ISLA DE SOLTEROS | COMPLETA ✔️

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― ¿Te sientes bien? ― La rubia me mira un poco preocupada.

El sentimiento de ahogo me toma e intento tomar aire.

― No ― Respondo sin pensar.

― ¿Llamo a alguien? Te ves pálida ― Sin darme cuenta termino detallándola... Es hermosa, jodidamente hermosa. ‹‹Parece una modelo de Victoria's Secret››

― Conozco al chico que mencionas ― Me recompongo y actúo con normalidad ― Puedo llevarte con él si quieres ― Señalo la playa.

― ¡¿De verdad?! Oye, muchas gracias ― Aplaude emocionada ― Pero espera... ¿No estabas mal hace unos segundos? ― Arruga la frente.

― No, no. Vamos ― Hago un esfuerzo por sonar amable ― Sígueme.

Le doy la espalda y comienzo a caminar hacia donde lo vi por última vez.

Ya hasta se me quitaron las ganas de ir al baño.

― Llevo horas buscándolo y los de la recepción no me quisieron dar el número de su cabaña, así que oí de esta fiesta y supuse que estaría por aquí ― Caminamos a la par. La miro sin expresión alguna mientras asiento con la cabeza ― Tengo que avisarle a mi prima que lo encontré ― Se dice así misma.

Seguimos caminando y me detengo cuando lo veo. Siento algo en el pecho, algo que no sé cómo explicar, pero no se siente bien.

Levanto la mano y le señalo al chico rubio que está jugando fútbol junto con otros chicos.

― Es Allen ― Me mira con una sonrisa gigante. Se ve feliz y tan... Enamorada ― ¡Gracias! ― Me abraza, pero no hago ningún intento por devolvérselo.

Cuando me suelta sale corriendo hacia él.

Me quedo ahí observándolos como una estúpida.

La chica llega y lo abraza por detrás. Allen se sobresalta un poco y se da la vuelta para ver de quién se trata.

No sabría explicar su reacción, pero no parece muy contento.

Ladeo la cabeza mientras los veo hablar. Él le dice algo y parece confundido. Ella se le acerca y le da un beso en los labios.

Bien, creo que fue suficiente para mí.

Antes de marcharme alcanzo a ver cuando se separa de la rubia, mencionándole algo.

Ella voltea y me mira mientras me señala. Allen sigue su mirada y una vez más no sabría explicar lo que sucedió, no sé explicar lo que nuestras miradas intentaban decirse desde la distancia. Aunque tampoco planeo quedarme a averiguarlo.

Doy la vuelta y camino tomando la misma dirección que los chicos hacia los juegos inflables.

‹‹No llores, no llores›› Me repito varías veces cuando un nudo se forma en mi garganta.

― ¡Tara! ― Cuando lo escucho comienzo a correr hacia el mar.

Entro al agua y nado hacia el juego del laberinto.

Nado rápido y me hundo debajo del agua para no seguir escuchando sus gritos cuando me llama.

Llego al juego en tiempo récord y en toda la fila me encuentro con los demás.

― Ya vamos a entrar ― Anuncia Jacob y voy a su lado.

Entramos y en el inicio encontramos cinco caminos diferentes.

― Separémonos ― Comenta Seth.

Estuvimos de acuerdo y cada uno se fue por un camino diferente.