Trouble again. [Kian Lawley]

10. Papá.

Espero que nunca os haya pasado. Estar tranquilo, y en un momento, todo tu mundo se hace pedazos. Todo queda en ruinas, como Roma.

El sonido de mi teléfono me despierta, veo en la pantalla el número 3:58 y debajo, un número desconocido, ¿pero quién llama a estas horas de la madrugada? Pero entonces lo comprendo todo, sin necesidad de responder, pero cuando lo hago y compruebo que lo que pensaba es cierto, siento que desfallezco.

-Doctor. He venido lo antes posible. ¿Como está?

-Marie...ya sabes que tu padre ha estado empeorando estas últimas semanas y...

-¿Cuanto le queda? -Pregunto finalmente y el doctor me mira triste. Sé que estoy a punto de llorar pero no quiero hacerlo. No delante de él.-

-Cada día después de hoy será un regalo...Ayer tuvo una recaída muy fuerte. Lo siento mucho. -Asiento, y voy como puedo a la habitación 316, donde podré ver a mi padre.-

Entro en la habitación y veo que está dormido, tiene muchos cables conectados, y unos de ellos es el que le ayuda a respirar. Me siento a su lado y cojo su mano.

-Papá...Papi...no puedo creer que esto esté pasando. -Le observo. Su respiración está calmado. -¿Sabes? Siempre pensé que después de que te fueras nada me importaría, y siempre pensé que si volvías nunca te perdonaría por dejarnos. Pero no...no es así. -Siento como las lágrimas bajar por mis mejillas e intento contenerme, pero simplemente no puedo. -Siempre tuve la esperanza de que por algún motivo u otro serías tú quien me llevaría de la mano hasta el altar. Siempre quise que me acompañaras en el momento más feliz de mi vida, y que no puedas hacerlo me parte el alma.

-Hija...-Veo como se despierta e intenta incorporarse aunque se lo impido. -Supongo que el doctor te lo ha contado.

-Sí...

-Todo va a ir bien. Eres una chica muy fuerte, siempre lo has sido. -Acaricia mi mejilla y le abrazo.-

-Me gustaría que hubieras conocido a Kian. Él...es un chico estupendo. Me ha acompañado hoy...está fuera.

-Oh, sí le conocí. Estuve con él el primer día que llegué, supongo que iba a verte y me vio salir. Es un buen chico. Me contó que estábais peleados.

-Sí, bueno...

-También me contó que aceptaste casarte con él. Y aunque no me lo contaras, me alegro.

-Gracias...

-Sólo recuerda siempre hacerte respetar. Si alguien te quiere lucha por tí y jamás te hace daño. Te quiero mi pequeña. De verdad que sí.

***

Mi padre murió 2 días después. En aquella habitación. En aquel hospital. Y yo estuve ahí para verlo. El entierro fue unos días después. Ya han pasado 2 años y Kian y yo estamos preparando las cosas para nuestra boda. Y aunque muchos nos digan que aún es muy pronto para casarnos, nosotros sabemos que no lo es, y estamos seguros.

-No puedo creerme que estés aquí conmigo. -Miro a Sam, mi mejor amigo, quien ha vuelto de Italia sólo para verme.-

-Te dije que volveríamos a vernos.

-Estou muy contenta de que estés aquí, de verdad.

-¿Qué piensa Jacob de que te cases con Kian? Conociéndole, no se lo habrá tomado bien.

-Hablé con él hace mucho, y aunque no desiste en su intento de enamorarme, comprende que quiero a Kian...¿Qué hay de tí?

-¿Yo? Bueno, sigo recordando cuando follábamos y esas cosas.

-¡Sam! -Le pego un golpe en el hombro y él se queja, sobándose esa parte con la mano.-

-Tranquila, es agua pasada.

-Muy pasada. -Sam me mira y sonríe. A pesar de todo, me encanta seguir teniendo esta relación con él.

-Jc, Annia y Caroline me han dicho que también irán, y ellas dos quieren ser damas de honor.

-Ajá. Annia no pudo resistirse, y acabó arrastrando a Caroline con ella, ya sabes lo persuasiva que puede llegar a ser.

-¿No crees que será incómodo para Caroline verme allí? No quiero estropear tu día.

-Tranquilo, no lo será. Ella sabe que eres mi mejor amigo, y por mucho que le moleste vas a estar ahí, a mi lado.

-Eso me gusta. -Sam sonríe y acaricia mi cabello. -

-Hay algo que quiero decirte, pero me pone realmente nerviosa...

-Dispara. Sabes que puedes contarme cualquier cosa.

-Creo que estoy embarazada.