ISLA DE SOLTEROS | COMPLETA ✔️

25 - ✫

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TARA

― ¿Quién era Allen? ― Miro a mi papá enseguida sintiendo mis mejillas arder.

― Un amigo ― Me encojo de hombros fingiendo normalidad.

Es muy pronto para hablarle sobre él y todavía tengo que ver si las cosas funcionan.

― Un amigo ― Repite asintiendo con la cabeza. Estaba sentada en la barra de la cocina mientras él preparaba el desayuno ― ¿Un amigo con derechos? ― Escupo enseguida la leche que estaba bebiendo.

― ¡Papá! ― Empieza a reír.

― Me sorprende que los chicos de tu edad piensen que nosotros siempre fuimos viejos ― Niega divertido ― También tuve tu edad, ¿Sabes? ― Cojo una toalla y limpio la encimera mientras trato de no mirarlo a los ojos.

― Cuando sea oficial te lo diré ― Hablar de esto no me gusta.

― ¿Estás cuidándote? ― Me cubro la cara con las manos ― Solo me preocupo. Aún no quiero ser abuelo.

― Ni yo mamá así que puedes estar tranquilo ― Lo miro con cara de terror y él parece entender porque deja de hablar del tema.

Mi teléfono suena y lo tomo viendo que es un mensaje de Allen avisándome que me recogerá a medio día. No falta mucho, así que corro a alistarme porque la verdad me quiero poner bonita para él.

Me decidí por un vestido corto de jean de tirantes y unos Converse blancos. Alise mi cabello con la plancha dejándolo completamente lacio y me pinte lo labios de rojo. El maquillaje se veía natural, pero bonito.

Justo estaba guardando todo en el bolso cuando recibí el mensaje de Allen informando que estaba en la puerta. Sonreí cómo una estúpida y bajé corriendo, pero justo cuando puse un pie en el segundo piso mi papá estaba abriendo la puerta.

Me acerqué siendo cautelosa mientras los veía estrecharse la mano.

― Allen ― Oí decir a papá. ‹‹Sigue recordando su nombre›› ― ¿A dónde vas a llevar a mi hija? ― Allen me mira cuando me acerco, pero no le presto atención porque me volteo hacia mi papá.

― Papá ― Lo miro con esa cara que él conoce bastante bien. Respira profundo y me mira a los ojos.

― ¿A qué hora llegaras? ― Tal vez no llegué, pienso.

― No sé ― Respondo calmada ― Te escribiré.

― Ten cuidado ― Asiento y lo abrazo ― No te sobrepases ― Señala a Allen.

Si supiera.

― Jamás haría eso señor ― Maldito mentiroso.

― Vámonos ― Lo empujo fuera de la casa y él parece divertido porque apenas mi papá cierra la puerta, se voltea rodeándome la cintura y dándome un beso en los labios, pero lo aparto enseguida.

― ¿Qué pasa? ― Arruga la frente, mirándome.

― Te apuesto lo que quieras a que si miras a la ventana lo encontrarás espiándonos ― Estoy de espaldas así que no puedo ver, pero conozco a mi papá, así actuaba cuando salía con Oliver.

Allen mira por encima de mi hombro y ríe.

― Tienes razón ― Sigue sonriendo ― Ahí está ― Vuelve a mirarme ― Vamos ― Señala su auto y me abre la puerta para que suba.

Es lindo, un Audi negro descapotable.

Da la vuela y sube también.

― Me gusta ese vestido ― Se muerde el labio inferior mientras su vista se detiene en mis senos ― Te queda bien... Aunque te prefiero sin ropa ― Le doy un golpe en el estómago y se queja.