Educando a un príncipe ; JS

08

Lo que sus ojos presenciaban era sumamente impresionante. Una pequeña sonrisa se le escapó sin poder retenerla, era encantador y maravilloso aquella faceta del príncipe de Daegu por querer estudiar adecuadamente toda la estructura del reino con más detalle, de forma más profunda y calculadora, aunque su ceño fruncido que aparecía y desaparecía por momentos lo hacía divertirse, podía jurar que el príncipe se le estaba dificultando algunas cosas. JiMin en cambio se mantenía alejado de esos escritos mirando el libro que tenía en sus manos sobre las plantas medicinales por breves momentos, dándole más atención a la expresión del pálido. Ambos se habían mantenido así alrededor de dos horas, solo compartiendo el espacio para leer. JiMin juraba que al contrario no le importaba mucho cómo funcionaba todo su hogar, de forma interna y externa con otros reinos, pero ahí estaba frente a él tratando de verse sumergido en la información. El príncipe de Busan dejó el libro que tenía cuando sintió que no podía fingir por más tiempo leerlo.

—Deja de mirarme.— El pálido casi gruño al terminar de hablar dirigiendo su mirada brevemente a la de Park. —No me dejas concentrarme.— JiMin alzo una de sus cejas por ello y YoonGi en cambio volvió a ver el texto frente a él tratando de releerlo nuevamente.

—Disculpa por interrumpirte, solo me parece interesante lo qué haces.— El príncipe de Busan se puso de pie tomando otro de los libros que se le fueron permitidos tomar, al tenerlo en las manos sonrió algo cansado al ver que se trataba de otro escrito lleno de información de todas las plantas existentes, JiMin amaba los jardines pero leer sobre las plantas o flores le resultó aburrido después de dos horas. —Me retirare por ahora, nos vemos en otro momento.— YoonGi al escucharlo rápidamente se puso de pie y estiró su mano hasta él gritando prácticamente un "no" lo cuál sobresaltó un poco al contrario por la exageración del movimiento.

—Quiero decir, trae tu trasero para acá y ayúdame con esto.— Se quedaron un momento en silencio, Kim pensó que el ambiente se volvió incómodo por su culpa y Park solo analizó un poco la situación; hablando maleducadamente pero pidiendo su ayuda. Definitivamente Kim YoonGi era un caso interesante. Además que sabía que había parado con las conductas sexuales, lo cual también lo había sorprendido brevemente ya que creía él, no había hecho mucho para que eso cambiara.

—¿En qué ocupas mi ayuda exactamente?— El príncipe de Busan se acercó sin querer ver el texto de los papeles, solo esperando por las palabras del de Daegu.

—¿Puedes leer esto para mi?— Ambos conectaron miradas casi enseguida, JiMin podía jurar que había un toque de vergüenza en la expresión de Kim, sus mejillas al ser tan pálidas habían tomado un suave color más vivo y llamativo, una expresión bastante adorable para ser verdad. A pesar de que no quería apartar su mirada de aquel lindo rostro la desvió por algunos segundos enfocando lo que YoonGi señalaba.

—Si los reyes se enteran que leí papeles que se me son prohibidos entonces me cortarán la cabeza.— Rápidamente las pálidas manos cubrieron el contenido, Park tenía razón, no eran papeles demasiado importantes a diferencia de otros que poseían los reyes, pero aún así el príncipe de Busan no tenía la autorización de los reyes para leer aquello. Mentalmente se quiso golpear al ser tan inconsciente. —Príncipe, debo de admitir que su pedido de ayuda me resultó peculiar, ¿a caso no sabe leer correctamente?— YoonGi apretó sus labios entre sí, dándole vergüenza admitir aquello. Ser príncipe le daba el privilegio de poder tener clases especiales para que la lectura fuera digna de su conocimiento, pero al contrario de haber aprovechado eso en su totalidad había resultado un príncipe vago que leía con dificultad.