La noche pasó en calma, Saga y Mú, se habían quedado dormidos en la sala de espera; al día siguiente, a eso de las ocho de la mañana, llegaron Aioros, Shura y Aldebarán al hospital, Aioros se ofreció a permanecer en espera de poder ver a Camus. Cuando llega a la sala de espera ve una escena muy tierna, a Saga y Mú durmiendo plácida y profundamente, así que se acerca a despertarlos, tocando el hombro y diciendo en voz baja a Saga: Saga, Mu, despierten.
Alde: Mira que tiernos se ven los dos, jiji
Shura: hasta parecen dos tortolitos juntitos muy enamorados.
Aioros: Ya compórtense, dijo Aioros a Alde y Shura que bromeaban ante la escena.
En eso, Saga fue el primero en despertar y al ver a los tres frente a ellos, y a Mu, con su cabeza recostada sobre su hombro y durmiendo plácidamente, éste se sonroja y despierta a Mu, provocando las risillas burlonas del Brasileño y el Español.
Aioros: Buenos días, Saga, como está Camus?
Saga: buenos días, Aioros, chicos; Camus está bien, ayer le intervinieron, lo enyesaron y le dieron un calmante, para que durmiera sin dolor.
Aioros: A qué hora crees que podamos entrar a verlo?
Saga: no lo sé, estoy muy nervioso, Mú, ya despierta.
Alde: y Milo? No ha llegado?
Shura: Él dijo que vendría desde anoche, pero por lo visto, parece que fue a ver si podría vengarse de aquél que le hizo esto a Camus.
En eso, Mu, que ya había despertado se estiró como un gatito mientras preguntaba: Quieres decir, que fue a buscar venganza?
Aioros: No creo que lo logre, el chico fue remitido a la Dirección y el Maestro Shion se encargó de llevarlo al departamento de policía a declarar.
Shura: No creo que sea para tanto.
Aldebarán: En parte, fue para proteger al chico, pues conociendo al fúrico Milo, era necesario, te lo aseguro.
Saga: Es cierto, he visto como se enfurece Milo, y ahora más que lastimaron a Camus, el amor de su vida, no creo que se quede tan tranquilo, jeje.
Aioros: tienes razón, Saga.
En eso se acerca el doctor que intervino a Camus y los jóvenes, curiosos, se levantaron de sus lugares para conocer los pormenores de la salud de su amigo, el doctor les dijo: no se preocupen, su compañero pasó sin contratiempos la noche, ahora pueden pasar a verlo, pero sólo pueden entrar dos -así que los cinco decidieron que Saga y Mu pasarían primero, después Aioros sólo y después Shura y Aldebarán, cuando entraron al cuarto, Camus estaba despierto, desayunando.
Saga y Mu: Buenos días, Camus.
Camus: Bonjour, amigos.
Mu: Buen provecho -dijo Mu al verlo comer.
Camus: Mercí petite carnerito -dijo Camus con una dulce sonrisa.
Saga: Veo que tienes buen semblante, y buen apetito, jeje.
Camus se sonrojó y cuando de repente tocaron a la puerta, por lo que Saga extrañado preguntó: Quien es? -Se abrió la puerta y lo primero que vieron fue un gran ramo de rosas, por lo que Camus, curioso, preguntó: quien lo manda? Sin dejarse ver, el mensajero se acercó al enfermo y le dijo con voz melosa.
???: Cómo está el enfermo más hermoso de este hospital, después de mi, claro? -Camus se sonrojó y Saga y Mu sonrieron mientras se miraban a los ojos, como haciéndose cómplices del mensajero, quien se descubrió y Camus se emocionó al descubrir quién era él.
Camus: Afrodita!!! Eres tú!! Gracias por venir a verme!!.
Afrodita: Claro, pues que creías, que iba a dejar abandonado a mi mejor amigi? Pues no!!, bueno, sólo vine a dejarte este pequeño detalle, pero debo irme de inmediato, sino, me van a regañar, jeje...
Mu: Cómo entraste, Afrodita?
Afrodita: Bueno, jeje Aioros me cubrió en la puerta y Shura se encargó de una enfermera, se le da muy bien el ligue, lástima, porque Kanon le trae ganas, jeje
Saga: queeee?
Afrodita: Upss!! jeje, creo que ya hablé mucho -Saga sin decir palabra se puso pensativo, Así que Shura y mi hermano, con razón se la pasan tanto tiempo juntos, y Kanon no se opuso a que Shura fuera su compañero...
En eso pensaba, cuando Mu lo volvió a la realidad con una suave palmada en el hombro: que sucede Saga? De pronto te quedaste callado.
Saga: eh? No, no pasa nada lindo, me quedé pensando en lo que dijo Afrodita de mi hermano, eso es todo.
Afrodita: Bueno, ya me voy, o si no, Aioros me regaña por que no salgo pronto.
Camus: Afrodita, si ves a Milo, le dices que espero verlo, que no tarde.
Ante esta petición, Mu y Saga, se pusieron serios, voltearon a ver a Camus y a Afrodita y se quedaron callados por un segundo, pero Afrodita respondió a Camus: No te preocupes, lindo, yo cazaré a ese bicho y te lo traeré atado si es preciso. Camus sonrió y Afrodita salió del cuarto.
Así pasó la semana, de Milo ni sus luces, Camus se entristecía, pero sus amigos trataban de alegrarlo, aunque algo raro sucedía, todos los días, durante su estancia en el hospital, Camus recibió un ramito de violetas y una tarjeta anónimas, en los que se leían diferentes y hermosos pensamientos, uno de esos decía: "espero que te recuperes pronto. Atentamente. Tu amigo del alma". Todos se preguntaban, quien podría ser, algunos sospechaban que era Milo, que no se atrevía a venir.
En el hospital, Aioros, Saga, Mu, Shura, Aldebarán, Kanon y el maestro Shion se encontraban listos para cuando Camus fuera dado de alta, se hicieron los preparativos, y sus amigos lo acompañaron hasta la puerta de su dormitorio que compartía con Milo. Camus iba en una silla de ruedas llevada por Aioros, casi al llegar, Aldebarán sorprendió a todos, y tomando a Camus lo cargó, llevándolo entre sus brazos, todos se rieron, haciendo que el Brasileño y el francés se sonrojaran. Aioros se hizo cargo de la silla mientras el maestro Shion abrió la puerta con la llave y cuando entraron, encontraron el lugar completamente adornado con hermosos ramos de rosas de todos colores, todavía no se reponían de esa emoción cuando aparecieron: Afrodita, Aioria, Shaka, Máscara Mortal y el Maestro Dokho gritando al unísono:
¡¡¡B I E N V E N I D O S!!!