II

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— ¡Deja de ser tan tonta y ábreme! — volteó los ojos.Derrotada fuí abajo y le abrí la puerta.

— Hola... Soy Min Yoongi — y a mi que me importa.

— Song Youngmi — me miró con el más mínimo interés y me mostró un recipiente con algo en sus manos.

— Toma, es para tí — dudosa lo tomé y miré que era lo que contenía.

— ¿Qué es? — le pregunté escuchando mi estómago rugir ante el olor delicioso.

— Son Crepas, tu papá me dijo que eran tus favoritas — Ah...

— ¿Mi padre fue ayer a tu casa solo a decir que me gustaban las crepas? — negó —. ¿En serio?

— Solo me dijo que me quedara contigo todo el día y que te observara hasta que te comieras las tres comidas — debe estar de broma.

— ¡No, vete! — le grité para que se fuera. Él se ni se inmutó y se quedó parado en la puerta.

— Quítate el abrigo — ordenó.

— ¡No! — le grité de mala gana.

— ¡Qué te lo quites! — cielos... ¡Qué persistente!

— No, ¿qué te crees?; Apenas me conoces y; ¿Ya quieres violarme? — se empezó a reír.

— Ya quisieras... — ¡¿pero qué!? —. Si no lo haces por las buenas...

De repente me sujetó por las muñecas e inútilmente intenté forcejear, era mucho más fuerte que yo. Bajo el cierre de mi abrigo y me levantó la blusa que tenía debajo.

— Bueno... Veo que eres anoréxica — me pasó de lado y entró a mi casa.

— A ver... No sé quién eres, eso es un hecho. ¿Pero que vengas y prácticamente me desnudes sólo para ver mi cuerpo? Eso sí es enfermo. Debes tener algún tipo de fetiche sucio en tu mente. Y... — levanté el dedo índice —. Para tu información no soy anoréxica.

— Ajá — me ignoró sutilmente y subió escaleras arriba hacia quién sabe dónde.

— ¡Oye! —.

Corrí también siguiéndolo, pero en el tercer escalón me mareé y caí. Mi cuerpo no estaba preparado para correr.

— ¿Ves porqué hace falta comer? — me dijo y me tomó en brazos.

— Bájame... — le dije débilmente. Intenté gritar pero más bien sonó torpe.

— Voy a quedarme todo el día contigo — no...

— No... Vete. No puedes estar conmigo — me miró y abrió la puerta de mi habitación.

— ¿Y quién lo dice? — que odioso y contestón.

— Yo... — dije y me desplomé en sus brazos.

[...]

La claridad me atormentaba los ojos. Me tapé la cabeza con una almohada y gruñía en desacuerdo. Alcé mi vista arriba e inspiré profundamente. Con fastidio chasqueé la lengua.

—¿Todavía sigues aquí? — pregunté quejándome.

— Aunque te joda, sí. Come lo que te traje — me dijo.

— ¿Lo tengo que hacer? — pregunté.

— Sep — dijo sin ganas.

Bien... Tomé unas tres crepas y me las introduje en la boca a la fuerza. Abrí los brazos y subí las cejas como diciéndole: «Contento»

My First Love Story × MYG |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora