17

4.4K 809 164
                                    

Dos días habían pasado desde que YoonGi mirada entretenido como la actitud de JiMin variaba dependiendo si los reyes de Busan estaban presentes o no

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Dos días habían pasado desde que YoonGi mirada entretenido como la actitud de JiMin variaba dependiendo si los reyes de Busan estaban presentes o no. Era entretenido para él aquello y más al ver que el príncipe fingía bastante bien, pensaba que era muy bueno engañando a los demás. Engañando a los demás incluido a él, aunque no fuera consciente de aquello. El príncipe de Daegu se comportó demasiado bien para la sorpresa de JiMin, siendo elogiado él por los cuatro reyes por su paciencia y enseñanza. Todo había estado muy tranquilo para la felicidad de Park, muy pocas veces había convivido con sus progenitores en esos dos días, siendo el rey NamJoon el que tuvo que "soportar" la presencia del rey de Busan, mientras que el rey SeokJin mantenía extensas conversaciones con la reina sobre los compromisos y futuros herederos, YoonGi había escuchado que esperaban que JiMin pudiera hacer engendrar a su futura esposa a dos varones, sin niñas de por medio o tomarían aquello cómo una no deseada, Busan no se permitiría tener a una princesa. Mientras que SeokJin expresaba para el desagrado de la mujer que esperaba que su hijo pudiera ser feliz, porque bien sabía la fémina que la felicidad en el sentido romántico no existía.

—Deja de espiar, es de mala educación.— El pálido dio un pequeño salto en su lugar al escuchar el pequeño susurro que JiMin le había emitido cerca de su oreja. Un escalofrío recorrió su cuello y espalda, se giró observando cómo el príncipe de Busan lo miraba con una ceja alzada. YoonGi atreviéndose a tocarlo lo jalo un poco más lejos de donde se encontraban los mayores tomando el té y aperitivos deliciosos.

—Yo sé que eso es de mala educación, pero estaba conversando sobre los matrimonios y lo que esperan.— YoonGi hizo una mueca inconscientemente al imaginarse a una mujer al lado de JiMin robándose los besos y atención que él recibió por un tiempo, no le agradó aquello. JiMin por el contrario lo observó intensamente, sintiéndose nervioso al pensar que YoonGi al fin se había enterado que él ya se encontraba comprometido con una dama, ¿esa pequeña y tierna expresión de molestia se debían a celos?, JiMin no lo sabía con exactitud.

—Bueno, y dime qué escuchaste de ello.— YoonGi presionó sus labios entre sí un momento y luego suspiro.

—La reina quiere que tengas dos hijos varones.— JiMin asintió lentamente a las palabras recordando que ya había tenido esas conversaciones con sus padres y su prometida, la cuál había sonreído avergonzada de sólo imaginarse a JiMin y a ella en una situación comprometedora. —¿Ya sabías eso?, no te miras sorprendido.—

—Ya tenía conocimiento de ello, no es la primera vez que expresan ese deseo y dictan mi futuro.— JiMin desvío su mirada. —De todos modos no es asunto tuyo aquello.— Pronto me iré y no nos volveremos a ver, palabras que JiMin quiso decir pero que no pudo pronunciar, dolían. Dolía saber que aquellos hermosos ojos felinos ya no lo verían más, que ya no podría apreciar esa pequeña acción que YoonGi hacia cada que algo no le gustaba, su pequeña y tierna nariz se arrugaba, además que sus labios se elevaban suavemente en un pequeño puchero inconsciente.

—Bueno, no me meteré más en ello.— Las pálidas manos de YoonGi se alzaron haciéndole entender a JiMin que no le importaba. Kim iba a caminar dejando a Park atrás pero la mano de este lo detuvo tomándolo del antebrazo.

—Necesitamos hablar.— Abrió la boca dispuesto a retomar la conversación sobre lo que pasaba entre ellos dos, no estaba satisfecho con ser llamado amigo aunque anteriormente había dicho que no le importaba. Lastimosamente para él unos pasos apresurados se hicieron escuchar y un niño que rápidamente reconoció se hizo presente delante de ellos.

—¡Su majestad de Busan!— Una torpe reverencia fue lo que hizo mientras que rebuscaba en sus ropas. —Me alegra tanto poderlo ver nuevamente.— YoonGi y JiMin se quedaron de pie observando cómo el chiquillo sacaba un reloj de bolsillo con el emblema de la familia de los Park. JiMin rápidamente soltó al pálido príncipe para dar unos cuantos pasos acercándose al menor.

—Yeonjun.— YoonGi enarcó una ceja no entendiendo que pasaba y quién era aquel mocoso, además que ver qué portaba un objeto de la realeza lo hizo fruncir el ceño. —¿Qué haces por aquí?— JiMin tomo el reloj apreciándolo un poco, dándose cuenta que a pesar de que el niño se miraba algo descuidado el reloj seguía reluciente. —Veo que lo cuidaste muy bien.—

—Un señor muy amable me trajo, dijo que era jardinero del palacio y que estaba dispuesto a enseñarme más cosas para poder ser un ultra mega jardinero.— Yeonjun se sintió algo avergonzado. —Su reloj, lo cuide muy bien porque algo tan costoso y delicado debe de estar en buenas manos.— JiMin se permitió acariciar los cabellos del menor, lo que hizo a YoonGi acercarse haciendo resonar sus relucientes zapatos en el fino piso.

—¿Y este mocoso de qué lo conoces y por qué tiene tu reloj?— Yeonjun se hizo pequeño volviendo a hacer otra reverencia para el príncipe pálido. Ahora sintiendo miedo al ver la expresión que le daba.

—Disculpe su majestad. Volveré a hacer mi quehacer. No lo molestaré más.— El pequeño iba a salir corriendo pero JiMin lo detuvo rápidamente antes de que se escapara.

—No olvides tu reloj. Sigue cuidando de el cómo hasta ahora.— Yeonjun agarro el objeto con miedo al ver la expresión molesta de YoonGi por lo que después de agarrarlo salió corriendo no sin antes volver a hacer una reverencia. JiMin observó a Yoongi cuando ambos quedaron sólo de nuevo.

—¿Y esa expresión?, parece que oliste algún cadáver.— Una pequeña burla seguida de una risita fue lo que le regaló JiMin al contrario. Kim se relajó al verlo feliz.

—Aún no me dices quién es ese sucio mocoso.— Los brazos del de ojos gatunos se cruzaron y lo miraron expectante. Aquella forma de referirse a un pequeño tan amable y tierno cómo lo era Yeonjun no fue del agrado de Park, aún así se quedó en silencio un momento analizando la actitud de su extraño príncipe.

—Podría jurar que pareces celoso del pobre niño.—

hola

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

hola. <3

pregunta.
¿son alérgicxs a algo?

Educando a un príncipe ; JSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora