Gabriel (Félix) POV
Luego de salir corriendo de la casa de Marinette me dirigí a mi trabajo, y cuando llegué vi a Claude esperándome en la entrada para empleados ya vestido con el uniforme.
—Te creí más puntual Félix —mencionó con una sonrisa socarrona para luego reír.
—Me tarde porque no hallaba esto —mencione entre jadeos por haber corrido— mientras señalaba la libreta que buscaba esta mañana.
—Oye tranquilo viejo —alzo las manos en forma de rendición. Juro que esa acción la vi en una serie—. No te enojes que solo fue una broma.
—Tranquilo, si entendí que era un broma, solo era el cansancio por haber corrido —reí un poco—, pero ahora creó que debemos entrar o nos hablaran por la tardanza.
—Cierto cierto... —movía su cabeza de adelante hacia atrás en un suave vaivén— además mis amigos ya debieron haber llegado.
Simplemente asentí, lo seguí hasta donde están los casilleros con nuestros uniformes. Nos cambiamos rápidamente y salimos a atender a los clientes.
Al parecer llegue justo a tiempo para el cambio de turnos.
—Buenos tardes señores Ricci —asentí con la cabeza en señal de respeto a la pareja itaiana.
—Oh querido —la señora se acercó y tomó mis mejillas— solo llámanos por nuestros nombres.
—Será un placer señora Mirella —tomé su mano con delicadeza. Ella es demasiado amable conmigo, me hace sentir como si estuviera en casa.
—Oh muchacho —el señor Ruggero se acercó a mi para poner su mano en mi hombro—, como nos hubiese encantado tener un hijo como tú.
—Ustedes son tan amables conmigo, de verdad quisiera ser su hijo.
—No digas eso muchacho, tus padres deben estar preocupados, ya lo verás el tiempo te reencontrará con ellos.
—Que así sea señor Ruggerio. —les dediqué una sonrisa.
—Debemos irnos muchacho, nuestras mascotas nos esperan —sonrieron mientras se alejaban—. Cuídense chicos, tengan una buena tarde.
Todos respondimos agradecidos por sus buenos deseos.
—Son ángeles en la tierra, ¿verdad? —preguntó Vanessa poniéndose a mi lado.
—Tienes razón —asentí con la cabeza a la vez que empezaba a verla.—, es una lástima que no hayan podido tener hijos. Hubiesen sido excelentes padres.
—La vida no es justa, cuando más deseas algo esto se vuelve imposible de cumplirse —intervino Claude—, y lo digo por experiencia propia. Es muy doloroso golpearse con la verdad.
—Yo creía que eras idiota —dijo Vanesa—, pero parece que no es así. Aunque tienes un punto.
Melania entro por la puerta que da a la cocina—Rápido chicos, ya están empezando a llegar los estudiantes.
Vanessa y Claude —quienes ya estabán con el uniforme— salieron a atender mientras yo me cambiaba rápidamente para hacer lo mismo. Pasé por la cocina y salí al café por la puerta del bartender.
Luego de atender a varios clientes la campana de la entrada sonó y vi entrar a Bridgette corriendo en dirección a una mesa donde estaban el resto de sus amigos.
Ahora que me doy cuenta Marinette y Bridgette son muy parecidas, por no decir idénticas, y no me refiero solo al aspecto físico sino a que su forma de ser. Me quede viéndola por mucho tiempo, hasta que sentí un pequeño jalón en mi chaleco.
Regresé la mirada y note a una niña pequeña de ojos azules con una trenza francesa de lado en su cabellera marrón, un vestido celeste detalles blancos y un osito de peluche marrón, en resumen, toda una ternura.
—Disculpe... dice mi mami si es que nos puede atender —dijo tímida con una voz muy adorable. Confirmado, esta niña es un angelito.
—Oh perdón, pequeña creo que me distraje un poco, debería trabajar si no quiero que me despidan... ¿no crees? —la pequeña solo asintió con su cabeza mientras daba una pequeña sonrisa— Ahora llévame donde tu mami.
La pequeña dio un saltito, dio la vuelta y comenzó a caminar, dos mesas después la pequeña paro y se sentó a lado de una mujer pelirroja, de ojos marrones con un vestido similar al de su hija.
—Perdón la demora, por favor dígame su pedido.
— Por favor podría darnos un mocaccino, un chocolate y dos pasteles de vainilla. —Lo anoté en la libreta que traía.
—No desea nada más.
—No, solo eso. Verdad cariño —se dirigió a su pequeña hija, la cual solo asintió.
Me dirigí al mostrador para dejar el papel con el pedido, una vez hecho esto mire en otra dirección buscando a otro cliente pero me detuve al ver Bridgette reír. Al instante recordé a Marinette y el como nos reímos hace dos días mientras me enseñaba a hornear un pastel y por mi torpeza toda la harina cayó en mi cara. No pude evitar sonreír bobamente.
—Así que Bridgette eh... —al escucharlo me sobresalte. ¿Cómo le hace para aparecer como fantasma a lado mio?, digo ya es la cuarta vez que lo hace en lo que nos conocemos— lamento decirte esto amigo pero eres un robatumbas, Bridgitte tiene casi 21 años y tu apenas 16
—No te imagines cosas, solo me fijaba en el parecido que tiene con mi amiga.
—Así que Marinette eh... —canturreo nuevamente y yo solo rodé los ojos— y no me digas que no porque tu sonrisa era de amor.
—No digas tonterías, solo la admiro mucho porque ella es amable, además a ella ya le gusta alguien.—solte un suspiro de resignación al notar que el no iba a parar con el tema.
—Asi que te dejaron en la Friendzone amigo —Vanessa seunio a la conversación mientras Melania preparaba el pedido, aún así mantenía atención a nuestra conversación—, eso si que es triste, te doy mi más sentido pésame. —puso su mano en mi hombro mientras que su rostro mostraba falsa tristeza.
—Amigo no te rindas —el castaño también posó su mano en mi otro hombro—, lucha por ella.
—No puedo iniciar una lucha la cual obviamente me llevará a mi derrota, ella conoce a ese chico por mucho más tiempo que a mi —me sentí triste por lo primero sin razón alguna—, también ya se los dije, solo la admiro mucho.
— Amigo... es fácil confundir amor con admiración y viceversa —hizo una pausa, sinceramente yo no sabía como responder a eso, él tiene mucha razón y su argumento es totalmente lógico; y yo siendo más de probabilidad y lógica cómo negarme ante la realidad— ¿Estas cien por ciento seguro qué solo es admiración lo que sientes?
—Yo... —no pude contestarle pues en el timbre mostrador sonó indicando que el pedido ya estaba. Gracias Melania, terminaste en el momento exacto— Lo siento chicos debo entregar el pedido
Recogí el pedido y me acerqué a la señora con su pequeña hija. Les agradecí por haber venido a comer aquí y seguí recogiendo pedidos.
Luego de un rato trabajando —y evitando a Claude y a Vanessa— llegaron Marinette, Adrien y su primo. Los dos primeros reían juntos y el último solo mantenía una sonrisa en su rostro. Me molestó la cercanía de Adrien y Marinette, sé que a ella le gusta Adrien pero... aún así me dolió el pecho verlos juntos.
Definitivamente Claude tenía razón respecto a lo que siento por Marinette no es admiración, pero que hacer ahora que ya parecen más cercanos, ese era el sueño de Marinette después de todo y yo le prometí ayudarla a estar con Adrien. Ahora soy todo un lío y puedo sonar cliché, pero de una cosa estoy seguro:
Yo... yo estoy enamorado de Marinette
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Lost [MLB]
FanfictionPerdido y sin recuerdos fue como me encontraste bella chica de cabellera azabache y hermosos ojos azules... eres el más bello ángel Marinette. -Gabrinette -La imagen no es mía créditos a su autor/a. -El edit de la portada fue hecho totalmente por m...