1. Han vuelto los problemas.

5.1K 185 22
                                    

Muchas cosas han cambiado en estos años.

Empezando por el hecho de que Sam, quien sigue siendo mi mejor amigo, ya no está aquí. Recuerdo haber llorado durante semanas cuando se marchó al extranjero, y a él, alegando que jamás me iba a olvidar.

Por otro lado, Jc y Annia también se fueron. Querían darle una vida mejor a su hijo, ¿y qué mejor manera de hacerlo? Escapando del pasado.

Caroline está aquí, como siempre. Aunque algo me dice que está cansada, tanto como yo, de verme desanimada todos los días, y sinceramente, no la culpo por eso.

Jacob Green, sí, el mismo que años atrás había sido el foco de muchos problemas en mi vida volvió, así, de la nada.

Ciertamente ha sido el único que ha conseguido hacerme feliz desde que sucedió. Volvimos a ser amigos e incluso me confesó que me seguía queriendo, pero desistió en su intento de seguir intentando algo conmigo, al ver que yo no podía olvidar a una persona que él conocía muy bien.

Kian. Hace dos años que no sé nada de él, es como si hubiera desaparecido de la faz de la tierra.

Aunque eso ya no importa. El amor que algún día tuve se acabó, me he demostrado a mí misma que ya no soy capaz de querer a nadie.

-Marie, ¿estás segura de que puedes ir sola?

-Jake, tranquilo, ¿vale? Tengo 20 años, ya no soy una niña y creo que puedo cuidarme.

-Lo sé. Pero nunca está de más proteger a la chica que quieres, ¿no? -Trago saliva al oírle decir eso, y rápidamente se da cuenta.-

-Lo...lo siento. Ya sabes que no quiero presionarte.

-Tengo que irme, Jacob. Nos vemos más tarde. Te llamaré. -Él asiente y me besa la frente como modo de despedida.-

Hoy hace muchísimo calor, digno de un día de Junio. Hay muchísimas personas en el paseo, algunas patinan, otros pintan retratos de los transeúntes. También hay parejas besándose, y cogidas de la mano, cosas que provoca mi risa, pobres ilusos, no saben lo que les espera.

Me pone muy nerviosa tener que buscar trabajo, pero si quiero ganar dinero, hay que hacer sacrificios. Hay una cafetería en la que están buscando camareras jóvenes, y algo me dice que va a ser un buen día.
-Buenos días, vengo por el anuncio del puesto de camarera. Me llamo Marie, y tengo 20 años.

-Encantada. -Respondió la chica. -Bueno...estarás en un período de prueba de 3 días. Si lo superas, podrás trabajar aquí. Por cierto, me llamo Elsa.

-¿Tengo que llevar uniforme?

-Bueno, ya que vas toda vestida de negro, así estás bien. Tan solo ponte un delantal y comienzas tu turno. -Hago lo que me dice y me enrollo uno de los delantales en la cintura mientras me acerco a la mesa de la que estoy encargada.-

-Buenos días, ¿qué desea?

-Hola, otra vez.

Al escuchar esa voz levanto la cabeza. Ha cambiado, ni rastro del piercing, ni tatuajes, ni pelo de colores, nada. Simplemente él. Tiene la misma sonrisa que siempre, esa que promete dar guerra hasta el último momento y la ceja enarcada.

Al verle delante de mí estoy demasiado segura de algo. No va a pasar desapercibido, han vuelto los problemas

-Ki...¿Kian? -Idiota. Gilipollas. ¿Qué coño está haciendo aquí?-

-Creo que sabes perfectamente cual es mi nombre, preciosa. -Apreto los dientes al oírle llamarme así y él sonríe de medio lado.-

-¿Qué quieres tomar? Porque como comprenderás no puedo quedarme aquí perdiendo el tiempo todo el día, hay muchas mesas más.

-Tomaré un refresco, cualquiera.

-De acuerdo.

-Ah, una cosa más, preciosa.

-¿Qué? -Respondo, lo más seca que mi corazón me permite.-

-¿Quieres ir a algún sitio después de cerrar? Creo que faltan solo unos minutos.

-No iría contigo a ningún sitio ni aunque fueras el último hombre de la tierra.

-Pues déjame decirte que yo contigo iría hasta el fin del mundo, muñeca.

-Eres un idiota.

-Y tú eres preciosa. Aunque creo que ya lo sabes.

-¿Puedes dejarme en paz?

-No creo que quieras que lo haga.

-Tu no sabes lo que yo quiero.

-Pues solía saberlo. -Responde y le miro mal. Estoy intentando contener las ganas que tengo de besarlo aquí mismo, porque su actitud me está llevando al borde de un ataque de nervios.-

-Kian, por favor.

-Me encanta cuando pronuncias mi nombre. Lo echaba de menos.

-Pues a mí me encanta cuando te callas y me dejas hacer mi trabajo.

-Vente luego, anda. Tenemos mucho de que hablar.

-No tengo nada que hablar contigo, te odio. Te odio más de lo que he odiado a nadie y quiero que dejes de dirigirme la palabra para así poder seguir sirviendo mesas.

-No te crees ni una de las palabras que acaban de salir de tu boca.

-¿Si hablamos después me prometes que me dejarás tranquila?

-Te prometo hasta el cielo si es lo que deseas, ángel.

-Deja de llamarme así. Tú ya no eres nada para mí.

-Pues tu para mí lo sigues siendo todo, ángel.

______________________________

¡Chan, chan!

Volvemos a leernos, ¡eh!

No podía pasarme tanto tiempo sin escribir porque la verdad es que me encanta.

Espero que os haya gustado el primer cap de la segunda temporada, esta va a tener un argumento algo diferente, creo que lo vais notando.

Y pues espero que voteis y comenteis tanto como siempre o más.

Os quiero,

Besos de pingüino,

Mary .xx

Trouble again. [Kian Lawley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora