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Frente a los ojos del príncipe de Busan se encontraba un no tan grande lago, pero era lo suficientemente grande para transmitir una gran tranquilidad

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Frente a los ojos del príncipe de Busan se encontraba un no tan grande lago, pero era lo suficientemente grande para transmitir una gran tranquilidad. YoonGi le había explicado que ese lugar no era tan visitado ya que se encontraba algo lejos del pueblo aún, solo la gente curiosa que caminaba por los alrededores del palacio podía dar con ese lago. Ninguno de los dos dijo nada al respecto por lo que había pasado en el carruaje, solo vagaron un poco por los alrededores escuchando a los pajarillos canturrear de un lado al otro. JiMin pensó que ese sería un buen lugar para escaparse con YoonGi cuando no quisieran estar encerrados en las lujosas paredes del palacio de Daegu. Al rededor del lago habían árboles grandes, árboles que parecían imponentes y algo tenebrosos por la edad que era obvia que tenían. lugar tan digno de admirar.

—¿Alguna vez has venido en soledad aquí?— Kim asintió un poco después de meditarlo unos cuantos segundos, cómo si el recuerdo comenzara a cobrar vida en su mente sonrió levemente. No era algo que le causara orgullo aquello, pero de vez y en cuando recordar lo que hizo en un pasado resultaba tonto e irreal.

—Un estúpido niño que se escapo del palacio solo para perderse después.— Bufó. —Tenía alrededor de ocho años y lo único que hice al encontrar el lago fue llorar. No sé porqué pensé que sería divertido salir solo a jugar en el bosque.— Park debía de admitir que el pensamiento de un YoonGi pequeño asustado y llorando totalmente solo en un lugar cómo ese le dio un vuelco a su corazón. —Mentí diciendo que quería encontrar a mamá, a esa inservible mujer.— Hizo una mueca al decir aquello. Por esa ocasión JiMin prefirió no mirarlo con una ceja alzada al hablar así de una femina, entendía la razón del malestar ahora y solo prefiero acercarse más a la orilla del lago. Los hombres que los acompañaban se mantuvieron lejos brindándoles privacidad pero al mismo tiempo no les quitaban el ojo de encima para cuidar de ellos.

—Cuando la luna brinde su luz y nos acompañe en lo más alto del cielo, tráeme aquí. Estoy seguro que el lugar de noche es otro lienzo increíble para poder admirar.— Kim se quedó un momento en silencio analizando las palabras de su contrario, dio un suave vistazo a su alrededor y estuvo de acuerdo que ese lugar de noche tendría otras historias para contar. Haciendo sus manos puños con algo de nerviosismo se acercó a JiMin, cómo si un secreto fuera a salir de entre sus labios.

—Convirtamos de este nuestro lugar. Park, cuando quieras pensar las cosas y quieras escapar de lo que te asfixia ven aquí. Al menos mientras sigas en Daegu.— El príncipe de Busan dio un paso hacia atrás al sentir que YoonGi estaba muy cerca de él, aquella cercanía lo tomó por sorpresa y a pesar de ello no se sintió tan amenazado con ella. Asintió a las palabras de Kim, pensando que aquello era un gesto tierno y lindo viniendo de él. —Cada que tu ausencia se haga notar sabré que estarás aquí esperando por mi.— Park no era un tonto para no darse cuenta que la atmósfera se había convertido en algo romántico, al menos un poco, además que todo eso sonaba cómo si de una confesión de amor se tratara. JiMin abrió la boca dispuesto a responder a sus palabras, pero KiM no le dio tiempo ya que se alejó de él volviendo a caminar hasta la carroza.— Es tiempo de irnos, aún nos queda trayecto por recorrer hasta el pueblo.— Ambos se acomodaron en cada lado del carruaje, ninguno hablo mas y ninguno se dedicó alguna mirada para tratar de retomar alguna conversación.

Educando a un príncipe ; JSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora