Sabía a la perfección de que yo estaba completamente enamorada de él, pero tenía que olvidarlo, me enamoré realmente de una persona distinta a la que era.Me imaginaba a un chico más romántico, serio, maduro, y al final resultó siendo lo contrario.Algo irresponsable, mujeriego, y absolutamente nada estudioso.
Pero a pesar de sus cosas negativas, tenía demasiadas cualidades que le hacía ser la mejor persona del mundo.
Cuando estaba mal me escuchaba y me daba consejos, era experto en ayudarme, me cuidaba, me trataba genial.
-¡Ada!.-Gritó mi tía desde el salón.Bajé corriendo y allí estaba Emi, el hermano de Mateo, y su madre, saludé a ambos con un fuerte abrazo.
-¿Ada te importa cuidar a Emi?Mateo lo recogerá nada más salir del estudio, está grabando una nueva canción.
-Claro, vos no te preocupes.-
-Ada yo me voy a trabajar, os quedáis vosotros.-
Era un viernes a las doce de la mañana y yo me encontraba viendo dibujos animados en la televisión con Emi.
-Ada, ¿sabes que Mateo está enamorado de vos?.-
-No digas tonterías Emi, él tiene novia, yo soy su amiga.-
-Yo leí su libreta de ideas y tu nombre sale en su canción.-Se me encogió el corazón, quería gritar de la emoción.
-No creo Emi, seguramente te equivocaste.-
-Puede ser, estos dibujos están muy buenos.-Empezó a ver la televisión de nuevo.
Después estuvimos jugando en el jardín al fútbol, se me daba bastante bien.
Mientras que jugábamos apareció Mateo.
-Eh que onda jugando sin mi.-Sonrió.
-Pues dale, venga a jugar.-Dijo Emi.
-No espera, ¿quien te dejó entrar?.-
-La sirvienta, que es más simpática que vos.-
-Paso de ti.-Dije riéndome.Mateo se acercó y me abrazó.Realmente era raro que me abrazara, a veces podía llegar a ser muy frió.
Estuvimos jugando y sobre las dos se iban a ir pero María, la empleada, hizo de comer para los tres, a si que comimos juntos.
-Esto está buenísimo.-Dije en voz alta.
-Como yo.-
-Sos un creído Mateo.-Dije riéndome.
-Yo soy más lindo que vos Mateo, ¿a que sí Ada?.-
-Obvio Emi, sos lo más re lindo.-
-Me enojo con vos Ada.-Dijo Mateo.
Cuando terminamos de comer dejé a Emi acostado en la habitación de invitados y Mateo y yo nos fuimos a mi habitación.
-Sigo enojado.-Dijo Mateo mientras se tumbaba en mi cama.
-Mateo siempre te enojas conmigo y yo te trato bien.-Dije poniendo de niña pequeña.
-Le dijiste a Emi que es más lindo que yo.-Mateo comenzó a poner también voz de niño pequeño.
-Es la verdad.-Me reí, Mateo se levantó, me agarró y me tiró a la cama para hacerme cosquillas.
-¡Mateo para por favor!.-Dije entre risas.
-Paro si venis mañana a una fiesta en mi casa.-
-Si me haces caso y no pasas de mi.-
-Obvio boluda, te daré bola, pero veni.-
-No me darás bola por tu piba.-
-Me chupa un huevo Leía.-Dijo mientras que se levantaba de la cama y se sentaba en mi silla.
-Qué pasó boludo? Siempre andáis enojados.-
-No sé que pasa, a veces la odio pero no sabes como me da, es divina en la cama.-Dijo mientras que se mordía el labio.
-Solo pensas en coger Mateo, sos un forro.-Dije enfadada.
-Y que pasa con vos?.-
-No quiero que juegues con las chicas, esta es tu tercera novia en este mes.-
-Ya pero nadie me llena.-
-No es problema de las pibas.-
-Bueno vas a venir?.-Dijo cambiado de tema.
-Vale.-Sonreí de una manera algo falsa y Mateo se me tiró encima.-Pelotudo estás hoy re cariñoso.-
-Es que estoy feliz, todo me va perfecto.-
Estuvimos hablando hasta que dieron las seis y media de la tarde, que Mateo y Emi tenían que irse con su padre.
Estuve en mi cuarto pensando en mi vida, en como ha cambiado.Llevaba casi dos meses en Argentina y realmente estaba muy cómoda, tenía amigas, no tenía que estudiar y me lo pasaba muy bien con Mateo.
Echaba de menos a mis amigos de Málaga, a mis padres y la vida que tenía allí.
Intenté despejarme y me puse a buscar en mi armario lo que me pondría para la fiesta de mañana.No tenía ni idea de cómo iba a ir vestida.
Estuve dándole vueltas a la cabeza, no sabía si ir con un estilo deportivo o algo más arreglado.
