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Parte 9

Dios soy la peor lo sé, pero a veces mis impulsos son más grandes que yo, el pobre de Nam me miró completamente sorprendido e incluso noté como palideció su rostro, sus hermosos ojos comenzaron a apagarse un poco hasta que mi horrible corazón no lo resistió más.

-Nam- este me miraba - No... No me odies - tome su rostro y lo bese- te amo bobo- sus ojos se volvieron a abrir como platos, incluso yo me sorprendí por decirle te amo, pero que iba a hacer, así lo sentía y solo lo dejé ir- obvio que acepto ser tu novia.

Hubieran visto su hermosa carita sonriente y esos par de ojos mirarme con el brillo más hermoso que había visto en mi vida, por lo cual sonreí y lo bese rápidamente.

Nam: maldición Sue- se queja y yo sonrió- ¿sabías que eres cruel?

-lo siento - dije entre risas y lo besé nuevamente- es que no me resistí- lo volví a besar.

Nam: no te lo perdonaré tan fácil - dice contra mis labios.

-lo... Lo sé- mi voz se quebró al sentir su miembro rozar mi entrada.

Nam: aiskkk - se queja y me mira- no puedo contra ti.

De un segundo a otro tenía a Nam besándome intensamente, succionaba, lamía y mordía mis labios con frenesí al igual que yo a él. Estábamos unidos por nuestras manos, Nam tenía una de sus manos entrelazada con la mía, mientras que su otra mano acariciaba mi rostro, no aguante y separé más mis piernas provocando mayor roce entre ambos por lo que gemimos en los labios del contrario, Nam me miró y yo a él, nuestras miradas nos decían lo que el contrario deseaba, no nos dijimos nada tan solo nos comunicamos con las miradas y sentí como Nam entraba lentamente en mí llenándome por completo, nuestras manos que estaban unidas se apretaron más fuerte, y yo ahogué un gran grito de placer entre sus labios. Al fin Nam estaba dentro de mí, al fin era suya en cuerpo y alma y sabría lo que sería ser suya por completo.

Nam: ¿estás bien? - preguntó murmurando contra mis labios por lo que asentí.

Me sentía maravillosamente bien, no lo negaré dolió un poco porque maldición Nam si que tenía una buena herramienta entre sus piernas era grueso y largo y yo hace más de un año que no había tenido sexo.

Nam: me moveré ahora- asentí- avísame si te duele o soy muy brusco- ahhhh Dios que hermoso hombre, se preocupa por mí, aunque yo lo único que quiero es que me dé todo de él, tomé su rostro con mi mano libre y lo bese.

-Nam- este me mira a atentamente- no te contengas - digo contra sus labios- solo hazlo- lo bese nuevamente.

Nam comenzó a salir de mí y entró nuevamente de golpe provocando que se me saliera un gran grito de placer, mano casi estranguló la de él y volvió a salir para entrar ahora más suavemente, sus movimientos se hicieron continuos, nuestras caderas chocaban entre sí, en ningún momento soltó mi mano, se turnaba de mis labios a mi cuello, rápidamente la habitación de llenó de mis gemidos y de sus gruñidos, podía sentir que me estaba cuidando, que estaba tratando de contenerse un poco.

-uhmmm Nam- gemí al sentir una mordida en mi cuello- uhmmm más... más rápido - gemí y mordí mi labio, necesitaba más de él, mi cuerpo me lo pedía- no... no te contengas- note en su mirada que estaba dudando un poco si bien aumentó su ritmo, cosa que hizo que me volviera loca, no era lo suficiente.

Aproveché que me estaba besando y saliendo de mi para sorprenderlo y lanzarlo a él de espalda a la cama, Nam me miró completamente sorprendido, yo me puse a horcajadas sobre él y comencé a montarlo, subía y bajaba rápidamente, prácticamente rebotaba en sus piernas mientras mi cabello caía hacia un lado y mis senos se movían por el fuerte ritmo impuesto por mí.