Después de tanto tirar, fuimos por unas botanas a la maquina expendedora de la escuela y nos sentamos viendo a los blancos mientras conversábamos, con nuestras piernas al aire fuera del escenario.
— ¿Por qué querías practicar Kyudo, Izuku? —Le pregunte tras darle un sorbo a mi refresco, mi novio termino de pasar su mordisco de sus frituras antes de contestarme.
— Nunca lo había hecho antes. Y parecía divertido cuando practicabas.
¿Divertido, eh? Supongo que lo puedes llamar así. Generalmente lo veo más como algo para desestresarme. Pero debo de admitir que los momentos que más disfrutaba, era cuando competía contra Momo, incluso si perdía la mayoría del tiempo.
— ¿Qué te pareció? —Continue.
— Es divertido. Quisiera volver a practicarlo alguna vez.
— Ya...
Todavía hay algo que me pesa en la conciencia...Pero no encontraba la forma de traerlo a la conversación.
— ¿Qué estas pensando, Shouto? —Así que me descubrió. No esperaba menos de Izuku. No soy bueno ocultándole cosas.
— La verdad...—Pase mi mano por mi nuca. No soy buen en esta clase de cosas.— Te mentí la otra vez, cuando hablábamos por teléfono.
— ¿En qué?
— Yo...No empece a practicar Kyudo por un maestro. En realidad empece a jugar por alguien más.
— ¿Fue por Dabi?
— ¿Eh? ¿Cómo lo supiste?
— El año pasado había otro miembro del club que iba con él a la primaria, y me contó que desde entonces Dabi podía ser un chico problema, pero que había algo que él se tomaba muy en serio, el Kyudo. También me contó que tenía un adorable hermano menor que siempre lo seguía a todas partes.
No sabía que había alguien así en la escuela...
De inmediato me arrepentí por haber abierto el tema.
Pero ya no puedo dar marcha atrás.
— Cuando era pequeño, mis padres siempre estaban ocupados, y como Dabi era el mayor, se volvió el encargado de cuidarme, claro que en contra de su voluntad. En ese entonces lo admiraba mucho, pero era obvio que no quería cuidarme. Quería jugar con sus amigos y hacer cosas de niños normales, pero mis padres no se lo permitían. Las clases de Kyudo eran lo único que parecían liberarlo de todo, de mis padres, de la escuela, de mi también.
Comencé a contarle.
— Hasta ahora, no conozco a alguien que me guste más como tire que él. Recuerdo ver su espalda cuando tiraba. Recuerdo su forma, y su sonrisa egocéntrica cuando acertaba.
Aún ahora lo recuerdo todo: el olor del incienso del maestro de ese entonces, el dolor en mis piernas al haber estado sentado tanto tiempo, el orgullo en el rostro de mi hermano, todo sigue vivo en mi mente.
— ¿Por qué lo dejo? —Me pregunto, Izuku. Buen pregunta.
— Nunca me dijo, un día simplemente dejo de ir a la practica y eso fue todo. Poco después llego la clase de practica y lo use de excusa para entrar al club, pero en realidad, supongo que solamente quería enojar a mi hermano y sacarlo a jugar otra vez, pero nunca lo logre. Ni siquiera cuando lo supere, o cuando ganaba competencias se volvió a interesar. Pero al final, me gusto tanto el Kyudo que continué por mi cuenta. Aunque bueno, aún me molesta que nunca he podido derrotarlo en un reto. Lo siento, no ha de ser una historia interesante.
— Lo fue, bastante.
No lo creo, pero Izuku no es de las personas que miente por convivir. Creo que no le he contado esto ni a Momo. Izuku tiene una magia que hace que sientas que puedes contarle todos tus problemas. Lo he pensado desde que lo conocí, incluso intente tomar algo de distancia por esto, no quería contarle demasiado.
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Next Time! [TodoDeku] (Actualización Diaria)
FanfictionUn día como cualquier otro estas en tu computadora, buscando cosas para matar el tiempo, entrando a pagina tras pagina para poder encontrar algo que te divierta, cuando de repente encuentras un blog que se volvió moderadamente popular. Entras a la p...