritos y sonidos sobrenaturales invadían con un volumen cada vez más alto en mi habitación. Me descomponía aún más. Me sentía peor. Pensaba que era el final, ya no podía moverme. Sentía como si todo fuese un mal chiste provocado por un demonio. En un momento se me cerraron los ojos lentamente y sentía que algo flotaba delante mío, como si me miraba lentamente. Luego de un rato, esa sensación se terminó.
En cuanto pude juntar un poco de energía y pude pensar, porque el dolor no me dejaba pensar, me levanté, corrí a la PC y ahora si pude apagar la música que todavía seguía sonando pero con un volumen muy pero muy bajo. En cuanto se calló, escuché una risa muy lejana que se perdía en el silencio, y acto seguido, mi computadora se apagó.
Pensé que todo había sido casualidad, o simplemente un malestar por la temperatura de ese día. Sinceramente nunca supe, no sé, ni sabre jamas lo que pasó esa noche de verano en la que decidí escuchar música. Esa música. El Soundtrack de Silent Hill.
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