Mistakes

CAPITULO FINAL

Theo se había ofrecido a conducir aquella noche al ver que su marido tomaba las llaves del Jeep. Sabía que si no se mantenía ocupado en algo podría volverse un poco loco por culpa de la ansiedad.

Habían aceptado que la cena se hiciera en la mansión Hale – Peter había puesto los ojos en blanco al leer el mensaje. "Mi sobrino es tan predecible" había dicho – y una vez más el alfa se había encargado de aclarar que estaba ansioso por conocer a la bella "esposa" de Stiles.

"-Muero por ver la cara que tendrá al ver que la "esposa" a la que tanto quiere ver es Theo, guardaré ese momento en mi mente por el resto de mis días" – había dicho Jackson con diversión y con esa simple frase había logrado calmar un poco los ánimos en ese momento.

Nadie dijo nada durante los cuarenta minutos que estuvieron dentro de la camioneta, no había mucho que decir en realidad.

Stiles tomó la mano de Theo cuando el rubio estacionó el Jeep unos metros antes de llegar a la entrada de la mansión, donde estaban estacionados los coches de la manada. Eso era algo que habían acordado todos antes de salir de casa, no querían quedar atrapados en caso de que necesitaran irse con urgencia de ese lugar, después de todo, ninguno de ellos sabía que es lo que es podría ocurrir cuando la manada los viera llegar y fueran conscientes de que no existe una esposa sino un esposo, uno increíble si se lo preguntan a Stiles.

-Solo dilo y nos iremos – susurró para que nadie fuera del auto los oyera – ambos – esta vez miró a Peter – no quiero que ninguno haga nada que no quiera, estas personas no significan nada para mí, solo es mi pasado, ustedes son lo que más amo y si no quieren estar aquí yo tampoco – volvió a repetir, lo había dicho ya en varias ocasiones antes de viajar e incluso cuando llegaron a la ciudad, pero necesitaba que sus lobos lo supieran, necesitaba que ellos entendieran que él iba a cuidarlos, que estaba allí para protegerlos.

-Lo haremos cachorro, nos iremos de aquí cuando las cosas se pongan tensas y no volveremos más – Peter fue el primero en responder y no estaba mintiendo, él mismo se encargaría de sacar a su familia de allí si alguien intentaba lastimarlos, incluso si con eso se ganaba el odio de su hija.

Con paso firme todos los integrantes de la familia caminaron hacia la entrada de la mansión, donde sus viejos conocidos los esperaban.

La puerta se abrió antes de que ellos pudieran incluso golpear o tocar el timbre. Scott McCall estaba tan emocionado por ver a su humano favorito que no pudo con la ansiedad y terminó abriendo la puerta antes de que ellos pudieran incluso acercarse lo suficiente como para tocarla.

-Stiles – el alfa susurró el nombre del castaño con tanta emoción que cualquiera diría que se trataba de un hombre que estaba viendo a su alma gemela después de estar separados por un tiempo – estás aquí – el chico se veía como un pequeño cachorro emocionado por ver a su dueño.

-Scott – el saludo impersonal de Stiles hizo que el lobo se calmara un poco, al parecer recordó que ellos ya no eran los mejores amigos que alguna vez fueron.

- ¿Nos dejarás aquí toda la noche o qué? – Peter sacó al alfa de sus pensamientos al ver que este se había perdido.

- ¡NO! ¡Pasen por favor! – el muchacho se corrió de la puerta dejando pasar a sus invitados.

La manada McCall estaba parada en la sala, en fila, uno al lado del otro, esperando, con la misma emoción que el alfa, poder ver a sus invitados.

-Buenas noches – Noah fue el primero en saludar a aquellos jóvenes que años vio crecer.

- ¡Sheriff! – Parrish fue el primero en reaccionar y acercarse a su antiguo jefe. El chico había extrañado mucho al mayor, desde el primer momento lo había visto como a ese padre que jamás tuvo y su partida le había dolido mucho, aunque entendió perfectamente el motivo.